Tras 10 años de lucha, una enfermera logró que la reconozcan como “Excombatiente, heroína de la Guerra de Malvinas”

Alicia Mabel Reynoso ahora cuanta con el reconocimiento en su DNI y podrá acceder a la pensión.

Tras 10 años de lucha, una enfermera logró que la reconozcan como  “Excombatiente, heroína de la Guerra de Malvinas”
A 40 años de Malvinas reconocieron a una enfermera como heroína de guerra en el DNI. / Foto: Gentileza

Alicia Mabel Reynoso batalló durante muchos años para ser reconocida como heroína de la Guerra de Malvinas. Finalmente, en las últimas horas, lo que buscó durante tanto tiempo se hizo realidad.

En su casa recibió el DNI, en el que además de sus datos personales tiene su merecida inscripción: “Excombatiente, heroína de la Guerra de Malvinas”.

Recién en 2021, la Cámara de Seguridad Social N°2 de Buenos Aires la reconoció como veterana de guerra plena. Y ocho meses después, el Ministerio de Defensa le entregó el certificado. Actualmente, está esperando que la ANSES (Administración Nacional de la Seguridad Social) le otorgue la pensión.

En diálogo con TN, Reynoso contó que fueron años de lucha, pero nunca bajó los brazos. “Estoy muy contenta por este reconocimiento que además llegó con perspectiva de género porque dice ‘heroína’ y no ´héroe’. Durante muchísimo tiempo batallé para esto. Recién este año, a 40 de la guerra, me invitaron a participar del desfile oficial. Por suerte las cosas están cambiando”.

A sus 23 años prestó servicios en el Hospital de Campaña reubicable de Comodoro Rivadavia durante el conflicto bélico.
A sus 23 años prestó servicios en el Hospital de Campaña reubicable de Comodoro Rivadavia durante el conflicto bélico.

El heroico trabajo de Alicia en las Islas Malvinas

La mujer de 66 años, jubilada de la Fuerza Aérea, fue enfermera durante la guerra de Malvinas. Junto a un grupo de compañeras estuvo en Comodoro Rivadavia recibiendo y curando a los soldados argentinos y, también, a ingleses.

En 1980 empezó a prestar servicio y nunca pensó que tan solo dos años después estaría escribiendo una parte de la historia. “Fue una experiencia que me marcó a fuego, tanto a mí como a mis compañeras. Ser enfermera es un apostolado. El médico es el cerebro, pero la enfermera es el corazón”, contó emocionada Alicia.

Recordó que en Comodoro Rivadavia atendió a muchos soldados a los que también brindó contención y compañía. Para ella eran “leones de 18 años” que venían del infierno. “Nos transformamos en su familia, en sus confidentes. Los chicos pedían por sus mamás. Las heridas del cuerpo dolían, pero más dolían las del corazón”, rememoró.

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