Este sábado, una menor ingresó al hospital Humberto Notti, derivada del hospital Scaravelli y diagnosticada con botulismo alimentario y dificultad respiratoria. De acuerdo con las primeras informaciones, la menor habría consumido junto a su familia habas en escabeche elaboradas por su abuela, quien reconoció que era la primera vez que realizaba esa preparación.
La comida fue consumida por cuatro integrantes de la familia, de las cuales sólo tres resultaron afectadas. De ellas, la menor se llevó la peor parte, ya que fue la que más cantidad ingirió. Según contó su familia, la joven habría comido cerca de medio frasco.
La menor, oriunda del Valle de Uco, está en estado reservado, en terapia intensiva y con serias dificultades para respirar. Y es que la bacteria del botulismo afecta al sistema nervioso y va generando una parálisis hasta afectar a los órganos respiratorios.
El comunicado emitido por la dirección de la institución expresa: “El pasado sábado 23 de octubre ingresó en nuestra institución, derivada del Hospital Scaravelli, una paciente diagnosticada por botulismo alimentario”.
Y agrega: “La paciente se encuentra actualmente internada en el Servicio de terapia intensiva, con asistencia mecánica respiratoria. Ha sido administrada la antitoxina botulínica”.
“Además, se le han administrado antibióticos, dado que se encuentra cursando una neumonía por broncoaspiración. Su estado es reservado”, concluye.
Qué es el botulismo
El botulismo es un trastorno poco frecuente, pero grave, que se produce por las sustancias tóxicas de la bacteria llamada Clostridium botulinum.
Las tres formas comunes de esta enfermedad son: botulismo transmitido por los alimentos, las bacterias dañinas se reproducen y producen la sustancia tóxica en ambientes con poco oxígeno, como las conservas caseras; botulismo de las heridas, si las bacterias entran en una herida cortante pueden provocar una infección peligrosa que produce la sustancia tóxica y el botulismo infantil, que es la forma más común y comienza cuando las esporas de la bacteria Clostridium botulinum crecen en el tracto intestinal del bebé. Suelen sufrirlo bebés de 2 a 8 meses de edad.
Síntomas
En el botulismo alimentario por lo general, los signos y síntomas comienzan entre 12 y 36 horas después de que la toxina ingresa al cuerpo. Y las manifestaciones pueden ser dificultad para tragar o hablar, boca seca, debilidad facial en ambos lados del rostro, visión borrosa o doble, caída de los párpados, problemas para respirar, náuseas, vómitos y calambres abdominales, parálisis.
En cuanto al botulismo por herida los signos y síntomas aparecen alrededor de 10 días después de que la sustancia tóxica haya ingresado al cuerpo. Entre los principales síntomas aparecen dificultad para tragar o hablar, debilidad facial en ambos lados de la cara, visión borrosa o doble, párpados caídos, dificultad para respirar, parálisis, la herida puede o no mostrarse roja e inflamada.
Ahora bien, si el botulismo infantil está relacionado con los alimentos, como la miel, los problemas generalmente comienzan dentro de las 18 a 36 horas después de que la toxina ingresa al cuerpo del bebé. Los incluyen estreñimiento, que suele ser el primer signo, movimientos flojos debido a la debilidad muscular y problemas para controlar la cabeza, llanto débil, irritabilidad, babeo, párpados caídos, cansancio, dificultad para succionar o alimentarse, parálisis.
Todos los tipos de botulismo pueden ser mortales y se consideran emergencias médicas.
Prevención
A la hora de elaborar conservas de alimentos es importante realizar técnicas adecuadas para favorecer la destrucción de los gérmenes que causan botulismo. Algunos puntos a tener en cuenta son:
Cocinar esos alimentos a presión, a 121 °C (250 °F) durante entre 20 y 100 minutos, según el alimento.
Considerar hervir estos alimentos durante 10 minutos antes de servirlos.
Preparar y conservar los alimentos de forma segura.
No consumir alimentos en conserva si el envase está hinchado o si tiene un olor desagradable. Sin embargo, el sabor y el olor no siempre revelan la presencia de la bacteria. Algunas cepas no hacen que la comida huela mal o tenga un sabor extraño.
Conservar infusiones de aceite con ajo o con hierbas en la heladera.
En cuanto al botulismo infantil para reducir el riesgo, se recomienda no darles miel a niños menores de 1 año.