Y un día, Yésica Marcos volvió a su casa. La boxeadora mendocina de 36 años, ex campeona del mundo en la categoría Supergallo de la AMB y OMB entre 2009 y 2013, recibió el alta esta mañana en el Hospital Perrupato y volvió a su humilde vivienda ubicada al costado de la ruta 7 en San Martín. Hace una semana, el viernes pasado, Marcos ingresó de urgencia al centro asistencial de ese departamento tras sufrir una seguidilla de 4 episodios de convulsiones consecutivos. Allí permaneció -primero en terapia intensiva, luego en terapia intermedia y finalmente en sala común- hasta esta mañana, que finalmente recibió el alta médica.
Ahora, “el Bombón Asesino” -apodo que se ganó en los años en que dejaba el amateurismo y comenzaba la transición al profesionalismo- deberá continuar con el tratamiento anticonvulsivo, ya que no es la primera vez que sufre uno de estos ataques. De hecho, mientras estuvo en el Perrupato se le realizó una tomografía y otros estudios para intentar determinar la causa de estas crisis, aunque clínicamente no se observó nada extraño. En tal sentido, no descartan que la causa sea de origen natural.
El miércoles, luego de dejar la sala de terapia intermedia y pasara sala común, Yésica contó a Los Andes que se encontraba bien, aunque estaba algo mareada todavía. Además, destacó que no recordaba nada de lo que le había ocurrido antes de tener los ataques y contó que recién el martes recuperó la consciencia. Durante las últimas 48 horas, la deportista fue sometida a unos últimos estudios, mientras que en hace unos minutos recibió el alta. “Está todo un poco loco, ¿no?”, describió el miércoles -entre risas- Yésica al referirse a lo que han sido los últimos meses en su vida.
Su pelea más importante
Marcos es sin duda alguna la boxeadora más importante de la historia de Mendoza y una de las más trascendentales a nivel nacional. En noviembre del año pasado, a 12 años de haber sido noticia y protagonista de las principales fotos e imágenes de los medios posando con su cinturón de campeona, volvió a estar entre los temas de conversación. Aunque esta vez fue por el difícil momento que atravesaba la campeona.
Ella misma publicó en su redes sociales la foto de su “casa de cristal” (así la bautizó) en que la que estaba viviendo -una precaria vivienda construida con postes de madera, chapas y nailon-. Y desde ese momento, cuando la noticia fue reflejada en los medios, se dio inicio a una histórica cadena solidaria para ayudarla a resurgir de entre las ruinas.
Con distintas actividades solidarias se logró juntar material para que Yésica pueda construir una casa de material -con su propio gimnasio en el lugar-, mientras que el escritor y periodista Roberto Suarez presentó a comienzos de marzo un libro sobre la historia de Yésica Marcos, su difícil niñez y los años de gloria en que el mundo la conoció.
En aquella presentación, se anunció que todo lo recaudado en la venta de los libros se destinará para ayudar a la deportista, mientras que la Municipalidad de San Martín y el Gobierno de Mendoza anunciaron que trabajarán en conjunto a la Nación para encontrar un terreno fiscal que se le pueda entregar a Yésica Marcos para que construya su casa y su gimnasio.