Las últimas semanas de marzo llegaron los primeros fríos y, así como cambian muchas cosas de la rutina, también la cocina de todos los días. Con el otoño en marcha y el invierno por delante, ya no es un problema prender el horno y los platos calientes vuelven a la mesa. Entre ellos, hay tres opciones con carne picada ideales para comer y deleitarse en los días frescos.
Hay muchas opciones, como pastas calientes, carne y pollo al horno, guisos y hasta pizza. En esta ocasión, sin embargo, la recomendación pasa por una preparación que combina la carne molida con algún acompañante, como verduras, hortalizas o arroz.
1. Arrollado de carne
Es una de las opciones más sabrosas, teniendo en cuenta la variedad de ingredientes que se le pueden agregar. Primero, se prepara la carne picada en un bol, donde se la puede condimentar a gusto, para luego distribuirla en un papel film que después permitirá enrollarla.
La clave de esta preparación es todo lo que se puede agregar centro del arrollado, más allá de lo sabroso de la carne. En principio, cebolla, zanahoria y morrón picados son un clásico; sumado a trozos de algún tipo de queso y jamón cocido. Incluso, se puede dar el toque final con queso rallado o en hebras por encima.
2. Pastel de papa
Un clásico que se extraña mucho durante el verano, pero que se disfruta el doble en los días de frío. Para colmo, con seguridad le gusta a la mayoría de los comensales y es muy llenador, por lo que es un plato súper recomendable para grupos o familias numerosas.
Al contrario del arrollado de carne, el pastel de papa se destaca por la simpleza de los ingredientes: solo es necesario preparar la carne picada a gusto, el puré y la masa -opcional-, que puede ser comprada lista para usar. Para el toque final hay quienes lo prefieren con canela, pero también tiene muchos adeptos una pizca de azúcar.
3. Albóndigas
Lo tradicional tampoco pierde vigencia. La carne picada con una buena condimentación y preparada con verdura también picada, puede volver a las albóndigas el plato preferido de muchos. Es una opción muy económica que puede ser acompañada con arroz, papas, batatas, zanahorias y otras verduras y hortalizas, inclusive con arroz.
En cualquiera de los casos, una de las claves es el tiempo y la paciencia, ya que mientras más tiempo en la olla tengan más sabroso será: el jugo que libera la carne cocinada es le da sabor a las verduras u hortalizas en cuestión y queda un plato variado, gustoso y bien caliente, ideal para combatir el frío.