Un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) pidió ayer al Consejo Superior que se declare persona “no grata” a la diputada Mercedes Llano, por votar a favor del veto de Javier Milei a la ley de Financiamiento Universitario. A pesar que el Consejo Superior ya había tomado como “personas no gratas” a todos los legisladores que apoyaron el veto, este nuevo pedido fue en particular para Llano ya que pertenece a la comunidad universitaria al ser docente de la Facultad de Ciencias Políticas.
Además, la diputada también es egresada de la misma casa de altos estudios y en su momento fue becaria de Conicet, lo que llamó la atención y generó repudio ante el grupo de estudiantes que se presentó frente al Consejo Superior. Cabe mencionar también que de los diez diputados nacionales por Mendoza, en total tres votaron a favor del veto: Facundo Correa Llano (La Libertad Avanza), Mercedes Llano (PD) y Álvaro Martínez (La Unión Mendocina).
Del resto de los legisladores mendocinos, rechazaron el veto los radicales Lisandro Nieri, Julio Cobos y Pamela Verasay, en conjunto con los peronistas Martín Aveiro, Liliana Paponet y Adolfo Bermejo. Lourdes Arrieta, que actualmente tiene su monobloque Fuerzas del Cielo-Espacio Liberal, también votó en contra del veto.
En una sesión que fue transmitida por los canales oficiales de la UNCuyo, la declaración como “persona no grata” fue declarada a modo general para los 83 legisladores que apoyaron el veto. Ante esto, el Partido Demócrata de Mendoza (PD) respondió a la decisión del Consejo Superior mediante un comunicado que difundieron en X.
“Manifestamos nuestro total repudio a la resolución del Consejo Superior de la UNCuyo mediante la cual declaran como persona no grata a Mercedes Llano, diputada nacional por el PD, entre otros legisladores, por el hecho de expresar libre y responsablemente su posición sobre el financiamiento de Universidad pública a través de su voto en la Cámara de Diputados de la Nación”, escribieron desde el Partido Demócrata.
Y destacaron: “Dicha actitud no hace otra cosa que dejar en evidencia el accionar intolerante y autoritario del Consejo, prominentemente radical, producto de la partidización a la que se encuentra sometida la UNCuyo, pretendiendo aleccionar y acallar al que piensa distinto”.