Recibió el alta y ya está en su casa Gabriela Desirée Rodríguez, la joven de 27 años que había sufrido las peores consecuencias en el atropello del teatro Plaza ocurrido el pasado 10 de julio tras la obra de Soledad Silveyra y Verónica Llinás.
Estudiante de la UNCuyo, Desirée trabaja como secretaria en el colegio Portezuelo y también lleva una carrera musical.
Aquel domingo por la noche, la mujer había ido a la función con su mamá y juntas esperaban en la entrada del Plaza una foto con las estrellas de la comedia “Dos locas de remate”, cuando un vehículo Volkswagen Virtus las sorprendió de espaldas. El conductor dio marcha atrás a toda velocidad e impactó a 23 personas.
Desirée quedó literalmente debajo del auto, tal como lo muestra el video que circuló poco después, y resultó ser la víctima de mayor gravedad.
Ingresó al hospital Central con un traumatismo encefalocraneano grave y varios politraumatismos. Su mamá, en tanto, recibió un golpe en un costado del cuerpo y fue atendida en el lugar, aunque no requirió internación. Desirée pasó un mes internada hasta que el miércoles recuperó su vida al lado de sus seres queridos en casa.
Hija única, siempre sonriente, estudiosa, buena amiga y gran persona. Junto a sus padres, Desirée también es devota de la parroquia Castelmonte de Godoy Cruz donde, además, integra un grupo de jóvenes.
“Ha sido el peor mes de nuestras vidas. Pensamos que perdíamos a nuestra hija”, dijo Mabel Sita, la mamá de la chica, en diálogo con Canal 9 Televida.
”Era una película de terror lo que vi, pensé que mi hija no estaba viva. Este mes se nos paralizó la vida”, reflexionó la mujer.
“Hoy nació de nuevo para mí”, destacó la mamá de Desirée tras la grata noticia del alta.
En tanto, el papá de Desirée agradeció el apoyo de la comunidad local en estas duras semanas, así como de las actrices Solita Silveyra y Verónica Llinás, quienes se mantuvieron atentas a la evolución de la joven.
Atropello en el teatro Plaza: el conductor, libre bajo fianza
Aldo Eduardo Díaz (62), el conductor que protagonizó el accidente en el teatro Plaza, recuperó a fines de julio su libertad luego de entregar su auto como fianza.
Su abogado defensor desde un principio había ofrecido el vehículo VW Virtus como garantía. Se esperaba que el trámite de rigor para determinar el propietario del auto y la tasación se realizara en pocas horas, sin embargo, demoró varios días.
Finalmente, tras una intervención del Cuerpo Médico Forense para determinar el valor del rodado hizo efectiva la garantía y Aldo Díaz quedó en libertad.