El demorado y postergado tercer vuelo de Aerolíneas Argentinas a Moscú (Rusia) traerá al país menos de la mitad de cantidad de dosis anunciada: 220 mil de la vacuna Sputnik V y no las 600 mil anticipadas por el Gobierno nacional. De este modo, Argentina cerraría el primer mes del año con unas 820 mil dosis acumuladas, cuando la promesa inicial era 5 millones a finales de enero.
“Son 220 mil en este vuelo y garantizan un flujo permanente, seguirán yendo y viniendo vuelos”, confirmaron este mediodía desde el entorno de Alberto Fernández a diario La Nación.
“Las vacunas están, pero se está demorando el despacho. Pero llegan en breve”, indicaron.
Con esta cifra, en el Gobierno dan por descontado que Rusia no cumplirá con el contrato estipulado, que establecía el envío de 4,7 millones de dosis más -300 mil llegaron en diciembre- hasta fin de mes para totalizar 5 millones. El propio Ginés González García, ministro de Salud de la Nación, había prometido el 10 de diciembre en su cuenta de Twitter que 5 millones de personas serían vacunadas con la Sputnik V en enero.
Tercer vuelo en busca de vacunas
El vuelo de la empresa Aerolíneas Argentinas, contratada para realizar el vuelo de carga, partió la noche del martes desde Ezeiza con destino a Moscú.
Hasta el momento, llegaron solo 600.000 dosis en dos vuelos de Aerolíneas Argentinas. Entre la última semana de diciembre y ayer, se aplicaron en el país 266.969 primeras dosis y 38.911 segundas dosis. Está muy lejos la marca de 5.000.000 de personas vacunadas en enero.
El tercer vuelo que partió anoche es muy similar a los dos anteriores. El plan de vuelo señala que ir y volver a Moscú demandará unas 40 horas ininterrumpidas de operación. Por ello, las vacunas estarán arribando a la Argentina el jueves al mediodía.
El Gobierno quería que este viaje se hiciera la semana pasada, para este semana enviar al menos dos vuelos más, con la idea de aumentar la dosis disponibles para continuar con la vacunación del personal de salud y de seguridad y arrancar con los docentes y mayores de 60 años.
Por contactos con el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya (proveedor de la vacuna), el ministerio de Salud había dejado trascender que el viaje se iba a hacer el domingo 24. Pero terminó cancelado. Se pasó para el lunes 25 y también se canceló.
Finalmente, el vuelo se retrasó 48 horas. Las fuentes oficiales consultadas por este medio explicaron que el motivo respondía a una cuestión logística de Rusia, el proveedor. Las dosis estaban elaboradas y disponibles, pero se habían registrado demoras en el patentado y rotulado de las mismas, lo que terminó trabando la autorización para el despacho hacia el aeropuerto Sheremetyevo.
Sin esa confirmación, Aerolíneas Argentinas no podía hacer despegar su vuelo porque es una operación cronometrada, dado que las vacunas deben conservarse a 17 grados bajo cero y no se puede poner en riesgo la cadena de frío.