“Desde jueves a domingo, aquí, como en la ciudad de Mendoza, se pueden ver a los turistas chilenos por las calles o comprando diversos artículos, pero la gran mayoría está de paso por acá, aunque un importante grupo de personas viene por el día y regresa a Chile. Ese grupo cada vez es más grande y viene hasta Uspallata, compra, come y se vuelve”, sintetiza Miguel Peleytay, vecino y periodista de Uspallata.
Esta situación se viene dando desde hace unos meses, debido a la conveniencia del cambio de moneda para los trasandinos, pero hace dos semanas se produjo un reunión extraordinaria de visitantes del país vecino que se concentró en el valle de montaña. Miguel explica que a mediados de mayo, debido a una mala información, por la posible apertura del Paso, cuando habían anunciado el cierre, motivó que el grueso de los visitantes se mantuvieran lo más cerca de la frontera esperando la apertura del túnel internacional. “Ocurre lo contrario a lo de hace unos años, cuando nosotros, mendocinos, argentinos cruzábamos a Chile a comprar a Los Andes, por el día. Bueno, salvando las distancias entre Los Andes y Uspallata (por la cantidad comercios que posee la localidad trasandina), aquí vienen los chilenos, compran en el supermercado, luego van a las parrillas y después se vuelven. Eso están haciendo muchos”.
Habrá que observar qué sucederá en los próximos días, ya que desde hoy entró en vigencia el horario de invierno del túnel internacional Cristo Redentor, que se mantendrá hasta agosto. De esta manera, estará habilitado para todo tipo de vehículos de 9 a 21 en Argentina y de 8 a 20, en Chile. “El tránsito en la ruta internacional ahora es normal, con un buen tiempo y hay que tener en cuenta que a las 19, hora Argentina cierran las barreras en Uspallata y en Guardia Vieja, cortan el tránsito hacia la frontera a las 18″, explicó Peleytay, a la hora de brindar un panorama sobre la situación en el Valle y el comportamiento de los visitantes de Chile bajo estas condiciones horarias.
Turistas nacionales, extranjeros y turismo de compras
“En este momento tenemos 2 variables, en alojamiento en este momento. El Turismo que tenemos en el departamento, en un 90% es nacional, que está aplicando los beneficios del Pre Viaje, y el otro pequeño porcentaje es extranjero, que está disfrutando de la experiencia de los glamping. En el caso del turismo de Chile también hay un porcentaje que esta quedándose una noche”, explica Rodrigo Pérez Esquembre, titular de Turismo de Las Heras. Y agrega que una parte de los visitantes trasandinos “viene por el día a hacer compras disfrutar de nuestra gastronomía que es un gran atractivo nuestro y sobretodo muy beneficioso a su cambio”.
Sobre la situación en Uspallata, Pérez Esquembre, agrega: “Esta gran ola de chilenos está siendo muy beneficiosa para el sector gastronómico, algunos prestadores nos comentan que han tenido que ampliar sus horarios de atención y contratar más personal para poder cumplir con la demanda requerida”. Es que todo indica que la gran concentración de visitantes trasandinos se puede repetir, en tanto y en cuanto se produzcan estas interrupciones en el paso cordillerano, especialmente durante los próximos meses durante el desarrollo de la temporada invernal.
Desde Turismo de Las Heras aclararon que los hospedajes que están trabajando con alta demanda son los adheridos al Pre Viaje, no así el resto de las plazas disponibles en el distrito lasherino de montaña, ya que actualmente se está en temporada baja.
Buena temporada
Aldo Tillar, gerente del hotel Uspallata, expresa: “los fines de semana seguimos trabajando en gran forma, porque con el prestigio que tiene el hotel, nos requieren para eventos permanentemente, de hecho tenemos convenios con Osep y cuando ellos pueden incorporar alguna unidad, acuerdan por un día y medio, con tres comidas. Seguimos teniendo una afluencia importante de clientes todos los fines de semana”. Y describe que los viernes comienza el arribo de visitantes “y los sábados completamos las habitaciones. Estamos en un promedio de 120 pesonas, con un tope de 160 personas”. Y acota: “Sobre esta temporada, de acuerdo a los números, y si bien estamos en baja, seguimos trabajando muy bien. Tenemos un junio bastante activo nos permite llegar tranquilamente bien al comienzo de la temporada alta, el 9 de julio. El paquete que más se vende es por 7 noches. Tenemos tres semanas a full con el 100% de ocupación”. Tillar comenta que desde hace dos temporadas están trabajando muy bien, sin embargo aclara que el año pasado fue la mejor y actualmente estima que a nivel general, están un 25% por debajo de las cifras conseguidas en 2022.
El gerente del Hotel Uspallata informa que para la segunda mitad del año “tenemos una proyección importante debido a que trabajamos en temporada baja con las escuelas, especialmente primarias y tenemos garantizada toda la segunda mitad del año, hasta diría hasta la Semana Santa de 2024. Por lo visto, las previsiones son muy alentadoras, sin contar cómo nos va a ir en el verano, pero sabemos que en esa época, Uspallata es muy requerida por el turista de Buenos Aires fundamentalmente”.
Boom en la montaña
Miguel Peleytay, ex militar y gran conocedor de la montaña mendocina, señala la necesidad de ampliar la oferta de servicios en Uspallata para “invitar” al visitante a quedarse en el lugar, en un contexto similar al que se presentó hace 15 días, con temporal de nieve y viento en alta montaña. Dice que, por un lado está el turista que viene a Uspallata, a conocer sus sitios turísticos y su importante riqueza histórica y arqueológica reconocida a nivel mundial. “Después tenemos al que está de paso y que como máximo visita el Cerro Siete Colores o los petroglifos del Cerro Tunduqueral, dos sitios muy conocidos, pero hasta ahí llega el interés de este tipo de visita”, resalta el vecino, pensando en que una fuerte promoción del lugar posibilitaría un mayor desarrollo turístico. Peleytay agrega: “Aquí en el Valle puede estar despejado y a pocos kilómetros está nevando. Es muy variable el tiempo en esta zona, por eso se puede aprovechar esta situación”.
A mediados de mayo, unos 20.000 chilenos cruzaron la cordillera para hacer su ya habitual tour de compras en la provincia y debido al anuncio de un inminente cierre del túnel internacional motivado por el mal tiempo, llevó a que miles de visitantes se concentraran en Uspallata, ya que se trata de la localidad más importante a 100 kilómetros del Paso. Los poblados más cercanos al túnel, como Punta de Vacas, Polvaredas, Puente del Inca, Penitentes o Las Cuevas, no disponen de los servicios ni locales comerciales para que sean una alternativa a Uspallata.
“Durante la gran concentración de hace unas semanas, había autos por todos lados, muchos consiguieron alojamiento, mientras que otros tuvieron que dormir en sus vehículos. El supermercado y los locales gastronómicos trabajaron todo el tiempo”, comentó Miguel. Una noche en Uspallata cuesta entre 10.000 y 20.000 pesos, depende si es hotel o cabaña. Una habitación en el Hotel Uspallata, con desayuno, tiene un costo de $18.000. Tillar contó que durante los primeros días, tuvieron alojados a turistas chilenos, pero cuando llegó el fin de semana de mediados de mayo, tuvieron que dejar las habitaciones porque estaban reservadas para turistas nacionales.