El Ministerio de Educación de la Nación lanzó la propuesta de extender una hora más de clases en las escuelas primarias de todo el país para el dictado de lengua y matemáticas, generando posturas a favor y en contra en las provincias, en los gremios y en la en la comunidad educativa en general. Pero particularmente en Mendoza se da una situación especial porque ya cuenta con 30 minutos más de carga horaria comparado con el resto de las jurisdicciones, por lo que la decisión del Gobierno Escolar de implementarla generó mucha expectativa, entre los padres y los docentes.
El proyecto del ministro Jaime Perczyk tomó de sorpresa al Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), según comentó Carina Sedano, secretaria general de uno de los gremios más importantes de la provincia.
Sorpresa, avales y dudas
“Nosotros somos la única provincia que tiene cuatro horas y treinta minutos desde hace muchos años. Esperamos que esto sea aclarado porque no estamos en las mismas condiciones que las otras jurisdicciones”, advirtió en declaraciones a Aurora Argentina.
Respecto de las ventajas de esta propuesta, Sedano recalcó que “hay escuelas que no están en condiciones para muchos trabajadores y para muchos estudiantes. Imaginémonos si le extendemos la jornada laboral o a la jornada diaria, primero necesitamos mayor cantidad de insumos”.
Desde la entidad Padres Organizados, que agrupa a papás y mamás de Mendoza y de todo el país, Fernando Rozzi evaluó como necesaria la medida: “Tenemos que tomar conciencia de que estamos en una catástrofe educativa, entonces tenemos que tomar medidas urgentes, además de que veníamos con serios déficits, la pandemia fue un bombazo, un año sin presencialidad que ha dejado un hueco enorme. Tienen que hacer un plan concreto, definido e inteligente para salir adelante”.
En esa línea, Rosa Ojeda directora de la Escuela Renato Della Santa se ubicó a favor de agregar una hora más de clases en el primario.
“En el contexto social en el que vivimos, cuatro horas de clases es insuficiente. Por otro lado, hay que saber distribuir esta carga horaria con metodologías mucho más variadas y si vas a pedir más horas de trabajo, también tenés que ver cómo las vas a remunerar como corresponde”.
Ojeda consideró que sin dudas si el docente tiene que quedarse más tiempo para dictar talleres u otra propuesta lo van a hacer, aunque ponderó que “hay resistencia muchas veces por las condiciones de trabajo”.
Qué dicen los especialistas
Desde el ámbito académico, la presidenta del Colegio de Psicopedagogos, Karina Bergé, destacó: “Lo que estamos planteando desde la comisión directiva es que siempre que sea un tiempo en la escuela, es un tiempo que es bienvenido y que es provechoso para las personas que asisten a estos establecimientos. El tema es que Mendoza tiene hace mucho tiempo media hora más, por lo que a Mendoza se le agregaría una media hora”.
Aunque, agregó que también quieren poner a consideración que el tiempo “no es la única variable que juega en la escuela, para qué se usaría ese tiempo y fundamentalmente con qué recursos trabajaría”.
Otra de las voces consultadas por Los Andes fue la psicopedagoga Mónica Coronado, quien opinó: “Creo que una medida así debe estudiarse con profundidad. Largarla así, aunque sea una simple idea parece una irresponsabilidad. Hay serios problemas de infraestructura, faltan sillas, faltan cargos, los salarios docentes son los más bajos del país y más tiempo no es calidad, cuando no hay propuestas pedagógicas serias”. Y soltó: “Es un gesto demagógico sin estudio, ni fundamento para la escuela pública, tal vez como siempre se piense en favorecer a la privada”.
Por su parte, la decana de la Facultad de Educación de la Uncuyo, Ana Sisti analizó que la medida desde el punto de vista de priorizar la educación es buena, es decir que se abran más instancias de aprendizaje, pero también sopesó la variable del trabajo docente, de la organización familiar con una hora más de clase y hasta qué punto debe revisarse la propuesta curricular para que no sólo sea lengua y matemática –lo que se dicte en la hora extra- sino contenidos que mejoren la capacidad emocional y lúdica de los estudiantes.
“Lo veo positivo pero no dejo de poner en contradicción otras aristas. Ya que más tiempo de clases no significa mayor calidad, porque pone a un docente en la necesidad de exigirse en determinadas condiciones que no son favorables”, reflexionó.
Crítico diagnóstico
Un estudio realizado por el Observatorio de Argentinos por la Educación reveló la baja calidad en los aprendizaje en la trayectoria escolar de la primera a la secundaria y arrojó que sólo el 53% de los alumnos argentinos finaliza sus estudios en tiempo y forma, y de este porcentaje nada más que el 16% logra los conocimientos necesarios en lengua y matemáticas.
La investigación se publicó en medio de la iniciativa del Gobierno nacional de extender a una hora más la primaria en todas las provincias del país.
El relevamiento profundizó la situación en todo el país y estableció que hay seis provincias que tienen peores indicadores en la variable “Porcentaje de estudiantes con edad teórica en el último año de secundaria y resultados satisfactorios y avanzados tanto en lengua como en matemática sobre el total de alumnos ingresados en primer grado de la primaria al inicio de la cohorte 2009-2020″. Las que están por debajo de ese 10% de conceptos elementales son: San Juan (8%), Catamarca (7%), Corrientes (7%), Misiones (6%), Chaco (5%), Formosa (5%) y Santiago del Estero (5%). Mendoza, en ese punto, se ubica por encima de la media, con 19%.
Sobre la finalización de estudios en tiempo y forma, hay provincias que están en mejores condiciones como Tierra del Fuego (71%), Ciudad de Buenos Aires (66%), La Rioja (61%) y hay otras por debajo de ese 53%, como es el caso de San Juan (38%), Corrientes (38%) y Misiones (39%). Mendoza se ubica exactamente en la media del 53% en este ítem, siempre según este informe de Argentinos por la Educación.
Los datos, que fueron presentados en el informe “Desgranamiento y aprendizajes desiguales: las dos caras de la misma moneda” surgen del análisis del grupo de chicos que comenzó primer grado en 2009 y llegó al último año de la secundaria en 2020, utilizando los datos del Relevamiento Anual y las pruebas Aprender 2019.
Uno de sus autores, Sergio España, analizó los resultados: “Los datos muestran con claridad dos caras del sistema: no logra que todos los estudiantes terminen la educación obligatoria y no logra los aprendizajes suficientes. Es un sistema en crisis por el conflicto entre dos mandatos sociales: el tradicional, que entiende la escuela media como proceso de selección para la universidad y el mandato actual que pretende que todos tengan un nivel de formación que les permita desempeñarse en la vida”.
Finalmente, del trabajo se desprende otra dramática situación que a partir del noveno año lectivo (segundo año de la secundaria en Capital Federal y tercero para muchas provincias), comienza el abandono paulatino del colegio.