Cada vez son más las personas que, por decisión propia o por recomendaciones, buscan comenzar a consumir productos alimenticios que no estén signados por la crueldad animal. Sin embargo, para quienes transitan este camino muchas veces es difícil reemplazar la comida de origen animal de la que tanto nos hemos acostumbrado los argentinos.
Por este motivo, una carnicería vegana causa sensación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al ofrecer carnes “sin dolor” que recrean el tentador sabor del asado, las hamburguesas y los fiambres. Lo innovador de este emprendimiento de cinco amigos, es que cada persona puede elegir lo que desea consumir en base a una amplia oferta de orígen vegetal.
Carnes Plan Based (CPB) es el nombre de la carnicería ubicada en Avenida Córdoba al 4974, justo al límite de Villa Crespo y Palermo. Si bien el negocio comenzó a gestarse en 2022 y abrió sus puertas al publico finalmente en agosto del año pasado, sus fundadores, Mariel, Ezequiel, Javier, Martín y Diego se conocen desde muchos años antes.
Con profesiones y vidas muy variadas y diferentes, un día los cinco amigos se percataron de que había una problemática que los unía: la conciencia sobre la producción de carnes y la empatía para con los animales. Si bien no todos eran veganos o vegetarianos, algunos integrantes de sus familias sí lo eran, por lo que tomaron la decisión de comenzar a incursionar en una alimentación que fuera mucho más allá de las opciones “plant based” ya conocidas.
“Se trata de dar el paso a probar alternativas más amigables con los animales y el planeta sin sacrificar el sabor ni la conciencia”, indican en su sitio web. Y, en su página de Instagram (@carnesplantbased) profundizan: “La carne a base de plantas es una sabrosa alternativa a la carne tradicional de orígen animal. Está elaborada con ingredientes sostenibles, como proteínas, vegetales, granos, legumbres y especias”:.
En diálogo con el medio nacional TN, Javier, uno de los dueños de la carnicería, brindó detalles sobre cómo surgió la innovadora idea: “La idea era algo sencillo y descriptivo. En el ámbito de esta alimentación crecieron las dietéticas o mercados saludables, pero lo nuestro no es eso. Entendimos que había que ser concretos, que se entendiera lo que nosotros ofrecemos y a dónde queremos ir. Por eso consideramos ese nombre: que sea sencillo y llame la atención a quienes les guste y a quienes no”.
“Entendimos que había una posibilidad importante de hacer un formato más cotidiano de quienes no venían de una alimentación vegana”, siguió. En esta línea, remarcó que los productos de CPB no son únicamente para un consumidor vegano: “No importa que lo vea parecido a un corte de carne sino que lo disfrute, que sea algo cotidiano. Vos acá podés venir a llevarte la mínima unidad de lo que quieras. Ese rubro queremos ofrecer, variedad y la posibilidad de que se acomode a tus deseos”.
“Nuestro local no es solo para veganos o vegetarianos, viene mucha gente que no lo es a comprar y notamos que hay una experiencia muy positiva, muy linda. Mucha gente que no lleva una vida consciente del vegetarianismo entra con cierta desconfianza, con mirada mas burlona pero en cuanto uno le cuenta o explica se animan a probar y es sumamente positivo”, añadió.
En cuanto al amplio catálogo de CPB, Javier detalló: “Vendemos muchos productos que son imitaciones de las carnes de distintos tipos de orígenes y sabores y fiambres fraccionados a base de plantas, 100% libre de animales. Está presentado en un formato de carnicería porque es donde venden cosas de origen animal, pero nosotros ofrecemos churrascos, pechugas, nuggets, hamburguesas, todo lo que puede aplicarse en una receta de hogar, cotidiana, pero a base de plantas”, detalló.
Asimismo, el emprendedor reconoció que algunos productos veganos son más costosos que la carne animal a causa de la crisis económica y la dificultad de producir alimentos sin crueldad animal en territorio nacional, puesto que algunos de sus ingredientes no se consiguen aquí.
“La alimentación de origen animal en Argentina, con una historia tan larga y poder tan grande, tiene subsidios y costos menores, por eso la alimentación a base de plantas se tiene que ir adaptando en precios. Muchas cosas no se consiguen en nuestro país o no cuentan con subsidios y eso hace que ciertos productos sean más costosos”, explicó.
“Los símil carnes, quesos o fiambres tienen valores más altos porque la materia prima proviene del exterior o los precios están atados al dólar, pero tienen un costo cercano a la carne animal”, continuó.
“Nosotros, como todas las personas que producen símil carne, no intentamos engañar a nadie, intentamos acercar a la gente que buscaba esto y no lo encontraba (...) Nadie es dueño de decidir lo que otros pueden o quieren comer y las puertas de CPB están abiertas para quienes quieran conocer y consumir lo que ofrecemos”, concluyó Javier..