Un estudio realizado en Argentina pudo determinar la efectividad de una dosis de vacuna Sputnik V para reducir infecciones, hospitalizaciones y muertes.
Se trata de un buen aporte teniendo en cuenta que se hizo el seguimiento en condiciones reales, en Buenos Aires, en uno de los países que más dosis de este inoculante para el Covid-19 ha recibido. Involucró a pacientes de entre 60 y 79 años.
“Los resultados de este estudio realizado en entornos de la vida real indican que el primer componente de la vacuna Gam-COVID-Vac previene el 78,6% de las infecciones por SARS-CoV-2 confirmadas en laboratorio, el 87,6% de las hospitalizaciones y el 84,8% % de muertes entre 21 y 83 días después de la vacunación en una población de 60 a 79 años; estos datos son consistentes con conocimientos previos sobre el tema”, expresan los resultados.
El trabajo fue publicado en The Lancet, una de las más prestigiosas publicaciones científicas a nivel mundial. Esto implica el respaldo de la investigación dado que para llegar a esa instancia debe ser previamente evaluado por pares de reconocida trayectoria.
La información aporta datos concretos en un contexto en el que hay argentinos y mendocinos que aguardan completar su esquema de vacunación con este desarrollo (ver debajo).
Lleva por título “Efectividad del primer componente de Gam-COVID-Vac (Sputnik V) en la reducción de infecciones confirmadas por SARS-CoV-2, hospitalizaciones y mortalidad en pacientes de 60 a 79 años”.
Santiago Olszevicki, Soledad González, Martín Salazar, Ana Calabria, Lorena Regairaz y Lupe Marin, son los investigadores argentinos que lo llevaron a cabo.
“Finalmente publicado nuestro estudio de efectividad de la primera dosis de Sputnik V en mayores de 60 años”, anunció en Twitter el joven bioquímico Santiago Olszevicki.
“Este trabajo es el primero publicado para Sputnik V en el mundo sobre la efectividad de la primera dosis (...) se suma a muchos otros de otras vacunas que demuestran que la efectividad de la primera dosis de las vacunas contra el Covid-19 es excelente y que, por ello, postergar las segundas dosis para ampliar el acceso a las primeras era una estrategia muy acertada de salud pública”, agregó.
Escenario cambiante
La campaña de vacunación en Argentina encontró dificultades para avanzar con constancia y lograr una amplia cobertura de población. Lo mismo ha ocurrido en otros países debido a la falta de inoculantes y por ello, en marzo se decidió priorizar la aplicación de primeras dosis para llegar a más gente. Cuando se inició la campaña en diciembre, lo primero que ingresó a Argentina y en cantidad fue el desarrollo ruso, Sputnik V, que requiere un esquema completo de dos dosis pero cuyo segundo componente es diferente del primero. Sucedió que Rusia entregó con demoras el segundo, mientras que además lo hizo en mucho menor medida, aproximadamente un cuarto de las que envió del primero.
Con la irrupción en el escenario mundial de la más infecciosa variante Delta se modificó la estrategia y comenzó a recomendarse completar esquemas. En ese marco, se generó gran inquietud en las personas que aguardaban Sputnik, ya que a muchos se les cumplió el intervalo recomendado entre dosis de 90 días y es por eso que se habilitó la combinación voluntaria con AstraZeneca o Moderna (en Mendoza se usa esta última).
Sobre parte de esto también sacaron conclusiones los investigadores: “Sin duda, el esquema completo de vacunación debe ser el estándar de atención ya que confiere la máxima efectividad. Sin embargo, si la primera dosis tiene un desempeño aceptable en la disminución de infecciones, hospitalizaciones y muertes por Covid-19, retrasar la segunda dosis permitirá la vacunación de una mayor proporción de la población en un panorama de escasez de vacunas. Este efecto beneficioso también se extenderá a toda la comunidad de manera indirecta, dado que ayuda a desarrollar la inmunidad de la población al COVID-19”.
