Los héroes muchas veces son silenciosos, anónimos. Y sus acciones mueven montañas. Fue el caso de un niño de 13 años que caminaba rumbo a la escuela en Colonia Segovia, Guaymallén, y que vio en un descampado a un perro atado con alambre, enfermo, casi a punto de morir.
Su gesto fue corto y preciso: lo desató sin dudar un segundo, sin temor, y lo llevó a un refugio llamado La Casita de Lula, situado a escasos metros y propiedad de cuatro amigas proteccionistas y apasionadas por los animales: Gallia Rossi, Noelia Barrera, Leticia Chagnaud y Mónica Gauna.
“Sólo podemos decirle gracias a este niño que siguió su camino hacia la escuela pero sabiendo que Camilo, así lo bautizamos al perro, iba a estar en buenas manos y atendido adecuadamente”, sintetizó Gallia en diálogo con Los Andes.
Así, Camilo pasó a integrar la lista de 270 perros que viven en el lote de 7.000 metros, adquirido por estas mendocinas. Incluso poseen una veterinaria propia que comenzó a realizarle las curaciones.
“Estaba en condiciones deplorables. Es un animal desnutrido, lleno de sarna, con infección y que estuvo quién sabe cuánto al rayo del sol. El niño lo salvó, y aunque no sabemos quién es, se lo agradecemos”, puntualizó.
Gallia, que es odontóloga, anticipó que, al igual que todos los canes que se encuentran en el lugar, Camilo una vez curado necesitará un hogar que le brinde cariño y atención.
“Aprovecho esta oportunidad para decirle a la gente que no compre perros de raza, que hay muchos animalitos de la calle que necesitan una familia”, dijo.
En el refugio vive un casero en forma permanente. Fue quien recibió al menor, que iba con guardapolvo caminando hacia la escuela por Colonia Segovia. “El casero no volvió a ver al niño, que hizo la buena acción del día. Insisto, la historia de Camilo es triste y trascendió porque está en muy malas condiciones, pero tenemos muchísimos animales en idéntica situación. Cada uno tiene su historia y apelamos a la solidaridad de las personas. Nos encantaría que se acerquen al refugio y conozcan a los protagonistas”, añadió.
Esfuerzo colectivo
Fue hace ocho o nueve años que Gallia Rossi conoció a este grupo de mascoteras que trabajaba por y para los animales desamparados. “Teníamos una casa alquilada en una zona urbana y comenzaron los problemas con los vecinos. Por eso tiempo después pudimos adquirir tres lotes que hoy están destinados a los perros y así fue que continuamos con esta labor que tanto amamos”, resumió.
La veterinaria no tiene un fin comercial y sólo atiende a los canes del refugio. Una de las amigas involucradas, Leticia, reside en Estados Unidos. “Pero el apoyo y la logística que brinda es igual en todos los casos. Las cuatro estamos abocadas a esta causa. Creo que 18 de las 24 horas del día estamos con nuestro grupo de WhatsApp hablando y solucionando problemas”, indicó Gallia.
Agregó que el lugar ya no cuenta con más capacidad para seguir recibiendo animales, aunque el caso de Camilo fue extremo.
En el refugio también viven tres chanchos: Reinaldo, Frida y Jaime. Todos los animales gozan de cuidados y buena salud. Mucha gente colabora con donaciones de dinero a través de Mercado Pago.
“Hay muchísimos animalitos, grandes, pequeños, ancianos y de diversos tamaños que necesitan una casa donde vivir. Una familia”, reiteró Gallia, para dejar los datos de Mercado Pago a todos aquellos que deseen hacer su aporte económico.
En general, como sucede con todos los refugios, muchas personas se acercan a dejar animales que encuentran abandonados o maltratados en la calle, aunque resulta difícil poder darlos en adopción.
“Es el mensaje que queremos brindarle al público. Todos nuestros animalitos tienen una historia triste. Hoy Camilo no contagia y tiene controlada su infección bacteriana, nosotros seguiremos ocupándonos de él al menos durante un mes más y luego estaremos en condiciones de darlo a una familia que sepa valorarlo y amarlo como se merece”, concluyó Gallia.
En la cuenta de Facebook del refugio la noticia comenzó a correr como reguero de pólvora: “Camilo nos parte el alma. Una vez curado necesitará un hogar que no tenga la crueldad del anterior”, señala el posteo y agrega la cuenta para quienes deseen colaborar.
Cómo colaborar
Instagram: @casitadelularefugio. Contacto de Gallia: 2615 09-9625.
Mercado Pago: 0000003100086163215390
Alias lacasitadelula.