Aunque oficialmente los festejos de la Fiesta de la Vendimia 2023 comenzaron el domingo pasado, con la Bendición de los Frutos (en el Parque General San Martín), el fervor popular y callejero que genera la fiesta máxima de los mendocinos comenzó popularmente este viernes por la noche, con la infaltable y concurrida Vía Blanca de las reinas.
Y, como cada año, una multitud de mendocinos y de turistas nacionales y extranjeros disfrutaron del primer desfile de los carros departamentales por las calles del centro mendocino. Más allá de la alerta meteorológica y del manto de nubes que cubrió el cielo durante gran parte del viernes por la tarde, la noche fue ideal para el disfrute en la vía pública. Y el fervor y el entusiasmo por la Copa del Mundo ganada por la Selección Argentina en Qatar 2022 fue el hilo conductor de gran parte de la tradicional ceremonia.
Una noche perfecta y Vendimial
La antesala del Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2023 tuvo todo para ser una fiesta, y así lo fue. En una versión más resumida de la que se espera para el Carrusel Vendimial –algo que también es un clásico ya, considerando que en el desafile callejero de los sábados participan además las agrupaciones gauchas y de distintas colectividades–, el desfile de carros vendimiales partió pasadas las 22 de la esquina de San Martín y José Vicente Zapata, a la altura de la Iglesia de los Jesuitas.
Por San Martín, con dirección al norte, los carros con las representantes de todos los departamentos, marcharon hasta llegar hasta la Avenida Las Heras, donde doblaron hacia la izquierda (dirección al oeste) para seguir con su recorrido hasta calle Chile. En Chile regresaron al sur hasta la esquina con Sarmiento (donde se encuentra el escudo de la Provincia de Mendoza que engalana a la Plaza Independencia, mientras que -por Sarmiento- los carros continuaron con el tramo final hasta llegar a Sarmiento y Belgrano (a las vías del Metrotranvía), donde culminó la Vía Blanca.
Desde un rato antes que comenzara la Vía Blanca, el servicio del Metrotranvía fue interrumpido, de la misma manera que el tránsito en el microcentro mendocino quedó restringido en las calles por las que desfilaron las soberanas vendimiales con sus ornamentados y llamativos carros.
La banda de la Policía de Mendoza, algunas agrupaciones gauchas con la imagen de la Virgen de la Carrodilla y los carros con las reinas de la tercera edad y de la Vendimia para todos inauguraron la noche de viernes en la Avenida San Martín.
En cuanto a los carros departamentales, Santa Rosa fue el primero en desfilar, mientras que el cierre estuvo a cargo de Godoy Cruz.
Al que madruga...
Aunque por los altoparlantes ubicados en Avenida San Martín se escuchaba “Otoño en Mendoza” -en su hermosa versión de Pocho Sosa-, la jornada de viernes de Vía Blanca fue una postal clásica e inconfundible del verano mendocino. Y es que antes de las 19, las nubes ya se habían disipado y corrido hacia el Sur, por lo que el cielo celeste del atardecer coronaba (como si se tratara de una reina más) a la tarde en la Ciudad de Mendoza.
Sobre la vereda oeste de calle San Martín –entre Peatonal y Rivadavia– varias mesitas de los distintos restaurantes y bares ya tenían a sus primeros inquilinos antes de las 19.
“Vinimos tempranito, como para tomar algo de mediatarde y después seguir con la cena. Nos apuramos para conseguir buenos lugares y ver la Vía Blanca como si estuviésemos en un palco VIP”, destacó entre risas Gladys, de Godoy Cruz, quien se instaló en una de estas mesas para ver desde un lugar privilegiado el desfile nocturno de carros.
Al igual que en calle San Martín, en la Avenida Las Heras aquellos comensales que se apuraron por ocupar las mesas y sillas de los comercios gastronómicos no debieron lidiar con el amontonamiento de espectadores detrás de las vallas o el cordón humano formado por policías.
Por supuesto que no faltaron las varas “recoge-todo” entre el público, aquellos soportes artesanales fabricados manualmente por el público (con palos y bidones PET recortados o cestas plásticas de damajuanas) y que se alzan por sobre las cabezas y manos de todos los presentes para intentar atrapar cualquier cosa que lancen las reinas, desde racimos de uvas y otras frutas, hasta bolsitas de pasas.
