Tutankamón, el faraón de la antigua civilización egipcia que gobernó entre 1332 a.C y 1323 a.C, ha sido objeto de un apasionante estudio que ha permitido conocer cómo era su rostro con asombrosa precisión.
Un equipo internacional de investigadores provenientes de Brasil, Australia e Italia se ha dedicado a realizar una minuciosa reconstrucción digital de su cráneo, revelando facetas desconocidas de este enigmático personaje.
Cicero Morales, experto en gráficos y coautor del estudio, señala la importancia de este logro al afirmar: “Para mí, parece un hombre joven con un rostro delicado”. Estas palabras reflejan la sorpresa y el asombro que ha generado la imagen reconstruida de Tutankamón, la cual muestra a un rey juvenil, casi adolescente, que contrasta con las representaciones previas basadas en obras de la cultura popular.
El proceso de reconstrucción del rostro de Tutankamón no estuvo exento de desafíos. El equipo de investigadores no tuvo acceso directo al cráneo del faraón, por lo que utilizaron un modelo digital modificado basado en estudios previos. “Fue un trabajo de detective, donde se concatenaron rastros de información para proporcionarnos un modelo tridimensional del cráneo”, explica Morales.
A partir de datos de proporción y medidas cefalométricas, lograron ajustar el cráneo virtual a las características específicas de Tutankamón.
La reconstrucción no se limitó al cráneo, sino que también se tuvieron en cuenta otros elementos anatómicos y características físicas basadas en estudios estadísticos realizados en tomografías computarizadas de personas vivas de distintos ancestros. Con estos datos, los investigadores recrearon el tamaño de los labios, la posición de los globos oculares, la altura de las orejas y el tamaño frontal de la nariz. Además, se aplicaron marcadores que indicaban el grosor de los tejidos blandos, utilizando como guía datos de egipcios modernos.
El resultado final de la reconstrucción del rostro de Tutankamón es impresionante, pero no es la primera vez que se intenta visualizar cómo lucía este enigmático faraón. En 2005, otro equipo de investigadores realizó una reconstrucción que guarda sorprendentes similitudes con la actual. Michael Habicht, egiptólogo y coautor del nuevo estudio, destaca este hecho al señalar: “Nuestra reconstrucción es increíblemente similar a la realizada por un equipo francés hace unos años”.
El estudio publicado en el Diario italiano de anatomía y embriología, ha despertado un renovado interés por la cultura del antiguo Egipto. Los investigadores han logrado generar una imagen convincente del rostro de Tutankamón, brindando una nueva perspectiva sobre este enigmático monarca.
Cicero Morales, entusiasmado con los resultados, expresa su pasión por la cultura egipcia y su deseo de seguir explorando su fascinante historia: “Entré como una persona que apreciaba el antiguo Egipto y salí ahora como un verdadero fanático de esta impresionante cultura, lleno de determinación para estudiar más y sacar a la luz otras piezas de su fantástica historia”.