Gabriela y Anselmo Silvestrini tienen 78 y 88 años, son italianos y le hacen honor a la afirmación que les atribuye a esos nativos una cultura del trabajo muy arraigada. Pero además, son una muestra más de que ser adulto mayor hoy es seguir en actividad y con proyectos cuando el cuerpo lo permite. Lo esencial son las ganas y a ellos les sobran.
Tienen un emprendimiento productivo en el Este, donde viven en el que producen aceite de oliva y vinos. Pero además, van por más, han participado de capacitaciones e ingresaron en una incubadora de empresas. Aseguran que su objetivo es mejorar los productos que hoy elaboran.
Lo hicieron a través del programa de asistencia técnica y financiera del Instituto de Desarrollo Rural (IDR).
“No hay edad para seguir aprendiendo. Se trata de contar con una cultura del trabajo, un esfuerzo continuo, tener metas claras, ser constantes y aprender de los errores. Es necesario adaptarse a los cambios y trabajar con otros”, señala la pareja de emprendedores que decidió continuar perfeccionando su producción a través de la institución dependiente de la cartera económica provincial.
Ambos, después de mucho trabajo, lograron impulsar un proyecto productivo al que dieron por nombre Santa Teresa. Durante la pandemia, participaron en las clases de IDR Incuba, enviando por WhatsApp sus trabajos prácticos escritos a mano.
Ambos emprendedores de alma, junto a su familia, llevan adelante la fábrica de aceite de oliva y la pequeña bodeguita, ubicados ambos en la localidad de El Ramblón, en el departamento de San Martín. Ahora cuentan con el asesoramiento constante de profesionales del IDR quienes los acompañan en cada una de sus necesidades en todo momento.
Sobre el programa IDR Incuba
El programa del que participan lleva más de siete años acompañando a productores y productoras mendocinas en el crecimiento y desarrollo de sus emprendimientos.
Desde sus inicios a la actualidad, se han consolidado más de 400 pequeñas empresas de varios departamentos de provincia y este año se han sumado nuevos proyectos. Uno de ellos llamó poderosamente la atención. No porque el producto que se desea mejorar, fortalecer e impulsar sea algo que no se conozca o bien porque el estilo en que se produce sea innovador, sino por sus hacedores en sí.
La propuesta busca contribuir al desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas con perfiles productivos y de servicios tecnológicos brindándoles herramientas informativas, técnicas, financieras y de capacitación, para favorecer su crecimiento y permanencia en el mercado.
Las temáticas de los proyectos incubados han sido: diseño, fabricación y servicios de agricultura de precisión con drones , pulverizaciones con dron, fabricación de varas especiales para viñedos, TIC para sector vitivinícola, elaboración de quesos de montaña, aceites de oliva saborizados, sistemas hidropónicos sustentables, plataforma digital sin intermediarios, ingeniería y tecnología en sistemas de riego, diagnóstico de fallas en pozos de agua, desarrollos de maquinarias sembradoras , cosechadoras, acordonadoras de ajo, equipamiento innovador para cosecha asistida, elaboración y comercialización de biofertilizantes orgánicos para vid, frutales y hortalizas, entre otros.
Si estás interesado en formar parte del programa de incubación, podés solicitar asesoramiento llamando al 261 6417538 o bien a través del correo info@idr.org.ar.
