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hace 34 minutos
El lunes pasado el laboratorio estadounidense Pfizer anunció que su vacuna contra el Covid-19 tiene una eficacia de un 90% en un estudio preliminar en fase 3. Hoy, el gobierno ruso anunció que la vacuna que elabora –Sputnik V- tiene un grado de efectividad del 92%. Más allá de los dos grados de diferencia, ¿qué significa estar sobre el 90% de efectividad? ¿Es un porcentaje alto o bajo?
“Las noticias son muy buena, porque el porcentaje es altísimo, más allá de los dos grados de diferencia”, afirma Iris Aguilar, directora de Inmunizaciones del ministerio de Salud de Mendoza.
Si bien se trata de estudios preliminares (la fase 3, debe terminarse) los especialistas esperaban un 60 o 70%. Por lo tanto las expectativas están cumplidas, aunque los resultados no se han publicados en revistas especializadas y son más bien partes de prensa.
“Pero en el tema vacunas no sólo es importante el porcentaje de efectivizada sino el beneficio que otorga. Por ejemplo la BCG tiene una efectividad baja pero previene enfermedades graves como la meningitis tuberculosa y la tuberculosis miliar”, dice la especialista.
Si se compara los porcentajes obtenidos por rusos y estadounidenses con otras vacunas, se puede ver que el porcentaje es muy interesante. La mayoría de las vacunas infantiles tienen entre un 90 a un 99% de efectividad. En cambio la vacuna contra la gripe llega solo a un 60%.
“Con la vacuna de la gripe, la enfermedad te puede dar igual pero es muy efectiva en grupos de riesgo y hay menos chances de llegar a internaciones o desenlaces fatales y en este sentido es muy importante”, sostiene Aguilar.
Por lo pronto ningún laboratorio ha podido establecer qué buscan prevenir las vacunas en preparación: “No se sabe aún si van a ser más útiles para prevenir el contagio o bien para contrarrestar las formas graves o las tasas de internación”.
En todo caso, “me parece que hay que transmitir a la comunidad que a nivel mundial hay 10 vacunas en fase 3 y que todas las que recibamos en Argentina tendrán perfil de seguridad y de eficacia que corresponde”, afirma Aguilar.
El desafío de la cadena de frío
Uno de los grandes desafíos a nivel mundial es lograr una logística óptima que permita el traslado de las vacunas conservando la cadena de frío. Cada vacuna es distinta en cuanto a la temperatura a la que deben preservarse. Por lo general deben mantenerse entre 2 y 8 grados. Pero la de Pfizer tiene la particularidad que debe preservarse a -70 grados y la rusa, a -18 grados.
Por lo tanto deben permanecer en “hiperfreezers” que si bien no se utilizan actualmente para vacunas si tiene otros usos médicos. “Como todo el mundo, acá en Mendoza nos estamos preparando, acondicionando los freezer disponibles”, afirma la jefa de Inmunizaciones.
