Si algún sector padeció en carne propia los embates de esta cuarentena eterna por el Covid-19 fueron las salas de cine, que se vieron obligadas a cerrar drásticamente sus puertas durante un año y que si bien reabrieron con protocolos el pasado 6 de marzo, todo parece a partir de ahora transcurrir lejos de la normalidad.
Después de tres meses trabajando a medias tintas -con el 50 por ciento de la capacidad- el último confinamiento de 10 días dejó un nuevo impasse con algunas aperturas, como la de Cinepolis (Mendoza Plaza Shopping) y las salas del Arena Maipú. Unos días antes se habían reanudaron las salas de Cinemark, en Palmares. “Claro que no fue masivo después de un confinamiento, pero en general el público anhela el cine abierto”, señalaron desde esa compañía durante el primer día de reapertura.
En el caso de Cinemark, ya se pueden adquirir entradas para esta semana. La primera película se programa a las 14 –se abre al público a las 13.30-- y las funciones terminan antes de las 22.30 teniendo en cuenta que la restricción de la circulación es hasta las 23.30.
Las salas estarán abiertas todos los días y se controla la terminación de DNI de la persona a cargo.
Diego Bachiller, gerente comercial de Cinepolis (ex Village), sostuvo: “Estamos sumidos en una incertidumbre difícil de sortear aunque está comprobado que no existen riesgos en las salas”. Y apuntó: “el gobierno no termina de escucharnos, no ha habido un solo contagio en los cines pero nos encierran dentro de la misma bolsa”.
Para la industria, sostiene Bachiller, el cuadro de situación es “pésimo” porque no se sobrevive en este contexto.
“¿Qué compañía puede aguantar pagando sueldos sin trabajar con normalidad”, se cuestionó, para agregar que las decisiones que se toman son absurdas. “Intentaremos una cierta apertura pero de a poco. La gente quiere ir al cine, lo pide, las funciones se completaban, por eso rechazamos que vuelvan a cerrar”, advirtió el gerente comercial.
Bachiller opina que frente a las medidas gubernamentales, la mejor opción es que a la hora del cierre, lo hagan todas las salas juntas por un período corto, para retomar de la misma manera.
En cuanto a los teatros, desde Cultura de la Provincia se aclaró que rige el mismo esquema que antes del cierre de fines de mayo.
Es decir, se alienta retirar entradas vía páginas web, programaciones con capacidades limitadas, no más de 90 minutos de función y estrictos protocolos sanitarios, que tienen el respaldo de la Cruz Roja Internacional.
Las salas provinciales no pueden albergar a más de 25 personas en espacios cerrados, situación que debe regir entre teatros gubernamentales e independientes, además de las salas de cines.
Una novedosa propuesta para “cerrar” una sala
Cinemark lanzó en las últimas horas una novedad en medio de este contexto sanitario: “Mi función”, una suerte de burbuja para que 20 personas puedan cerrar una sala, elegir una película, y pagar una suma total que se divida entre todos.
En definitiva, una función exclusiva que se había presentado antes del confinamiento de 10 días pero que no hubo tiempo para ponerla en práctica. Funciona seleccionando una película en cartelera y se abona un monto fijo por toda la sala para un máximo de 20 personas, que es la cantidad de espectadores permitida. Además, se debe respetar el protocolo del cine. El valor para transformar esa sala en burbuja ronda los 7.200 pesos. Desde la empresa se aclaró que “Mi función” volverá a regir los próximos días.