A veces estamos tan ensimismados con nuestras cosas como país, que no levantamos la cabeza para ver lo que ocurre alrededor, o nos quedamos mirando cómo Europa y Estados Unidos están superando la pandemia, sin advertir lo que ocurre en nuestro propio continente. Por eso nos sorprende cuando nos damos cuenta de que desde afuera sí nos miran y se preocupan por ayudarnos a encontrar soluciones.
Más sorpresa nos causa enterarnos de que el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) abrió una convocatoria pública mundial para encontrar soluciones a los problemas de la pandemia en Latinoamérica y entre los elegidos hay un ingeniero sanrafaelino que, además, participó de los grupos de propuestas ganadoras.
Fabricio Piruzi tiene 30 años, es ingeniero en Informática, con una maestría en Administración de Negocios y quedó seleccionado entre 7.000 postulantes de todo el mundo para participar del MIT Covid-19 Challenge, un hackatón virtual que se desarrolló entre el 19 y el 21 de junio, cuyo objetivo fue encontrar soluciones a problemas del sistema de salud, protección a los sectores de la población más vulnerables, empoderamiento de la economía informal y prevención de la desinformación.
-¿Cómo llegaste a participar de un evento de esta magnitud?
-Ellos (MIT) abrieron la convocatoria tanto para los equipos técnicos como para mentoreo. Yo me postulé; te filtraban por el currículum y la experiencia. Eligieron entre 250 y 300. Además de profesionales de distintas ramas, liberaron cupos para estudiantes universitarios e inclusive para estudiantes de secundaria.
-¿Cuáles eran las propuestas y cómo trabajaron?
-El MIT definió 10 tracks de acción con preguntas disparadoras para poder pensar soluciones. Luego armaron los equipos por perfil, dependiendo de la profesión de cada uno para que estuvieran más en tema, con gente que no se conocía entre sí y que no podían tener soluciones preexistentes.
Entre los profesionales había físicos, matemáticos, informáticos, médicos y periodistas, cada uno especializado en distintas áreas. La idea era formar grupos heterogéneos que permitieran encontrar soluciones a los problemas planteados y que fuera posible ponerlos en acción en un período corto de tiempo.
-¿En qué grupos participaste y cuál fue tu tarea?
-Asistí a más de 15 equipos de distintos temas, principalmente en negocios, planteamiento de problemas, estrategia empresarial, gestión de proyectos y algo de mobile, desde el sábado a las 8 de la mañana (hora argentina) hasta el domingo a las 24. Pensé que iba a ayudar más en temas de tecnología pero, por la dinámica del evento, terminé ayudando en mi otra pasión: los negocios.
El 19 de junio los participantes presentaron sus ideas y luego se formaron equipos de cinco a siete integrantes. Durante las 48 horas siguientes, los equipos trabajaron estos conceptos con la asistencia de los mentores y organizaciones que colaboran con la iniciativa. El 21 de junio expusieron sus presentaciones finales al panel de jurados. Luego se seleccionaron los proyectos ganadores por cada uno de los segmentos mencionados.
-De los grupos con los que colaboraste algunos llegaron a la final
- ¡Sí! Ya estaba muy contento por ser seleccionado como parte del equipo de mentores, pero dos de los equipos que ayudé, principalmente a plantear la idea y el modelo de negocio, resultaron ganadores del evento. ¡Todavía no lo puedo creer! Esto significa que los proyectos se harán realidad pronto.
Con uno de los grupos hicimos un Zoom y en una hora resolvimos temas que normalmente en una empresa se tardan meses y en un gobierno, años. Al día siguiente resultaron ganadores.
Al otro equipo lo ayudé en su etapa inicial a mejorar el planteo de la idea y hacerla factible. Básicamente en 40 minutos trabajamos en el alcance de la misma, estrategia y planteo general. Poco tiempo después me enteré de que también ganaron.
Apenas una semana después de haber terminado el hackatón, la Legislatura mendocina otorgó a Fabricio Piruzi una distinción por su tarea en los proyectos que asistió y que resultaron ganadores. El primero, llamado “Enseña”, consistió en crear una plataforma educativa para ayudar a los padres a educar a sus hijos. El otro desarrolló un conjunto de procedimientos para poder anticipar la asignación de camas acompañadas por asistencia artificial en los distintos hospitales.