Un joven de La Plata corta el pelo a cambio de ladrillos y materiales para poder construir una habitación a su hija de tres años. Fabián Maestre tiene 25 años, es hipoacúsico y lo llaman el “peluquero solidario” por sus múltiples iniciativas benéficas.
“Mi sueño es tener un terreno en el que pueda construir mi casa y ahí mismo poner una barbería”, contó Fabián. Actualmente vive en la casa de sus padres quienes le cedieron una parcela para que pueda hacerse una habitación.
Según informó La Nación, heredó la profesión de su madre y comenzó a cortar pelo en el 2018, después de aprobar el curso de peluquería.
“Tengo que hacer la losa, no es una casa pero voy a tener mi habitación. Me encantaría tener un terreno, pero se hace difícil. La gente me puede ayudar, sea para darme trabajo o con materiales”, explicó.
El joven está separado de la mamá de su hija, Emma, todos los fines de semana recibe a la niña en su casa.
“El precio del ladrillo por unidad cuesta $61,20, y un corte de pelo vale $350. El que puede, que colabore con dos ladrillos por cada corte”, explicó al ser consultado por el precio.
Peluquero solidario
Fabián es famoso en La Plata por llevar a cabo distintas iniciativas solidarias que van desde trabajar a cambio de juguetes para agasajar a los chicos en el Día de las Infancias hasta ofrecer cortes gratuitos en comedores, clubes y otros espacios con el solo fin de dar una mano.
A través de su cuenta de Instagram @fabian_peluquerosolidario, el joven va compartiendo información sobre los lugares en los que va a estar.
“Soy muy conocido en La Plata comohttps://www.losandes.com.ar/temas/robo/ el ‘peluquero solidario’ que rompe las barreras de la discriminación”, explicó Fabián, quien sufrió bullying en la escuela por su hipoacusia.
“Siempre me gustó hacer esto. Mi papá pasó un mal momento de chico y me ayudó a aprender el respeto y a ser solidario”, agregó.
Hace algunos meses Fabián había comprado una motocicleta para poder trabajar haciendo delivery pero en abril, cuando todavía tenía varias cuotas pendientes, sufrió un violento asalto y se la robaron.
“Cuando volvía para mi casa en moto dos pibes encapuchados me apuntaron con un arma y no los pude reconocer, me robaron la moto. Aunque se las di, me golpearon la cabeza con un culatazo”, recordó.
“Hasta el día de hoy estoy en un juicio porque no pude pagar más las cuotas porque yo las pagaba repartiendo”, contó.