Por fin, Sebastián Touza, “Seba” para sus amigos, quedó inmortalizado en el lugar que tanto amó y donde transcurrió gran parte de su vida, la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo)
A instancias de Cecilia Pereyra, su esposa y compañera durante nada menos que 33 años; y de su hija Matilda, quedó inaugurado un espacio de lectura en la Biblioteca Central denominado “Seba Touza”.
Pero ¿Quién fue este prestigioso docente e investigador conocido en todo el ámbito académico? Egresado de la carrera de Comunicación Social de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNCuyo, por medio de una beca completó sus estudios doctorales en Canadá. Fue entonces cuando decidió radicarse en ese país por unos cuantos años.
Luego regresó a la Argentina como investigador repatriado por el gobierno nacional y, de esa manera, volvió a su Mendoza natal junto a su familia. La Facultad volvió a ser el ámbito para desarrollar su nueva etapa docente.
Lo cierto es que el Covid 19 se lo llevó en la plenitud de su vida y de su carrera, el 20 de abril de 2021, a los 58 años de edad.
“La donación de la Biblioteca de Sebastián a la Biblioteca Central, fue una decisión que tomamos con Matilda, nuestra hija, y sin dudas fue difícil ya que los libros de él ocuparon siempre un lugar muy importante en nuestro hogar”, resumió Cecilia, en diálogo con Los Andes.
“Sin embargo, estamos convencidas de que es el mejor destino para todos sus libros. Sebastián, por sobre todo, fue docente y el hecho de que sus libros hoy estén en este espacio es una forma de que continúe su tarea educativa. Estamos felices por la repercusión que ha tenido este lugar. Colegas, alumnos y allegados nos han hecho llegar su aprecio”, sostuvo la mujer.
El espacio que donaron Cecilia y Matilda está compuesto por todos sus libros, además de sillones de lecturas que donó la familia Touza, es decir, sus hermanos Ana Laura y Rodrigo.
“Ellos, que a su vez perdieron a su madre una semana antes que su hermano, representan una gran compañía para Matilda y para mí. Mi hija perdió a su papá y a su abuela en el término de una semana”, dijo.
Leer fue la marca registrada de la vida intelectual y personal de Sebastián, por eso la Biblioteca Central de la UNCuyo destinó un lugar especial en su edificio a fin de recordarlo. Pero no todo quedó agotado allí, ya que el mismo día de la inauguración se presentó el libro “Glosario de filosofía de la técnica”, a cargo de Agustín Berti, Natalia Fischetti y Ariel Benasayag y en el que Sebastián también formó parte.
Lo cierto es que el espacio de lectura “Seba” Touza es un sitio que cuenta con 450 libros y parte del mobiliario que perteneció a esta figura intelectual de las más nutridas y consistentes dentro del ámbito académico. La comunidad universitaria recibió este legado de la mano de la familia del docente, una decisión que reafirma la generosidad y el compromiso por compartir el conocimiento que acompañaron siempre al recordado Sebastián.
Adrián Méndez, coordinador de la Biblioteca Digital de la UNCuyo, se refirió al paso de Sebastián por el lugar, al proyecto de investigación que desarrolló sobre repositorios institucionales vinculados al acceso abierto y contó algunas anécdotas personales que pusieron de relieve su buen humor.
Cecilia agradeció a las personas que asistieron a la inauguración y a las que acompañaron la iniciativa. Según explicó, tomó la decisión de la donación junto a su hija Matilda.
“Nos causaba hasta tristeza pensar que los libros estuvieran ahí, sin que nadie los viera ni los usara. Nos pareció que era una forma de seguir haciendo docencia a través de ellos acá”, reflexionó su mujer.
Son centenas de libros que leyó y con los que trabajó incansablemente Sebastián Touza. Como valor agregado tienen sus marcas, sus escrituras y aclaraciones en cada párrafo y cada frase analizada.
“Con Matilda pensamos que lo más adecuado era compartirlos y traerlos acá que era un espacio que él amaba realmente”, reiteró. La idea, explicó, es que sea un espacio abierto que siga creciendo e incorporando libros de nuevas ediciones, algo que, en definitiva, era lo que Sebastián buscaba siempre. Esta idea es apoyada por los hermanos del docente fallecido, a quien Cecilia define como “insoslayables laderos”. Destacó que están en comunicación con editoriales que trabajaban con Sebastián interesadas en enviar sus materiales. “Deseamos que la biblioteca tenga un fuerte impacto en la docencia y en la investigación”, concluyó.
Gabriel Fidel, vicerrector de la UNCuyo y Julio Aguirre, secretario académico, recordaron a Sebastián, coincidiendo en su generosidad profesional, su incansable disposición al trabajo e hicieron hincapié en su perfil discreto, inquieto y siempre comprometido con el otro.
El nuevo espacio cuenta con 450 libros que están disponibles para consulta y préstamo. Todos han sido catalogados y en breve se podrán buscar en las bases de datos bibliográficas del Sistema Integrado de Documentación (SID). Se los distinguirá con la etiqueta Biblioteca Seba Touza, que permitirá la recuperación de manera virtual.
La trayectoria del docente
Académico reconocido a nivel nacional e internacional, también fue autor de numerosas publicaciones científicas y dirigió numerosas tesis de grado y posgrado.
Sebastián era un estudioso de los vínculos entre capitalismo, medios digitales y producción de subjetividades, además de ser especialista en la obra del filósofo Baruch Spinoza.
Comprometido desde joven con las luchas sociales, la problemática ambiental y los feminismos, tuvo un destacado rol sindical como delegado de Fadiunc.