Al igual que ocurre en la vida silvestre, donde los adultos alejan su cría para poder generar nueva vida, el pichón de cóndor andino (Vultur gryphus) nacido a fines de octubre de 2019 en el Centro de Rescate y Preservación Yastay, en la Ciudad de La Rioja, fue emancipado de sus padres, para completar su desarrollo y permitir que la pareja se prepare para una nueva temporada reproductiva.
En el marco del Plan Integral de Conservación Cóndor Andino de Argentina (PCCA), estos pichones sin experiencia de vuelo se unen a otros ejemplares de su misma categoría de edad para formar bandadas que pueden ser liberadas en ambientes naturales. Gracias a este esfuerzo de conservación, 196 cóndores fueron liberados en Sudamérica y 57 de ellos pudieron ser reintroducidos en la costa atlántica de la Patagonia, en una zona donde la especie estuvo extinta por más de un siglo. Allí lograron madurar, reproducirse y volver a unir con sus enormes vuelos en la cordillera con el mar.
El complejo protocolo de liberación del cóndor exige que urgentemente el pichón de Yastay sea derivado a condiciones de aislamiento humano, para evitar que se familiarice con nuestra especie. Para ello, respetando las estrictas condiciones de aislamiento social que impone el estado de pandemia, se concretó un enorme operativo de traslado desde el Centro de Rescate y Preservación Yastay en La Rioja hasta el Centro de Conservación y Manejo de Fauna de SOS Acción Salvaje, en San Carlos, Mendoza.
Un equipo técnico conformado por representantes del Centro de Rescate y Preservación Yastay, la Secretaría de Ambiente de La Rioja, la Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable de San Juan, la Dirección de Recursos Naturales Renovables de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial de Mendoza, Ecoparque Buenos Aires, SOS Acción Salvaje, Fundación Cullunche y Fundación Bioandina Argentina tuvo a su cargo coordinar el complejo operativo.
En los límites interprovinciales de La Rioja, San Juan y Mendoza, los equipos técnicos se unieron y fueron capaces de asegurar el traslado del pichón. Tres provincias intervinieron, más de 1.870 km de rutas fue necesario recorrer para garantizar el traslado de este ejemplar.
En los últimos años, Argentina sufrió la muerte masiva de cóndores por uso de cebos tóxicos, perdiendo más de 100 ejemplares en pocos meses, un tremendo impacto para la supervivencia de esta especie amenazada.
El cóndor, especie endémica de Sudamérica, ocupa un lugar irremplazable en el ambiente. Como carroñeros, al alimentarse de animales muertos, limpian los campos de posibles focos de infección, ayudando a mantener el delicado equilibrio ecológico. Además, la especie ocupa un lugar insustituible para las culturas originarias, quienes lo consideran sagrado en su cosmovisión.