En la localidad de San Andrés de Giles, ubicada a poco más de 100 km de la ciudad de Buenos Aires, se desato un escándalo político y sanitario debido a una serie de vacunaciones irregulares. Dos concejalas del oficialismo, Laura Branchini y Mariana Cané y otras 20 personas que no forman parte del personal de salud, recibieron la vacuna Sputnik V sin respetar las medidas dispuestas por el gobierno.
Desde el municipio cuyo intendente es Carlos Puglelli, admitieron que se vacunaron “personas no incluidas en esta etapa de la campaña de inmunización”.
Es por ello que la presidenta del bloque de Concejales de Juntos por el Cambio, Mercedes Condesse, denunció a las funcionarias de arbitrar “los medios necesarios para obtener un beneficio personal”. “No se cumplió con el protocolo correctamente, porque reconocen que se abrían los frascos sin tener a las personas presentes”.
“La Secretaría de Salud informa que a raíz de los sucesos de público conocimiento, en el día de hoy, luego de un exhaustivo análisis de la situación, y habiéndose detectado la vacunación por COVID-19 de personas no incluidas en esta etapa de la campaña de inmunización, se ordenó la sustanciación del sumario administrativo correspondiente a los fines del esclarecimiento de los hechos y la determinación de la responsabilidad de los agentes municipales involucrados”, se afirmó en el comunicado publicado por el municipio en sus redes sociales.
Por su parte, la oposición mediante una carta expresó su “más enérgico repudio, toda vez que en violación a los protocolos existentes y con total falta de respeto a los vecinos de nuestra ciudad, haciendo uso de su posición política arbitraron los medios necesarios tendientes a obtener un beneficio personal con la colocación de la vacuna”.
“Instamos a que se proceda conforme a derecho y se adopten las decisiones acordes a la gravedad del hecho consumado y que el Señor Intendente Municipal atento a la responsabilidad y poder político que detenta actúe acorde a lo que el pueblo espera de el por la investidura que ejerce”, concluyó el texto que llevó la firma de los cinco concejales opositores, Noely Meretta, Mercedes Condesse, Adrián Calabró, Eugenio Lacanette y Diego Jauregui.
Días atrás, Laura Branchini había celebrado en Twitter la llegada de la vacuna Sputnik V al hospital Municipal de la localidad. “Llegó a nuestro Hospital San Andrés la vacuna y con ella la posibilidad de proteger a nuestros compañeros y compañeras trabajador@s de la salud. Gracias @alferdez y @kicillofok”, había expresado la legisladora. Entendiendo que la vacuna era para personal de salud, hecho que no cumplió.
En tanto, mientras la oposición y un sector de la sociedad gilense piden explicaciones a Puglelli y las renuncias de Branchini y Romero, el oficialismo se limitó a apartar del cargo a la enfermera Sandra Cabral, que hasta ahora era la encargada del sector de vacunación y que aseguró en una radio local que se trataba de un “hecho político orquestado por el secretario de Salud, que pretendía reemplazarla para darle su puesto a otra persona”.
La vacunación de manera irregular
Mercedes Condesse la presidenta del bloque de concejales de Juntos por el cambio, en una entrevista con el medio Infobae, aseguró que “El director del hospital reconoció públicamente que fueron vacunadas las dos concejalas, que son dos chicas jóvenes y que gozan de muy buena salud. No dio ningún justificativo.
“También fueron vacunadas de manera irregular otras personas, que aparentemente son amigos y parientes, o sea que tienen que ver con el poder político local. Aún no puedo confirmar los nombres porque no hemos recibido ninguna notificación o listado oficial, pero se transgredió el derecho, la moral y la ética”, además agregó la presidente del bloque opositor “sospechan que podrían haberse desperdiciado alrededor de seis dosis”.
En una ciudad de San Andrés Giles actualmente tienen 6 nuevos contagios, 33 casos activos y 368 en seguimiento la noticia genera un enorme revuelo y piden soluciones y los castigos correspondientes