La formación venía desde la ciudad Mendoza, las vías se dividían a la altura de calle Maipú, en Godoy Cruz con dirección al Sur, por donde hoy está trazada la ciclovía. Y luego un recorrido de 5 kilómetros, a la altura del barrio Trapiche, se llegaba a la estación Benegas, la más importante de este sector del departamento del ramal del ferrocarril General San Martín. En realidad, la estación Godoy Cruz, que era la principal, estaba sobre las vías que conducían hacia el Este, se encontraba a la altura del Club Godoy Cruz Antonio Tomba y se extendía hasta el hoy Espacio Verde Luis Menotti Pescarmona.
Un expreso del pasado
Toda esta información se puede apreciar en el Museo Ferroviario de la Estación Benegas, entre la ex Panamericana y Av. del Trabajo. Allí hay una maqueta con los dos sitios ferroviarios que por más de 100 años formaron parte de la vida diaria de vecinos y visitantes. El Museo se encuentra justamente en el edificio madre de la estación, donde funcionaron las oficinas de pasajeros y carga. Tras un trabajo que llevó varios años, la edificación volvió prácticamente a su estado original. “Desde Mendoza, el tren pasaba por aquí, podían subir pasajeros, pero el fuerte de la actividad estaba en la carga”, explican Marcelo Nardecchia y Rubén Lepez, coordinador de museos del departamento y presidente del Ferroclub Trasandino, responsables del manejo de las instalaciones centenarias. El tren seguía su camino hacia la ciudad de Luján, llegaba hasta San Carlos y estuvo operativo hasta principios de los 90. “Además tenía un ingreso directo a la Cervecería Andes, que está ubicada a pocas cuadras de aquí”, explica el arquitecto Nardercchia y agrega que también había un acceso a la bodega Trapiche, mientras que Lepez grafica la importancia de este ramal: “Para tener una idea, por aquí pasaba todo tipo de carga, hasta los áridos de Anchoris”.
Ambos señalan que el museo abrió sus puertas al público en 2015 y gran parte del material ferroviario lo aportó en Ferroclub Trasandino, que preside Lepez. “Para la realización de la maqueta contamos con el asesoramiento de especialistas en temas ferroviarios y el trabajo fue realizado por estudiantes de arquitectura de la Universidad de Mendoza en conjunto con miembros del Ferroclub”, resalta Lepez. Las maquetas de las estaciones Benegas y Godoy Cruz fueron realizadas de acuerdo a sus formas originales, con el asesoramiento especialistas de Barracas, de Buenos Aires. “El resto del trabajo es producto de un desarrollo de los realizadores. Por ejemplo, hay un sector de montaña, con un túneles, que representa el ferrocarril trasandino, también hay sectores de puentes, que grafican el paso del tren por la zona urbana, por ejemplo. Además, hemos respetado las pendientes del terreno por donde se desplaza el tren”, dice Lepez.
Imágenes retro y una historia narrada
Nardecchia, por su parte, cuenta que este museo “es un centro de interpretación. No podemos mostrar solamente piezas ferroviarias de manera aislada. Por eso, nuestra intención es que el visitante viva una historia. Que sepa qué es esto que está aquí. Por eso, en orden cronológico le vamos mostrando una secuencia de imágenes e información para que vaya comprendiendo cómo llegó el tren hasta aquí. Desde sus inicios, en Inglaterra hasta nuestros días”.
Aquí hay piezas del ferrocarril San Martín, del Trasandino y partes del tren de los cadetes chilenos, de la tragedia de Alpatacal, en La Paz. Y una serie de herramientas de mantenimiento y reparación de vías. Lepez comenta que a partir de cesiones, compras o donaciones, el Ferroclub Trasandino Mendoza, ha ido conformando la colección. Está compuesta por objetos representativos de diferentes labores y tareas que utilizaron los empleados del ferrocarril. Las secciones son: aceiteras y embudos, lámparas y faroles, placas, elementos de boletería, elementos del guarda, vestimenta, documentación, elementos de seguridad, de oficina, comunicaciones, herramientas, pequeños objetos, objetos especiales y maquetas. También hay muñecos con la indumentaria ferroviaria histórica, desde un jefe de estación, un mozo del restaurante hasta un operario y guardabarrera.
Héctor Rosas, director de Cultura del municipio, área de la que depende el museo ferroviario, comenta que la intención es acomodar los horarios de atención de las instalaciones durante el verano. “Probablemente abramos durante la tarde, porque generalmente se reúne mayor cantidad de gente a esa hora. En los próximos días informaremos sobre el horario de atención al público”.
Sobre el andén
Unos pocos metros al oeste de la estación se encuentran las vías el ferrocarril Trasandino, hoy cubiertas por la ciclovía. “Si bien el Trasandino pertenece al Ferrocarril Belgrano y la estación Benegas al San Martín, este era un punto importante. A partir de aquí, el Trasandino continuaba hacia Chacras de Coria para luego trepar hacia la montaña y el San Martín se dirigía hacia la ciudad de Luján y San Carlos”, señala Lepez muy ilusionado con la reciente inauguración de la puesta en valor de la Estación Paso de los Andes, de Chacras de Coria, a menos de 4km de la Benegas. Es que tras la inauguración, el Concejo Deliberante de Luján aprobó una ordenanza que autorizada al Departamento Ejecutivo a firmar convenios con instituciones y asociaciones de coleccionistas que posean relación cultural con la historia y la actividad del ferrocarril, “con el objeto de facilitar al municipio la recepción de asesoramiento, donaciones y comodatos que contribuyan a la incorporación de piezas de la estación, como así también la organización de actividades en conjunto”. La Paso de los Andes estuvo a punto de desaparecer, incluso estuvo ocupada ilegalmente por casi dos décadas
Lepez resalta que gran parte de las fotos que se pueden ver en la estación Benegas pertenecen al tren Trasandino y es fruto de un aficionado a la fotografía: Don Julio Monsalvo, recordado maquinista que durante muchos años residió en Polvaredas, en alta montaña y luego se trasladó a Guaymallén. “Don Julio, luego integrante de nuestro club, iba con su maquinita con sus rollos por todos lados y cada vez que tenía una oportunidad, sacaba fotos. Él mismo se encargaba del revelado. Y nos decía con su tonada cordobesa: tomá chiquito, las fotos. Había vivido toda su vida en Mendoza, pero mantenía su tonada”, recuerda con nostalgia, mientras les explica a dos ciclistas, uno es extranjero, algunos detalles del museo de Godoy Cruz.
Y tanto Nardecchia como Lepez aseguran que el lugar tomará un nuevo impulso y hasta de alguna manera se reinventará con el paso del Metrotranvía, la formación eléctrica urbana de pasajeros. La extensión del servicio que hoy une Las Heras, Ciudad, Godoy Cruz y Maipú, llegará a Luján. “Cerca de la estación estará el apeadero del Metrotranvía y, seguramente las antiguas instalaciones tendrán mayor visibilidad cuando los pasajeros pasen frente a nosotros”, confían.