El proceso de descomposición de frutas o verduras inicia cuando, alcanzando su punto óptimo de madurez, los tejidos dañados por la actividad enzimática facilitan la entrada y el ataque de bacterias, hongos y mohos. Esto transforma visualmente un vegetal maduro en uno en descomposición.
Cómo mantener la fruta y la verdura fresca
Siendo esenciales para la frescura de estos alimentos, es fundamental conservarlos en un lugar fresco, seco y protegido de la luz para evitar el rápido aumento de las reacciones enzimáticas. El envasado al vacío también resulta beneficioso al eliminar el contacto con el oxígeno, impidiendo el desarrollo de microorganismos.
Para mantener la frescura de frutas y verduras, se sugiere seleccionar productos de temporada, asegurándose de su óptimo estado de consumo a un precio más accesible. Las verduras de hojas verdes resisten bien el frío, manteniéndose frescas por más tiempo en la heladera durante el verano.
Realizar un inventario de las frutas y verduras necesarias facilita las compras, evitando excesos y reduciendo el desperdicio.
Además, se aconseja separar las piezas más maduras y guardarlas sin envoltorios, manteniendo cierta distancia entre ellas, especialmente durante épocas cálidas, para prolongar su frescura