Pero aclaran que es posible que sus resultados no sean aplicables a nuevas variantes, como la variante Delta. Por ello, destacan la necesidad de monitorear continuamente la efectividad de las vacunas actuales. Esta variante no ha sido declarada aun de circulación comunitaria en el país aunque ya hay más de 1.000 casos detectados.
El 11 de agosto, el Ministerio de Salud de Rusia, informó que la eficacia de la vacuna Sputnik V frente a la variante Delta del coronavirus fue del 83,1% contra la infección sintomática y del 94,4% frente a las hospitalizaciones.
Así, los argentinos destacaron mejores resultados con un intervalo más largo. Esto en contraposición a quienes han estimado que con el tiempo puede perderse protección, aunque las autoridades sanitarias se han encargado de llevar calma al sostener que “las vacunas no vencen” y puede retomarse el esquema más allá del plazo sugerido.
Según expresaron en la publicación, los resultados del estudio de fase III de AZ-ChAdOx1 nCoV-19 evidenciaron una mayor eficacia en la prevención de la infección en un subgrupo que recibió la segunda dosis de la vacuna después de un intervalo de tiempo que fue más largo de lo planeado originalmente. “Estos alentadores resultados respaldaron la implementación de una segunda dosis retrasada en el contexto de una situación epidemiológica que se deteriora rápidamente y / o una baja disponibilidad de vacunas en algunas regiones. El Reino Unido y Canadá adaptaron sus campañas de vacunación a la nueva evidencia y modificaron el programa originalmente establecido por los fabricantes posponiendo la segunda dosis de sus vacunas autorizadas por 3-4 meses”, mencionan.
“En conclusión, la eficacia de Gam-COVID-Vac en la prevención de infecciones, hospitalizaciones y muertes fue comparable en todos los subgrupos de edad con o sin comorbilidades, de acuerdo con la fase III y algunos estudios de la vida real”, remarcan los expertos.
El estudio
En la publicación se dan detalles de cómo se hizo el abordaje y se remarca que una primera dosis de varias vacunas proporciona una protección aceptable contra las infecciones por SARS-CoV-2 y la evolución a las formas más graves de COVID-19. “La vacuna basada en adenovirus recombinante (rAd), Gam-COVID-Vac (Sputnik V), demostró ser eficaz, pero falta información sobre la eficacia en el entorno del mundo real. El objetivo de nuestro estudio fue investigar la asociación entre el lanzamiento del primer componente (rAd26) de Gam-COVID-Vac y las pruebas de PCR positivas, las hospitalizaciones y las muertes”
Para ello, se realizó un estudio de cohorte retrospectivo en el que se analizaron individuos de 60 a 79 años que se autoinscribieron en el sistema de vacunación en línea de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, desde el 29 de diciembre de 2020 al 21 de marzo de 2021. Los criterios de exclusión fueron tener un TR previo positivo -Pruebas de PCR o antígeno para SARS-CoV-2, habiendo recibido otras vacunas, o dos dosis de cualquier vacuna.Luego, tal cual detallan, se compararon las proporciones de nuevas infecciones, hospitalizaciones y muertes por SARS-CoV-2 confirmadas en laboratorio hasta los 83 días de vacunación entre sujetos vacunados y no vacunados.
“Los resultados del estudio indican que, en la vida real, el primer componente de la vacuna Sputnik V confiere una alta protección contra las infecciones por SARS-CoV-2 confirmadas en laboratorio, hospitalizaciones por COVID-19 y muertes en una población de 60 a 79 años”, aseguran. Además sostienen: “Este efecto fue consistente en todos los subgrupos evaluados. Nuestros resultados podrían brindar apoyo para retrasar la segunda dosis en países que enfrentan escasez de vacunas para permitir una mayor cobertura de población con una sola dosis. Evaluar la efectividad de una dosis única durante un período de seguimiento más largo que los 83 días probados en este estudio podría ser crucial para identificar el período de tiempo más apropiado para retrasar la segunda dosis”.
Puede verse la publicación aquí.