Ocurrió en julio de 2017, pero ocho años después se conoció la sentencia contra la especialista. El damnificado tenía 5 años, quien presentó dificultades para comer y hablar. También fue víctima de burlas.
Sufrió una mala praxis en San Juan.
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Archivo Un niño de 5 años fue atendido en el Hospital Rawson de San Juan, en julio de 2017, por un fuerte dolor dental y fiebre. Sin embargo, la consulta por una muela con caries derivó en una intervención en una clínica privada, donde una odontóloga le extrajo un total de 12 dientes sin autorización de los padres.
El procedimiento quirúrgico terminó marcando la infancia del niño sanjuanino, ya que sufrió dificultades para alimentarse y hablar. Eso motivó a que su familia realizara una denuncia por mala praxis contra la odontóloga Romina Pellice. Finalmente, el caso concluyó con una condena judicial 8 años después.
La atención inicial apuntaba a tratar una sola muela de leche, pero semanas después el caso terminó con una extracción masiva de dientes. La familia, al considerar que nunca dieron su consentimiento para semejante procedimiento, denunció a la odontóloga.
“La extracción masiva de piezas dentales afectó severamente la calidad de vida del menor, que presentó dificultades para masticar, alimentarse y hablar. También se alteró su digestión, su curva de crecimiento y su desarrollo del lenguaje. El daño fue más allá de lo físico”, explicó la abogada de la familia.
Además de las secuelas físicas, el niño sufrió un fuerte impacto emocional. En el ámbito escolar fue víctima de burlas por parte de sus compañeros, lo que deterioró su autoestima y modificó su conducta. Según detalló la abogada, incluso abandonó las actividades deportivas que practicaba hasta entonces.
En tanto, este 2025 la jueza Ana Carolina Parra, de la Unidad de Finalización de Causas del Sistema Mixto de San Juan, sentenció a Pellice a un año de prisión en suspenso y la inhabilitación para ejercer la profesión por un año.
En su fallo, la magistrada indicó que la profesional actuó con imprudencia, ingresó al quirófano sin conocer en detalle la situación bucal del paciente, no elaboró un plan de trabajo, omitió considerar otras alternativas y no obtuvo el consentimiento informado de los padres para realizar el procedimiento.