Una nena de tres años está grave luego de que la empleada de un restorán volcara sobre ella aceite hirviendo y le provocara quemaduras en gran parte de su cuerpo, siendo su carita una de las zonas más comprometidas.
La negligencia que derivó el terrible accidente se produjo cuando la pequeña se encontraba en el local junto a su familia comiendo en Florencio Varela, Buenos Aires. En un determinado momento, la menor se bajó de la silla y caminó hacia el baño cuando una empleada del local salió de la cocina con un recipiente que contenía aceite hirviendo.
La chica tropezó con la criatura y terminó volcándole el aceite en el cuerpo: “Briana está muy mal, tiene la cara completamente quemada”, detalló Graciela, la madre de Briana desde el Hospital de Niños de La Plata.
La mujer aseguró que tras el incidente se desató el drama: la nena comenzó a gritar de dolor y ella comenzó a pedir auxilio, pero no encontró ayuda ya que estaban solas. Solo había una pareja además de ellas comiendo en el lugar y llamaron a una ambulancia, que nunca llegó. “Nos trasladó un patrullero porque no vino nadie”, remarcó Graciela a TN.
“Le sacaron la ropa, la pusieron adentro de la heladera para refrescarla por el tema de la quemadura hasta que llegó un patrullero que me llevó hasta el hospital de Varela”. Por la complejidad de las lesiones, la niña luego fue trasladada al Hospital de Niños de La Plata.
“Briana está muy delicada. No está de ánimo, está muy ‘decaiducha’. No quiere comer ni tomar agua”, agregó la mujer quien sostuvo que desde el jueves no tienen noticias de los dueños del restaurante. “No fueron al hospital todavía. Ahora cerraron porque dijeron que iban a ir, pero cerraron para poner una excusa”, apuntó.
“Quiero que la empleada dé la cara, que me pida disculpa y que vaya a verla a mi hija y el dueño también. Eso es lo que pido”, apuntó.
Ese día había tenido que ir a hacer un trámite y no tenía con quién dejar a la nena por eso la llevó con ella. Al mediodía, pasó por un local de comidas rápida y quiso darle un gusto a su hija.
Según lo trascendido, desde el jueves, la empleada no trabaja más en el lugar. “La dueña dijo que se iban a hacer cargo. Me quieren arreglar con plata, pero yo no quiero plata. Quiero a mi hija viva, está muy delicada y puede que vaya a cirugía”, señaló la mujer.