Con un cartel escrito a mano, donde se leía bien claramente “Córdoba”, en primera fila –también a la altura de calle San Martín– estaban Liliana Vargas y Guillermo Turles. “Somos de la Ciudad de Córdoba y siempre habíamos querido venir a Mendoza para Vendimia, ¡desde hace más de 10 años! Este año pudimos hacerlo, y vamos a estar en el teatro griego también”, contaron los entusiasmados visitantes a Los Andes.
“Hay gorro, bandera y corona”
Los vendedores ambulantes encontraron su gran oportunidad también. Y es que, desde temprano, con sus exhibidores de telgopor, ofrecían coronas de juguete y de adorno para las niñas y niños que ya han logrado fanatizarse con la Fiesta de la Vendimia.
Los precios iban desde los 500 pesos (en el caso de las coronas simples) hasta los 1.000 pesos (coronas con luces a pila), Tampoco faltaron los globos de plástico adornados con luces, otro clásico de los desfiles reales en la vía pública.
Otra postal clásica se dio pasadas las 23.15, cuando terminó de desfilar el último carro. Escoltados por preventores, trabajadores de la Municipalidad de Ciudad de Mendoza pasaron con escobas y palas, limpiando absolutamente todo a su paso.
Pasión albiceleste
La alegría perdurable que la Selección Argentina de Fútbol le dio al país el 18 de diciembre de 2022 será difícil de atenuar. Y una buena muestra de esto fue que, como pocas veces se ha visto en los últimos 30 años, el ambiente mundialista se coló también en este desfile de reinas. Ya desde antes del comienzo de la Vía Blanca, en la fiesta se vivían las consecuencias de la Copa del Mundo ganada por Argentina en Qatar (y que será parte de la gloria eterna).
Camisetas celestes y blancas, con la 10 de Messi; otras verdes o rojas con el 23 del “Dibu” Martínez sobresalían entre la multitud.
Todo esto se complementó, primero, con una versión de “Muchachos” interpretada por la banda de la Policía de Mendoza y que despertó el canto a los gritos y los aplausos de la gente que esperaba el inicio de la Vía Blanca. Y luego, ya a la altura del palco oficial, el acto inaugural del desfile incluyó una puesta en escena con esta misma canción y con la de La T y la M, “Pa’ la Selección”, la cumbia que se convirtió en el himno de la tercera copa ganada por Argentina.
Perlitas
Corte de pelo solidario. La reina de la Vendimia de Maipú sorprendió con una acción impactante: se cortó parte de su cabello en vivo, sobre el carro. Ante la mirada sorprendida de su corte y también de sus familiares, apostados a un costado de la calle San Martín, Agostina Guevara se hizo acompañar por un peluquero, quien le fue recortando parte de su pelo. La acción tenía un objetivo, además del impacto: “Estoy cortándome el pelo para donarlo a las mujeres que luchan contra el cáncer de mama”, explicó en un micrófono la candidata.
Solicitadas. La ministra de Desarrollo Social de la Nación, María Victoria Tolosa Paz (acompañada por su esposo, Enrique “Pepe” Albistur), la referente del PRO, Patricia Bullrich y la pareja del exdiputado nacional mendocino Luis Petri, la periodista y conductora Cristina Pérez fueron las tres mujeres más solicitadas por la gente en el palco oficial de la Vía Blanca.
Rechazo a la corona. Natalia Mercery, la representante de Guaymallén, ha sido una de las aspirantes que más ha dado que hablar. Luego de que la Corte mendocina ordenara a Guaymallén que presentara una candidata para esta fiesta, Natalia se convirtió en la representante guaymallina elegida por el voto popular y en una elección virtual. Desde el comienzo, Natalia se mostró como partidaria de dejar de elegir una “reina” para la Vendimia, y, por eso, durante la Vía Blanca fue la única participante que desfiló sin corona.
Melonazos. Uno de los momentos más esperados es el del paso del carro de Lavalle, por su fama de obsequiar al público un preciado tesoro: los exquisitos melones de esa tierra. Además, dado el tamaño de ese regalo, a veces brinda simpáticas situaciones entre los que quieren el obsequio, pero temen ser golpeados por él. Esto le pasó nada menos que a Rodolfo Suárez, el gobernador de Mendoza, quien fue receptor de un melón volador que iba derecho hacia su rostro. El mandatario cerró los ojos e intentó cubrirse, pero un hábil acompañante alcanzó a atraparlo en el aire y evitar que fuera diferente la anécdota.