Las ofertas para realizar tours de compras a Chile por el día explotaron en Mendoza. Es que muchas agencias duplican este mes sus frecuencias semanales y hasta amplían los lugares de partida al interior de la provincia para que la mayor cantidad de mendocinos compre en Santiago y sus alrededores.
El aumento de consultas para comprar en Chile se nota, sobre todo, en septiembre. Si bien hay tours durante todo el año, la demanda crece sostenidamente en esta época porque el paso a Chile se mantiene abierto y no hay riesgo de tener que hacer noche, lo cual encarece el viaje y desalienta al viajero.
Incluso, y según coinciden los coordinadores de tours consultados por Los Andes, el tour de compras sigue creciendo año a año más allá de los días cálidos. La razón es sencilla: los precios de Chile aún siguen siendo muy favorables en la capital chilena, sobre todo, en indumentaria, electrodomésticos y tecnología.
Daiana Albert y Javier Beltrami, coordinadores de tours, aseguran que más allá del buen tiempo, “hay cada vez más propuestas de compras” y eso refleja que hay cada vez más demanda. No obstante, afirman que “la torta” del negocio ahora se reparte entre más empresas o emprendedores y, a la hora de llenar micros con 60 asientos una, dos o hasta tres veces por semana, se requiere “de cada vez más trabajo de difusión y coordinación”.
En cuanto a los pasajeros, el flujo es cada vez mayor y no son solo mendocinos, aseguran. “Partimos con gente de Córdoba, de San Luis y hasta de Salta. Ahora vamos a implementar salidas desde San Rafael porque allí es mucha la demanda”, cuenta Beltrami, quien llena un colectivo con 60 asientos cada viernes y ahora evalúa reforzar las salidas semanales para los próximos meses.
Andrea Morales, encargada de ventas de una empresa que ofrece el tour de compras, señala que, de tres veces por semana, a partir de septiembre, la oferta se amplía a salidas diarias. Además, los viernes su empresa agregó una segunda salida, ya que para el fin de semana la demanda aumenta. “La mayoría de nuestros micros son de 60 butacas y siempre vamos completos. Ahora agregamos un punto de partida desde San Martín”, aclara.
Daiana Albert hace 13 años que está en el rubro y asegura que en el último tiempo se duplicó la cantidad de servicios con la misma oferta: “Tenemos cada vez más competencia. Pateás una piedra y tenés un tour. Hoy ves unas 15 empresas en la Terminal que salen por el día. Cuando empezamos, y por mucho tiempo, fuimos 7 u 8 empresas que organizábamos tours de compra. Igualmente sigue siendo redituable”, detalló.
Claro que ante la “explosión” de ofertas para ir y volver a Chile en 24 horas, siempre está el riego de que haya más empresas “fantasma” y, por ende, más estafas al viajero desprevenido. Los precios muy bajos con respecto al resto pueden ser una mala señal como la falta de referencias por parte de otros usuarios.
“Este año, la verdad, han surgido varios tour fantasma. Llegamos a la Terminal de Ómnibus y vemos que la gente va a buscar el tour que pagó y no existe tal tour”, alerta Beltrami, propietario de una agencia dedicada al tour de compras.
Beltrami asegura que la mejor garantía comienza con la publicidad “de boca en boca” y la referencia de otros viajeros que han vivido una buena experiencia.
Al no estar regulado el servicio puntualmente, muchos emprendedores apuestan a pagar el servicio de transporte (tercerizan) con chofer y cuyo costo incluye los seguros del pasajero y peaje y luego ofrecen, como extra, el paquete (servicio de refrigerio, almuerzo y guía al cliente en las zonas comerciales de Santiago).
La empresa que ofrece el transporte es la que tramita el permiso internacional y el seguro internacional por cada pasajero.
Cuánto sale y qué incluye el tour
El precio promedio de un tour de compras por el día va desde los $ 45 mil a los $ 55 mil pesos. El precio varía según si es asiento semi-cama o cama. El micro casi siempre sale de Mendoza en la tarde-noche, llega a Santiago en la madrugada del otro día y emprende el regreso ese mismo día en la tarde. El paquete incluye un refrigerio, vianda o ambas durante el viaje.
Siempre hay un guía, sobre todo, para los principiantes que orientan al viajero para aprovechar el poco tiempo y recorrer lo máximo posible en las 10 o 12 horas de estadía en Chile.
