“Los límites existen en la cabeza de uno, pero si alguien tiene un sueño o un objetivo, lo que le diría es que luche por conseguirlo. Porque uno se pone muchísimas limitaciones y a mí, para seguir estudiando, me pusieron muchas trabas. Pero acá estoy, fui firme hasta que conseguí lo que quería. ¡Y tengo para seguir!”. Con un hablar pausado y lento, producto de la discapacidad con la que nació, Nahuel Ferretti (26) se toma su tiempo hasta para dejarle un mensaje a aquellas personas que, ante la primera y más mínima adversidad, tienen ganas de largar todo y darse por derrotados.
Pero la expresión “darse por vencido” no existe en el vocabulario de Nahu, ni tampoco tiene interés en saber de qué se trata, en experimentar qué se siente.
El joven juninense llegó al mundo a través de un parto vaginal instrumentado (también conocido como “parto con fórceps”), y este procedimiento le generó una discapacidad motriz, con secuelas que se evidencian en su caminar, en el habla y en el uso de una de sus manos. En pocas palabras, este procedimiento consiste en sujetar cuidadosamente con fórceps (unas pinzas especiales, con forma de dos cucharas para ensalada y preparadas para este fin) la cabeza del bebé al momento del parto. Una vez que esto se concreta, se le pide a la madre -durante una contracción- que puje y, en simultáneo, se jala suavemente de la cabeza del niño o la niña, por medio del fórceps, para ayudar a que el bebé salga. El detalle es que es una práctica que puede dejar secuelas en el neonato.
Pero, como el propio Nahu dice, nunca dejó que ni esta ni otras situaciones se interpusieran con sus objetivos. Por esto mismo es que el joven está estudiando Abogacía en la Universidad de Congreso (está en tercer año), y además, toma clases de baile, es instructor de ritmos latinos y recientemente completó el curso de instructor de coaching.
“Quizás nadie daba ni cinco centavos por mí, pero eso es algo que no me importó. Ahora me ve la gente y me dice que no puede creer todo lo que he logrado, que es impresionante. Terminé la primaria, terminé la secundaria, estoy haciendo una carrera universitaria y siempre quise ir por más”, destaca con su optimismo característico y su buen animo que contagia.
SIEMPRE PARA ADELANTE
Nahuel Ferretti nació el 28 de agosto de 1997, por lo que hace menos de un mes cumplió sus 26 años. Toda la vida vivió en La Colonia (Junín), donde sigue todavía en su casa y junto a su padre, Edgardo. Su mamá, Mónica, en tanto, falleció.
Nahu completó la primaria en una escuela de educación especial, y cuando completó ese nivel llegó la primera decisión clave y que marcó su vida, además de ser una clara muestra de su personalidad inquieta y curiosa.
“Yo quería seguir estudiando, pero las escuelas especiales no tienen nivel secundario. Bah, tienen, pero está más orientado a lo que es manufactura, talleres y oficios. Pero yo no quería eso, quería seguir estudiando. Entonces hice la secundaria en un CEBJA, que no era de educación especial. Cursaba por las noches, siempre en Junín”, reconstruye el joven.
Una vez terminada la secundaria -y usando las palabras del propio Nahuel-, el juninense quiso “ir por más”. Y su vocación lo llevó al derecho, a la carrera de Abogacía.
“Siempre me habían interesado bastante las leyes y también la política, por lo que decidí estudiar abogacía. Empecé en pandemia y en lo que va de la carrera llevo 14 materias sacadas,. Y tengo un promedio de 7,62″, sigue el joven.
El cursado lo está haciendo presencialmente, todos los días, en la sede de la Universidad de Congreso de La Colonia, a pocas cuadras de donde vive.
BAILE, COCAHING Y EJERCICIO, SUS OTRAS PASIONES
Por fuera de su carrera universitaria, Nahuel Ferretti distribuye su tiempo en las otras actividades que le gustan y hasta lo apasionan. Y la música está entre sus pasatiempos, en la que también se ha preparado y no deja de hacerlo.
“Soy instructor de ritmos latinos e hice también la carrera de coreógrafo. Tengo los avales internacionales que me habilitan para poder enseñar y estoy dando clases. Los ritmos que más me gustan son el cuarteto, el reggaeton, la cumbia. También soy instructor de zumba”, enumera Ferretti.
Como energías y predisposición parecieran ser virtudes que le sobran al joven, el miércoles pasado, Nahuel terminó el curso y se recibió de coach profesional. Esto lo habilita a futuro a poder dar sesiones, trabajar y estar al frente de capacitaciones.
El gimnasio y el ejercicio físico también ocupan un lugar importante en su vida. Tanto que, como si ya no tuviese demasiadas actividades a las que dedicarse, además es personal trainer.
“Me gusta mucho escuchar música, creo que lo artístico ha sido siempre mi cable a tierra. Y también siempre me gustó estudiar y leer. Mi carrera se basa en leer, por lo que no hay chance de que no me gusta”, agrega, sonriente, el apasionado hincha de River y a quien también lo atrapa el fútbol como una de sus actividades favoritas.