El coronel Manuel Dorrego fue un militar y político argentino que se destacó como uno de los principales referentes del federalismo rioplatense del siglo XIX, además de haber sido gobernador de la Provincia de Buenos Aires en dos oportunidades (en 1820 y entre 1827 y 1828). Su fusilamiento, ocurrido en 1828, fue uno de los episodios históricos que marcó la historia argentina, ya que fue ordenado por el general Juan Lavalle, luego de que las fuerzas unitarias del propio Lavalle lo derrotaran en la Batalla de Navarro y lo derrocaran.
En Mendoza la figura de Dorrego cuenta con varias –y merecidas- reivindicaciones. Por empezar, en Guaymallén hay un distrito que lleva su nombre y una de las calles más importantes del lugar lleva precisamente Dorrego por nombre (es aquella misma que luego se convierte en boulevard). Además, al comienzo de esta calle, se destaca una plazoleta que lleva por nombre Dorrego también (comprendida entre la calle homónima, 25 de mayo y la Lateral de Acceso Este). Y es aquí donde una estatua, en homenaje al ex gobernador bonaerense, evidencia un marcado deterioro.
La obra es una de las pocas estatuas de Dorrego que existen en el Gran Mendoza y estuvo a cargo del maestro Fausto Caner –fallecido en septiembre de 2019 y uno de los grandes referentes del arte en Mendoza-. La figura se encuentra agrietada por todas partes, además de tener parte de los hierros expuestos a la intemperie, de haber perdidos trozos considerables y hasta de lucir algunos grafitis.
“La obra se ha ido deteriorando cada vez más con el paso del tiempo. Pero es una situación que tiene más que ver con fallas en la técnica con que se hizo que con el vandalismo o la falta de cuidado”, destacó el pintor, escultor y dibujante Osvaldo Chiavazza, uno de los discípulos de Caner y quien trabajó con esta eminencia en la construcción de esta estatua.
“Cuando se hizo, se siguió una técnica que no era la ideal. Y el hierro quedó muy pegado al cemento, por lo que el calor no ha ayudado y se ha ido agrietando. Esas grietas han llevado a que se filtre agua, calor y frío, por lo que el hierro se ha dilatado y contraído constantemente, y eso ha llevado a que se vayan perdiendo pedazos”, indicó Chiavazza a Los Andes. E insistió en que tiene que ver con una falencia técnica.
“Se ve que tiene algunas pintadas tipo grafiti, pero eso no tiene nada que ver con que se esté cayendo”, siguió el artista, quien indicó que se podría haber restaurado antes, pero que hubiese demandado prácticamente una necesidad de rehacerla nuevamente y desde cero.
Una estatua con historia
En 1988, Fausto Caner era maestro en la Escuela Superior de Bellas Artes. Convocado por la Asociación de Amigos de Manuel Dorrego en Mendoza, Caner y algunos de sus alumnos participaron de la creación de la estatua de Dorrego.
“Estábamos estudiando con Daniel Ciancio en Bellas Artes. Fausto Caner era nuestro maestro y lo llamaron para hacer la estatua. A nosotros nos eximieron de la obligación de asistir a la cátedra de escultura si participábamos de ese trabajo, por lo que participamos junto a Caner. También participó Gabriel Fernández, que completó el trabajo”, repasa Chiavazza.
Según recuerda el artista, fue una donación de la Escuela Bellas Artes, por lo que el trabajo fue ad honorem para honrar a Dorrego. “El que se haya convocado a una escuela de oficio para hacer el monumento fue como una primera salida laboral para muchos estudiantes, como una práctica”, explicó.
Problemas estructurales
Entre quienes frecuentan esa zona –ya sea como transeúntes de la Plazoleta Dorrego o como clientes de la estación de servicio de GNC que se encuentra en frente (en la esquina de 25 de Mayo y Dorrego)- el marcado deterior de la estatua resulta llamativo y no pasa desapercibido. Además, se incrementa con el paso del tiempo.
“Hace unos días pasé a verla y se ve que está cada vez más deteriorada. Pero no tiene nada que ver con el vandalismo o falta de cuidado, sino más bien es una deficiencia en la hechura, en la técnica. El problema es que se dejó el hierro muy al borde, por lo que una grieta hace que el hierro se dilate y se vaya cayendo a pedazos. Es cierto que se podría haber renovado antes la obra, pero la parte rota no es exprofeso. El agua que se ha filtrado y el mismo calor han llevado a que el hierro se contraiga y dilate”, insiste Chiavazza.
El pintor y escultor Fausto Caner fue uno de los grandes maestros de las artes plásticas de Mendoza. Falleció en septiembre de 2019 a los 74 años. Había nacido en Treviso (Italia), pero cuando tenía solo 4 años su familia se radicó en Mendoza.
Fausto Caner fue profesor de Artes Plásticas de la Escuela Superior de Bellas Artes de Mendoza y allí integró el grupo de quienes, se considera, son la cuna de los maestros artísticos mendocinos (junto a Carlos Ojam, José Bermúdez, José Scacco y Roberto Rosas, entre otros).