Sea el método que sea en cuanto a horas o días, cumplir con cada período del ayuno intermitente es tan importante como la otra para su efecto. Es decir, abstenerse de comer durante las horas indicadas es tan valioso como ingerir los alimentos adecuados en la etapa en que se puede.
Sin uno de estos dos pasos bien cumplidos, el ayuno intermitente podría dejar de servir y pasar de saludable a perjudicial. Después de todo, como indica la licenciada en Nutrición Agostina Canto, la restricción calórica va de la mano de consumos nutricionales muy saludables y cuidados.
Como ha enseñado la co-fundadora de FOCUS Nutrición en otros artículos, durante el ayuno el cuerpo utiliza como fuente de energía lípidos, proteínas y carbohidratos para así mantener los niveles de glucosa en sangre en un rango normal.
Por eso, al momento de comer, es muy importante una ingesta adecuada de nutrientes baja en carnes, grasas saturadas, lácteos y procesados y consumo de fibra, frutas, verduras, grasas saludables, que podrían ser la causa de muchos beneficios.
El consumo de alimentos ricos en fibra, por ejemplo, te mantendrá saciado más tiempo porque tu cuerpo los digerirá más lentamente, tales como nueces, frutas, verduras y huevo, y algunos ricos en proteínas, incluida la carne.
Comer proteínas con cada comida es otra buena estrategia, ya que los alimentos ricos en estos macronutrientes también ayudan a controlar el hambre. Aquí entran en juego los tres alimentos recomendados para elegir en tus comidas durante el ayuno intermitente: pollo, pescado y legumbres.
Se trata de tres opciones que se pueden acompañar fácilmente con verduras, y que darán la porción justa entre nutrientes y saciedad para poder continuar con el ayuno intermitente sin problemas.
Por otro lado, se recomienda evitar los alimentos procesados y azucarados. Las comidas hipercalóricas como éstas generan una respuesta metabólica de atracones al ayuno, que sería violenta.
En su lugar es preferible -y necesario- optar por beber mucha agua, ya que también puede ayudar a reducir los antojos de comida y mantener los niveles de energía. Asimismo, hay que evitar los refrescos y bebidas alcohólicas.