En la mayoría de los casos, se exige una seña del 50 por ciento del paquete para asegurar el lugar, que incluye el servicio a bordo y la coordinación del recorrido en el país vecino.
Son tres los destinos específicos que se repiten en casi todos los tours de compras dentro de Santiago de Chile: Estación Central, el Barrio Meiggs y los outlets de Quilicura. El criterio de selección es sencillo: por sus buenos precios, variedad y novedad en casi todos los productos.
En el caso de la Estación Central, es un gran centro comercial, con mall chicos donde se puede encontrar desde ropa y tecnología hasta bazar y electrodomésticos. Todo, por debajo de la mitad del precio que se consigue en Argentina, según juran los agencieros.
El barrio Meiggs linda con la Estación Central y se trata de una suerte de “persa” que ocupa entre siete u ocho cuadras atestadas de locales comerciales de diversos rubros y manteros que ofrecen todo tipo de productos en oferta.
Generalmente esos dos lugares se recorren durante la mañana y después de almuerzo se recorre Quilicura, a 15 minutos –en micro- del centro de Santiago. “Es la zona industrial de Santiago, donde hay un gran shopping con outlets (prendas con algún defecto de fábrica o de la temporada anterior) de las marcas más conocidas a nivel mundial”, explica Albert.
Todo a la mitad de precio, o menos
Según los agencieros consultados, gastar $50 mil en un tour por el día lo vale por la abismal diferencia de precios que hay entre Santiago y Mendoza.
“Mínimo, todo sale 50 por ciento menos. Capaz conseguís un par de zapatillas de primera marca en $ 44 mil en Chile, mientras que en Mendoza sale más de $ 100 mil”, grafica Beltrami, quien asegura que para aprovechar el tour es importante guiar a la gente, no solo por el tiempo sino por el peligro que hay en algunas calles de Santiago. “Santiago es peligroso. Hay muchos carabineros, pero también hay mucho punga. Es muy similar al barrio porteño de Once”, compara.
“El piso es la mitad de precio comparado a Argentina. Incluso hay productos que salen tres veces menos que acá y son novedosos. La gente va a comprar novedades también y encima más baratas que acá. Por ejemplo, en agosto hubo mucho viaje por juguetes, camperones, calzados y electrodomésticos. Ahora en septiembre muchos dueños de comercios mendocinos viajan a reponer mercadería y comprar para el verano”, cuenta Andrea Morales.
Los electrodomésticos novedosos y tecnología son las estrellas sobre todo en noviembre, mes de super ofertas en ese rubro, y los productos suelen costar hasta cuatro veces menos que en nuestro país, según coinciden los agencieros. Cuenta Daiana Albert que hoy, una torre de sonido de primera marca cuesta $ 300 mil en Santiago, mientras que la misma en Mendoza supera el $1.000.000. Lo mismo ocurre con los Smart tv con sistema Android de 58 pulgadas, que cuestan alrededor del millón de pesos en nuestro país, mientras que en Chile no supera los $500 mil.
El perfil del viajero, aseguran los consultados, es amplio. Va desde el comerciante o “pasantes” las personas que viajan a comprar por encargo para un comercio, hasta gente sin trabajo que invierte un poco para comprar allá y revender aquí. Está también la clase alta en busca de marcas y chucherías tecno, como también la clase media que busca “equipar” la casa o el ropero de sus hijos.
Aduana: el tope y las multas
El tope que permite la Aduana a cada persona que pasa mercadería de país a país es de 300 dólares. Del lado chileno se exige factura de todo y, del lado argentino, solo de productos electrónicos. Si la persona supera ese monto, es el aduanero de turno quien decide si labra multa económica (no hay un monto único) o le saca la franquicia al consumidor (significa que no podrá comprar en ese país por un mínimo de un mes).
Por eso -coinciden los agencieros- la mayoría de la gente va de a dos, de a tres o hasta de a cuatro para sumar franquicias y lograr una compra mayor sin costo extra. En el caso de los comercios o mayoristas se utiliza la figura del “pasante”, que viaja a Chile y compra mercadería por encargo.
Según Morales, hay que pasajeros que acceden a pagar la multa aduanera porque es un valor fijo, más allá del monto que se compró. “Entonces, sigue conviniendo por la gran diferencia de precios que hay entre ambos países”, dice.
Eso sí, hay que tener en claro qué se quiere comprar de antemano y el tope que impone Aduana para evitar problemas. Es que “la oferta y la variedad es muy grande y los precios muy tentadores”, coinciden los agencieros.
