El Volkswagen Taos es un SUV (sport utility vehicle) del segmento mediano. En nuestro mercado hay otros dos referentes en la categoría, el Jeep Compass y el Toyota Corolla Cross. Ambos producidos en Brasil, a diferencia del VW Taos que se fabrica en la planta que Volkswagen tiene en General Pacheco, provincia de Buenos Aires.
Recordemos que para poner en marcha la producción del Taos, Volkswagen invirtió en la Argentina 650 millones de dólares, para acondicionar la fábrica (con la planta de pintura más moderna y ecológica de Latinoamérica) para recibir la moderna plataforma MQB-A, la más usada por el Grupo VW en todo el mundo, en modelos de Volkswagen o Audi.
Dentro de la misma marca, que ha mostrado en el último año una gran avanzada hacia el formato SUV (ofrece cinco modelos que, de menor a mayor por tamaño y precio, son: Nivus, T-Cross, Taos, Tiguan All Space y Touareg), el Taos se ubica entre el T-Cross y el Tiguan All Space. Pero por sus dimensiones, el Taos está mucho más cerca del Tiguan que del T-Cross. Salvo que el Tiguan (que acá solo se comercializa en la versión All Space) tiene tres filas de asientos (7 plazas) y el Taos solo dos (5 plazas), pero los pasajeros de atrás pueden viajar realmente muy cómodos en un Taos.
Respecto de sus competidores, el Taos es un poco más barato que el Jeep Compass y algo más caro que el Toyota Corolla Cross. Pero el modelo de Volkswagen es el que menos variantes ofrece (solo dos versiones). El Compass tiene versiones 4x4 (tracción en las cuatro ruedas); mientras que el Corolla Cross tiene, por un lado, una versión de entrada de gama con un precio muy por debajo del de sus rivales ($2.875.000) y, por el otro, variantes con motorización híbrida (una combinación de un motor naftero con otro eléctrico).
De todas maneras, hablar de precios y versiones en la actualidad de nuestro mercado no es sencillo, porque no hay mucha disponibilidad de vehículos en los concesionarios y, entonces, por más barato que sea un auto según la lista de precios, si no se puede conseguir, es lo mismo que si fuera carísimo…
Pasemos a la prueba de manejo del nuevo Volkswagen Taos. La versión que testeamos es la tope de gama, la Highline, y la verdad es que puede decirse que es el vehículo de producción nacional más tecnológico que hemos manejado. Aunque para ser justos, también tenemos que mencionar al Chevrolet Cruze, que se fabrica en Alvear, provincia de Santa Fe, y tiene un nivel tecnológico similar.
Los argumentos del Taos son su excelente mecánica y la cantidad de equipamiento de confort y seguridad. Empecemos por la mecánica: el motor es el conocido turbonaftero 1.4 de 150 CV de potencia, que usan muchísimos modelos de VW, Audi y otras marcas del grupo. La eficacia de este motor pasa por su torque (en momento de mayor fuerza de empuje) de 250 Nm. ¿Y por qué? Porque esos 250 Newton metro de fuerza los tiene desde las 1.500 hasta las 4.000 rpm del motor. Es decir, en prácticamente todo el régimen de trabajo cuenta con la máxima fuerza para impulsar el vehículo. Eso hace que sea muy ágil en ciudad, que pueda realizar sobrepasos en ruta con facilidad y que, además, pueda tener una caja con los cambios altos de relaciones bien largas y así viajar a muy bajas vueltas consumiendo muy poco combustible. Por ejemplo, en sexta marcha (el Taos tiene una caja automática-secuencial de 6 marchas), a 100 km/h, el motor va a 1.800 rpm y, a ese régimen, se consumen algo menos de 6 litros cada 100 kilómetros.
En ciudad consume más, pero dentro de valores lógicos, alrededor de 10,5 L/100 km. El diagrama de suspensiones independientes en ambos ejes (tipo McPherson adelante y MultiLink atrás) le otorgan al Taos también un excelente comportamiento dinámico. Equilibrado entre el confort de marcha en ciudad y la tenida y la estabilidad en ruta.
Por supuesto, que los compromisos de la mecánica no lo permiten todo, y sus neumáticos de bajo perfil son justos para la seguridad que se requiere en ruta pero algo ásperos para los caminos desparejos en la ciudad. Neumáticos de un perfil más alto le darían un confort de marcha aún mejor. Una mala: la rueda de auxilio es temporal, ese ruedín finito al que ya nos estamos acostumbrando con el que no se puede circular a más de 80 km/h. Un detalle: con ese auxilio temporal colocado no funciona el control de velocidad crucero. También favorece el comportamiento dinámico del Taos su dirección asistida electrónicamente, que regula automáticamente su dureza de acuerdo a la velocidad, pero también puede regularse manualmente con distintos modos de conducción: Eco, Normal, Sport o Individual, con parámetros que pueden definirse a gusto del usuario. Estos modos se seleccionan desde el ultra tecnológico VW Play, un sistema de infoentretenimiento, con una pantalla táctil de 10″, con tantas funciones que habrá que leer el manual para aprovecharlo al máximo. Pero, por suerte, el manual también está cargado en el mismo VW Play. ¡Se terminó ese libraco ilegible!
Si por fuera el VW Taos es un SUV bastante conservador (con aires de familia, muy parecido al Tiguan, por ejemplo), por dentro, especialmente en la pancha frontal, la sensación es la de estar en un vehículo del futuro. La calidad de la terminación es buena, pero la de los materiales no tanto. Mucho plástico duro. Se consigue una perfecta posición de manejo, con el volante regulable en altura y profundidad (el volante incluye las levas para pasar los cambios de manera manual) y unas butacas confortable y con buena sujeción lateral, que se regulan electrónicamente. Atrás, como dijimos antes, es súper especioso y tiene un gran baúl de casi 500 dm3 o litros de capacidad de carga.
Desde la versión de entrada (Comfortline), viene con todo el equipamiento de seguridad: frenos ABS, seis airbags, controles de tracción y estabilidad, anclajes ISOFIX para sillas infantiles, entre lo más importante. La versión Highline agrega las asistencias a la conducción: frenado autónomo de emergencia, alerta del cambio involuntario de carril, sensores de punto ciego en los retrovisores externos y control de velocidad crucero activo con función stop&go (para y arranca automáticamente si el vehículo que nos precede se detiene y vuelve a avanzar).