En el marco del Día Mundial de Sangre de Cordón Umbilical, que se celebra cada 15 de noviembre, un conocido banco de preservación de células madre argentino presentó una novedosa propuesta para tratar el autismo. La entidad, llamada MaterCell, envió una muestra de células madre de cordón umbilical a Estados Unidos para tratar un caso de autismo en un niño de 5 años.
“Los tratamientos con células madre son una de las esperanzas de la medicina actual, brindan la posibilidad de afrontar enfermedades o afecciones para las que existen escasos tratamientos”, manifestó la doctora Patricia Epstein, directora médica del banco de criopreservación.
En este caso, según la institución especialista, el autismo es una condición que afecta a 1 de cada 68 chicos, “de allí deriva que la aplicación de células madre de cordón aumentará 20 veces en los próximos años”, agregó Epstein.
Es por eso que el proceso de liberación de muestras de células madre es un hito para la medicina regenerativa, que busca brindar a la población nuevas propuestas para el cuidado de la salud. En este sentido, la medicina regenerativa tiene como objetivo regenerar o sustituir las células afectadas por trastornos y enfermedades, reparando un tejido u órgano hasta mejorar su funcionamiento.
Según detalló Marcela Marominsky, especialista de MaterCell, en la actualidad “el 99% de los cordones umbilicales en Argentina se descartan por falta de concientización, a pesar de que se trata de un material fácil de recolectar, almacenar y es de rápido acceso para trasplantes”.
Además, aclaró que “las investigaciones han demostrado que en los trasplantes de células madre de cordón umbilical existe un riesgo significativamente menor de adquirir la enfermedad de injerto contra el huésped en comparación a los pacientes que se someten a un trasplante de médula ósea”.
En este caso en particular, el banco de preservación de células madre envió su tercera muestra en lo que va del año, esta vez con destino a la Universidad de Duke, en Estados Unidos, donde reside Bautista, el paciente de 5 años. Su padre, Leonardo, contó al laboratorio que el niño “posee déficit de comunicación verbal marcado y se encuentra en tratamiento convencional de estimulación desde hace alrededor de 3 años”.
Según MaterCell, la aplicación de células madre en niños autistas demostró que en el subgrupo de pacientes menores a 4 años presentaban mejoras significativas en la socialización, el habla, el contacto visual, progreso de la comunicación y de las habilidades sociales. “El uso de células madre en niños con autismo es seguro, y los resultados parciales de la terapia con células madre de cordón umbilical son prometedores”, completa el informe.
Actualmente se realizan terapias utilizando células madre de cordón umbilical con resultados positivos en el tratamiento de más de 85 enfermedades, tales como leucemias, linfomas o anemias severas. El laboratorio explicó que “se está investigando el uso en el abordaje de la parálisis cerebral, lesiones de médula espinal, autismo y diabetes tipo 1″.
Además de las 21 muestras ya liberadas, MaterCell cuenta con más de 80.000 muestras almacenadas que se pueden utilizar para regenerar, sustituir o reemplazar tejido dañado, inexistente o que se necesita modificar. A su vez, en el mundo ya se concretaron más de 40 mil trasplantes de células madre utilizando sangre y tejido del cordón umbilical de donantes y de bancos familiares privados.
Por lo que trascendió el banco de criopreservación, en el mundo están en marcha más de 100 ensayos clínicos e investigaciones que estudian la aplicación de células madre de la sangre y del tejido del cordón umbilical en medicina regenerativa. “En los próximos años, se estima que aumentará 20 veces la tasa de uso de las células madre del cordón umbilical. La medicina regenerativa es el futuro para la prevención de la salud”, manifestó el doctor Ivan Chillik, Gerente General de MaterCell.
Algunas de las enfermedades que pueden tratarse con estas células son cánceres, trastornos de la sangre, trastornos inmunitarios y desórdenes metabólicos, entre otras. Además, están en investigación otras áreas de posible aplicación, como enfermedades autoinmunes, neurológicas, cardiovasculares o bien terapias genéticas para enfermedades hereditarias.