A Mauricio Israel López le dicen El Negro, es de Guaymallén y sufre parálisis cerebral: se desplaza en silla de ruedas y tiene dificultades en el habla. Días atrás, cuando vio que las puertas se le cerraban para lograr vacunarse contra el Covid-19, comenzó a difundir su situación para lograr dar el paso que le permita volver –medianamente-- a su rutina habitual.
“Mi vida como persona discapacitada cambió radicalmente desde el inicio de la pandemia”, comenzó señalando a Los Andes.
Hasta entonces, concurría a la escuela de adultos (en el CEBJA 3-257 de Guaymallén), salía con amigos y jamás se perdía los partidos de fútbol cuando jugaba Godoy Cruz.
“Estuve todo el año encerrado junto a mis padres jubilados y ahora necesito vacunarme para poder salir. El encierro me está matando”, dijo Mauricio, que tiene 42 años y vive en el barrio San José.
La carta que comenzó a viralizarse está dirigida al gobernador Rodolfo Suárez e intenta concientizar a las autoridades provinciales sobre la importancia de tomar a las personas en su condición como grupo de alto riesgo. “Pero cuando voy a la página (del Ministerio de Salud), no me permite inscribirme ¿Qué debo hacer? Supongo que tengo los mismos derechos que cualquier ciudadano en condiciones de recibir la vacuna”, exclamó.
Mauricio vive con $13.900, que percibe como subsidio por su discapacidad y si bien asume que su vida no es fácil, aclaró que hasta antes de la cuarentena no sufría grandes limitaciones. “Pero ahora sí, me siento limitado, encerrado. Necesito ayuda, necesito vacunarme por mis bajas defensas”, insistió. Sus padres cobran la jubilación mínima y su hermano falleció en un accidente.
“Es mi hermana quien me está ayudando en esto y confío en que pronto podré lograrlo”, indicó, para dejar su teléfono: 2613007167.
Por ahora, a medida que el gobierno nacional va adquiriendo y distribuyendo las vacunas, el Gobierno de Mendoza ha ido incorporando a diversos grupos de riesgo para su cronograma de inmunización contra el coronavirus.
Sin embargo, por ahora, para casos específicos como el de Mauricio ni de otras personas con discapacidad, no está previsto que aparezcan en ningún grupo prioritario, ni por la administración local ni por la nacional.