Con las nevadas intensas y el temporal registrado a fines de agosto en distintos puntos de la Cordillera de los Andes mendocina, muchos animales silvestres se vieron afectados y alterados en sus rutinas. Algunos de ellos quedaron varados en medio de la nieve, sin poder siquiera moverse dentro de su hábitat natural, mientras que otros tantos fallecieron como consecuencias de las bajas temperaturas (principalmente en Malargüe). Incluso, fue en ese mismo contexto que -durante un recorrido de rutina- un grupo de guardaparques logró dar con dos cazadores en el área protegida del Manzano Histórico (Tunuyán), mientras cazaban guanacos.
En el Parque Provincial Cordón del Plata, en tanto, el sábado 26 de agosto, un grupo de guardaparques rescató a dos guanacos que habían quedado atrapados en la nieve y que, además, habían sido atacados por un grupo de perros, por lo que estaban heridos de gravedad.
Tras rescatar a los dos camélidos, los trasladaron a una zona donde pudieran permanecer resguardados y brindarles una mayor y más detallada asistencia. Sin embargo, el animal que estaba más malherido -tenía mordeduras y lesiones en el cuello y gran parte del abdomen- falleció al día siguiente del rescate.
LA RECUPERACIÓN DEL SOBREVIVIENTE
Los dos guanacos habían sido puestos a resguardo en un galpón de la Dirección Provincial de Vialidad, ubicado a pocos metros de la seccional de Guardaparques de Cordón del Plata.
Un día después del rescate, el domingo 27 de agosto, llegó al lugar la veterinaria Jennifer Ibarra y otros referentes de la Fundación Cullunche, quienes fueron convocados para ampliar la asistencia médica a los guanacos.
“Los dos guanaquitos eran juveniles y tenían mordeduras. Uno de ellos en el abdomen y el cuello, que fue quien no pudo sobrevivir a pesar de que se lo asistió en el momento. Y el otro tenía lastimadas las axilas”, resumió la veterinaria Ibarra a Los Andes. Y contó que en esa primera revisación exahustiva les suministraron antibióticos, además medicamentos para el dolor y de curar y desinfectar las heridas.
Ya con el fallecimiento de uno de los guanacos constatado, todas las energías estuvieron focalizadas en que se recuperara de la mejor manera el sobreviviente. Por la conducta que suelen tener estos animales, se cree que ambos habían sido relegados de una tropilla de la zona, justamente al haber crecido y dejado de ser ya chulengos (así se llama a la cría del guanaco).
Los Guardaparques de la Dirección de Recursos Naturales Renovables se encargaron de mantenerlo protegido, abrigado y estar atentos a todos los detalles que tuvieron que ver con su recuperación. Los veterinarios, además, habían dejado medicina y fardos de pasto para que les suministraran hasta que recuperaran las energías.
¡CUIDADO, PERROS SUELTOS!
Tras casi 10 días de cobijo y recuperación, el guanaco sobreviviente fue liberado y reinsertado en su propio hábitat.
Fue luego de que los guardaparques se percataran de que el ejemplar ya había recuperado la energía y la fuerza. Y como, literalmente, estaba en su propio hábitat, no tuvieron más que abrir la puerta del galpón y dejarlo salir y regresar al Área Natural Protegida (ANP).
“Creemos que los perros que los mordieron eran de un puestero que, justamente a raíz de las nevadas, salió a buscar a sus animales (vacas y caballos). Siempre suelen moverse con grupos de, por lo menos, 6 perros para intentar arriar al ganado. Y cuando los perros se encontraron con los guanaquitos, los atacaron y mordieron”, resumió Ibarra.
“Teniendo en cuenta que la principal hipótesis es la de un ataque de perros hacia los guanacos, esto debería ser un llamado de atención. Primero, para que la gente castre a sus perros y que no los abandone. Por esto mismo es que está prohibido ir con perros y mascotas a las áreas protegidas”, concluyó la veterinaria.
