Según una encuesta realizada por la Fundación Huésped, el 70% de las personas mayores nunca se había hecho un test de VIH, lo que da cuenta de la poca percepción del riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.
En la apertura del XIX Simposio Científico de esa entidad, el infectólogo Pedro Cahn explicó que los datos surgen de una encuesta que hizo esta organización en personas mayores de diferentes centros de jubilados.
El estudio también reveló que el 63% de los entrevistados nunca estuvieron en contacto con actividades de prevención de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.
Al ser consultadas sobre por qué nunca no se hicieron un test, el 30% respondió que tenía pareja estable, el 25,7% que no se consideraba en riesgo, el 24,3% que nunca recibió el ofrecimiento por parte de personal de la salud y el 20% que “no se les presentó la oportunidad”.
Estos datos cobran especial relevancia si se tiene en cuenta que más el 55% de las personas mayores de 60 años llegan al diagnóstico de VIH en forma tardía, a diferencia de la población adolescente, en la que el diagnóstico tardío representa sólo el 20%.
“Esto resultados nos tienen que interpelar a nosotros como profesionales que cuando atendemos personas mayores dentro de los estudios que tenemos que pedirle debemos incluir el VIH y no lo hacemos porque consideramos que las personas mayores no tienen actividad sexual”, indicó Cahn.
Según informó Télam, el infectólogo y presidente de Huésped remarcó que “si bien para todas las personas es importante hacer diagnóstico temprano y tratamiento oportuno, en las personas mayores esto es más relevante aún”. La exposición de Cahn fue una de las tres del primer panel que inauguró el Simposio cuyo tema fue “Las terapias antirretrovirales a lo largo de la vida”.
El primer orador de la jornada fue Jorge Pinto, jefe del Grupo de VIH/SIDA Pediátrico, Adolescente y Materno de la Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil, quien señaló que “hubo una declinación mínima de casos pediátricos de VIH respecto a 2015, en particular de neonatos”.
El especialista señaló que en la actualidad “hay un reducido número de tratamientos antirretrovirales para población pediátrica, en especial para recién nacidos”.
En este contexto, Pinto describió que el dolutegravir es el medicamento que actualmente se está utilizando como de preferencia para población infantil y adolescente, pero enfatizó que es necesaria la investigación urgente en “nuevas formas de administración, mejores medicamentos y regímenes más resilientes, seguros y eficaces a largo plazo”.
Durante este primer panel también expuso Sharon Walmsley, directora de la Clínica de Inmunodeficiencias del Hospital de Toronto, Red Universitaria de Salud, quien habló de las mujeres en edad gestante y mencionó la escasa investigación específica en drogas para esta población.
“En 40 años hubo sólo un estudio específico para evaluar una droga en mujeres; todas tienen niveles de eficacia similares a la de los hombres, pero falta saber cuáles son las más seguras”, indicó Walmsley.
La investigadora señaló que, por ejemplo, sería importante determinar las mejores drogas en relación a la osteoporosis, un problema presente en muchas mujeres, sobre todo a partir de la menopausia “por lo que sería importante saber cuál es la mejor opción para preservar los huesos”.
“También hay que estudiar el tema del aumento de peso o la aparición del síndrome metabólico a partir de los antirretrovirales, saber si esto sucede realmente, si es más frecuente en mujeres y alertarlo”, indicó.
Respecto de la etapa en la que una mujer puede quedar embarazada, en caso de que no quiera “tenemos que conocer la interacción de anticonceptivos con los antirretrovirales o bien sugerir otros métodos como los dispositivos intreauterinos”.
“Y en el caso de que quieran quedar embarazadas, es importante que se llegue al embarazo con carga viral indetectable, pero faltan estudios de seguridad para saber qué tratamiento es el mejor durante el primer trimestre”, señaló Walmsley.
Y añadió: “Tampoco sabemos si las terapias antirretrovirales tienen impacto en el futuro de los bebés recién nacidos” y como decía Pinto, “faltan estudios de largo plazo en población pediátrica”.
La especialista indicó que “también hay que mejorar las formas de administración de las terapias, por ejemplo, con inyectables ya que, durante etapas como el posparto, las mujeres que venían cumpliendo con la toma de la medicación muchas veces están desbordadas y no pueden lograr una buena adherencia”.
El Simposio de Huésped se extenderá hasta el viernes 9; se trata de un encuentro en el que investigadores, referentes de la sociedad civil y profesionales de la salud -internacionales y del país- presentan novedades en VIH, Covid-19, enfermedades transmisibles y salud sexual y reproductiva.
Algunas de las sesiones destacadas incluyen a Diego Golombek (UdeSA y Conicet) sobre “La ciencia en la vida cotidiana”; Jürgen Rockstroh (Alemania) con “Covid-19 y VIH: La sinergia de dos pandemias” y Tomás Orduna (Hospital Muñiz) con “El nuevo desafío: las zoonosis del siglo XXI, a propósito de la viruela símica”.
En cuanto a las novedades sobre VIH, además de la presentación de Cahn sobre “Envejecimiento y VIH” también sobresale la disertación sobre datos clínicos que fundamentan las guías de tratamiento con antirretrovirales de Claudia Cortés (Chile).