Una niña de tres años se encuentra en estado grave después de ser atacada por su perro de raza pitbull en la localidad cordobesa de Adelia María, ubicada aproximadamente a 300 kilómetros al sur de la capital provincial. El brutal incidente tuvo lugar mientras la pequeña estaba al cuidado de su abuelo en su hogar.
Según fuentes policiales, el ataque ocurrió ayer por la tarde en una residencia situada en la calle Santa Catalina al 100 de Adelia María, en el departamento Río Cuarto. La niña sufrió heridas en la zona del cráneo y el brazo derecho durante la agresión del perro pitbull. Cabe destacar que el animal pertenece a la familia.
El abuelo actuó rápidamente y llevó a su nieta a un centro asistencial local. Dada la gravedad de las lesiones, la niña fue trasladada al Hospital San Antonio de Padua en la ciudad de Río Cuarto, donde actualmente se encuentra internada en terapia intensiva.
La Fiscalía de Instrucción de turno ha iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias del incidente. Mientras tanto, como medida preventiva, el perro pitbull fue alojado en un refugio canino de esa localidad.
¿Son peligrosos los pitbulls?
Esta raza de caninos, en particular, goza de muy mala prensa aunque los expertos aseguran que el compartamiento de este animal depende de una cuestión genética, de tamaño, de socialización y de tenencia responsable.
“Los pit bull han sido creados para la pelea; por eso tienen una carga genética de alta peligrosidad”, asegura el veterinario Ricardo Bruno, especialista en comportamiento animal y docente del área de terapia asistida con animales de la Universidad de Ciencias Veterinarias de la UBA, de acuerdo a una nota realizada en La Nación.
Pero la crianza también influye. Según Bruno, el 30 por ciento del comportamiento de un animal depende de la raza; el 70%, de la crianza.
En este sentido, el veterinario Claudio Gerzovich Lis, miembro fundador de la Asociación Argentina de Médicos Veterinarios Especializados en Comportamiento Animal, dice que cuando los perros agreden a una persona, “más que una cosa de perros, es una cosa de humanos”. Y explica que, si bien el pit bull es una raza que tiene cierta carga genética de agresividad, ésta depende más de la estimulación que recibe en su primera etapa de desarrollo, que es entre las primeras cuatro y 12 semanas de edad. “Si no se le marca la jerarquía, se va a sentir importante en la familia y va a ser agresivo”, destaca el especialista.
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