La I Maratón convocada por el merendero Construyendo Pasitos, de Guaymallén, donde concurren a retirar su vianda más de 90 personas entre niños, abuelos y mamás embarazadas, tendrá lugar este domingo, a las 15, en el Predio de la Virgen.
La iniciativa tiene un doble objetivo: recaudar alimentos no perecederos, útiles escolares y ropa de abrigo para los propios concurrentes al merendero y promover la vida saludable y el deporte. Por eso la inscripción tendrá como valor la donación de los citados elementos.
“Tenemos mucha expectativa para nuestra primera maratón. Ese día se les entregará a cada niño una medalla que tendrá impresa un valor, como la empatía, la solidaridad, el amor y además se le brindará una merienda saludable y un refresco”, anticipó Verónica Zarandón, fundadora del merendero, situado en Félix Suárez 2240 de Guaymallén.
Se invita a empresas y particulares a participar con premios o sumarse al evento, que contará con shows y toda la seguridad adecuada para los niños participantes.
La actividad se desarrollará gracias a la colaboración de Darío Di Césare y Andrea Bocura, que colaboraron y donaron los trofeos y al local comercial Verisa, además de la Asociación Mendocina Triatlón y municipalidad de Guaymallén.
El padrino de la institución es Gustavo Balvarrey, quien colabora de manera permanente.
Las categorías son las siguientes: niños de 4 y 4 años, 100 metros; 5 y 6 años, 200; 7 a 9, 500; 10 a 12, mil y 13 a 15, 1500 metros.
La historia del merendero
Verónica tiene una historia muy profunda y de algún modo dolorosa: por eso abrió el merendero en su casa y en el período más estricto de la pandemia. Allí no solo se alimentan niños y adultos sino que generó espacios de arte y lectura y también se festejan los cumpleaños a partir de un proyecto denominado “Pedí tres deseos”.
Hoy, cada vez que abre su portón y ve a los niños con su jarrito esperando recibir su ración de leche, aparece en su memoria la niña que alguna vez fue: una niña repleta de hermanos que vivía en una carpa y se alimentaba gracias al merendero del barrio.
Nada resultó fácil en la vida de esta mujer aguerrida, casada y mamá de dos hijos, que estudió y salió adelante para torcer un destino que parecía irreversible.
Con la ayuda de un grupo de mamás voluntarias y el aporte vecinos y particulares solidarios, Verónica recibe dos veces a la semana a 70 chicos del sector para brindarles una suculenta merienda. Además, creó un ropero comunitario.
“Todo está difícil y cada vez es más complicado reunir elementos. Por eso esta maratón tiene como objetivo hacernos conocer más y convocar gente solidaria que nos brinde una mano para poder subsistir”, amplió.