Hace dos años, cuando se avecinaba la última temporada invernal antes de la pandemia, el Ente Mendoza Turismo celebraba haber alcanzado los 210 vuelos semanales (ida y vuelta). Hoy, con el refuerzo que las aerolíneas implementaron para las vacaciones de invierno, apenas se alcanzan los 35. Por otra parte, de las nueve líneas aéreas que operaban en la provincia, han quedado sólo tres. Las conexiones directas con destinos nacionales sin necesidad de pasar por Buenos Aires casi han desaparecido y ya no hay viajes internacionales directos. A lo que se suma que las reservas en hoteles para esta temporada llegan solo al 10%.
La pandemia impactó de modo marcado en todas las actividades ligadas al turismo, pero, cuando se levanten las restricciones, el efecto se seguirá sintiendo en la provincia. Es que esa conectividad aérea que permitía que muchos argentinos y extranjeros llegaran en vuelos directos al aeropuerto El Plumerillo se ha perdido y es difícil saber cuánto tiempo tomará recuperarla.
A principios de 2019, el panorama de conexiones aéreas se había modificado. Como consecuencia de la crisis económica que ya se empezaba a sentir con fuerza, algunas líneas áreas dejaron de ofrecer los viajes internacionales que salían desde Mendoza. Es que esos vuelos habían sido pensados para los mendocinos que querían viajar al exterior, pero la demanda empezó a reducirse con la suba del dólar.
Así, el directo de Avianca, que unía la provincia con Lima, fue cancelado cuando aún no cumplía su primer año. Y los dos de Jet Smart, que permitían llegar sin escalas a Santiago de Chile y La Serena, duraron menos de tres meses. Pese a eso, había diversas opciones para volar de modo directo a Santiago de Chile, Lima, San Pablo y Panamá.
Como contraparte, se había incrementado el número de conexiones de Mendoza con otros destinos nacionales, sin pasar por Buenos Aires, y se podía viajar directamente a Córdoba, Neuquén, Comodoro Rivadavia, Rosario, Salta, Tucumán, Bariloche, Jujuy, Iguazú y Ushuaia.
Hoy, esas múltiples opciones se han reducido a apenas 24 vuelos semanales –que llegarán a 35 con el refuerzo para temporada alta- y sólo se puede elegir entre tres líneas aéreas y cuatro destinos directos: Buenos Aires, Bariloche, Córdoba y Neuquén. Y si bien los vuelos internacionales no están permitidos aún en los aeropuertos del interior, lo cierto es que las aerolíneas que los ofrecían dejaron de operar en la provincia.
Según datos de la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil), en febrero de 2020, antes de que se decretara el aislamiento preventivo y se prohibieran por varios meses los vuelos comerciales, hubo 882 movimientos –ya no semanales, sino durante todo el mes- entre Mendoza y otros destinos dentro del país. El mes pasado, ese número fue de apenas 226 vuelos de cabotaje.
Desde Aerolíneas Argentinas detallaron que, para julio, hay un incremento de frecuencias y que se pasará de las 10 semanales en promedio a Buenos Aires, a 20 el mes próximo, con un máximo de 22 en la semana del 26. También se aumentarán los vuelos semanales a Córdoba, de dos a tres durante la temporada alta. Y se mantendrán los dos por semana a Neuquén. En cuanto a promociones, señalaron que se puede comprar en 6 cuotas sin interés hasta este viernes.
JetSmart mantiene las rutas a Buenos Aires y a Bariloche. La primera, con cinco viajes semanales y la segunda, con uno. La low cost ofrece 6 cuotas sin interés con tarjeta de crédito y el vuelo a la ciudad austral en $ 7.598,99 finales.
Y la tercera empresa que opera en Mendoza, Flybondi, está volando sólo la ruta Mendoza - Buenos Aires, con cuatro frecuencias semanales en julio, que llevará a seis en agosto. La aerolínea lanzó tarifas especiales para volar entre julio y setiembre, por lo que el tramo que parte y arriba al aeropuerto local tiene un precio de $ 2.599.
Reservas en el mínimo
Aunque la conectividad es algo que preocupa –y mucho- al sector hotelero, también lo es que, hasta ahora, el nivel de reservas se ubica en el 5% o 10% en el Gran Mendoza, según el tipo de alojamiento. Exceptuando 2020, cuando los hoteles estuvieron cerrados para las vacaciones de invierno, se trata de una temporada en la que se solía alcanzar cerca del 100% de ocupación.
Desde la filial mendocina de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina, que reúne a los hoteles de cuatro y cinco estrellas, señalaron que, hasta el viernes pasado, las reservas para estas vacaciones se ubicaban entre el 8 y el 10%, cuando lo habitual era que el porcentaje fuera bastante superior para dos semanas antes del inicio del receso invernal.
Los potenciales viajeros llaman para consultar si el hotel está abierto, si hay restricciones de horario para la gastronomía y otras actividades, si se pide el PCR para ingresar a la provincia. Como este último es un requisito para llegar a otros destinos muy elegidos en el invierno, como Bariloche e Iguazú, estimaron que podría inclinar la balanza de modo favorable para Mendoza. Sin embargo, consideraron que todo dependerá de las restricciones que fije el gobierno nacional a partir del 9 de julio, de que la gente se anime más a salir y de que se ratifiquen los calendarios de vacaciones escolares en las provincias.
Arturo González, presidente de la Cámara de Turismo de Mendoza, comentó que las reservas en los hoteles del Gran Mendoza están entre el 2% y el 5% y que, pese a que hay consultas, nadie concreta. El empresario del sector turístico consideró que esto se debe a la incertidumbre sobre si los límites interprovinciales van a estar abiertos o si el gobierno nacional va a fijar nuevas restricciones para las vacaciones de invierno; algo que todavía no ha anunciado.
Si bien planteó que hay esperanzas de que, a último momento, la temporada repunte, reconoció que el panorama hasta ahora es bastante desolador, porque sería el segundo invierno con nula o muy poca actividad. En especial, porque Mendoza está preparada con protocolos y se vacunó al personal hotelero, gastronómico, de transporte turístico, para brindar seguridad tanto al pasajero como a los empleados y colaboradores de estos rubros.
El pedido de la provincia
Mendoza ha sufrido y mucho el recorte de turistas foráneos que venían a gastar sumas importantes de dinero a la provincia. Todo el ecosistema turístico se vio afectado por las restricciones y de a poco, con lo local y la esperanza de flujo nacional, pretende sobrevivir la temporada de invierno.
“El pedido del sector y nuestro para el turismo internacional es que está claro que este no es el momento. Pero también está claro que la apertura del turismo, para una prueba piloto, requiere preparación y no es de un día para el otro”, indicó Mariana Juri, ministra de Turismo y Cultura a Los Andes.
Además, Juri volvió a la carga con las definiciones por las vacaciones de invierno y que sea el Gobierno Nacional el que garantice que podrá haber circulación interjurisdiccional. En ese contexto, aclaró que hay aerolíneas con predisposición a incrementar frecuencias pero que la incertidumbre no colabora.