Debido a la pandemia de coronavirus, este año en Mendoza se podrían registrar más casos de VIH/SIDA que en el 2020. Sin embargo, esto no significa que haya habido un aumento en los contagios.
Por la emergencia sanitaria, desde marzo pasado todo el sistema de Salud se concentró en contener la propagación del SARS-CoV-2 y tratar a los cientos de miles de pacientes que ingresaban con este virus a hospitales, clínicas, salitas, etc.
Así, mientras el mundo se concentraba en el Covid-19 otros enfermedades, patologías y diagnósticos debieron esperar a que el sistema se descomprimiera. Lamentablemente, esto último tomó más tiempo del esperado. Tan es así, que a principios de este mes la OMS advirtió que la pandemia había exacerbado las desigualdades y empeoró el acceso a los antirretrovirales, al tratamiento y al diagnóstico del VIH/SIDA.
Menos testeos
Según las estadísticas del Programa Provincial del SIDA de la provincia, desde el 2015 hasta el 2019 en Mendoza se registraron más de 300 casos por año, la media era de 340 casos.
Sin embargo, en el 2020 se registraron 110 positivos. Este baja significativa en la cantidad de casos no debe interpretarse como un descenso en los contagios sino que responde a la falta de testeos.
“No me extrañaría que ahora que las medidas restrictivas han bajado haya un aumento de casos. Veníamos con una meseta de entre 300 y 350 casos y el año pasado tuvimos 110 que es la tercera parte de los registros anteriores”, explicó el Dr Victor Bittar, del Programa Provincial del SIDA. Agregó: “Fue efecto de la cuarentena que inició en marzo del 2020. Es esperable que durante el 2021 haya un rebrote porque hay casos que no fueron diagnosticados el año anterior”.
La emergencia sanitaria hizo que la mayoría de los hospitales priorizaran el Covid-19 y muchos servicios se resintieron por la pandemia. “Los Centros de Prevención Asesoramiento y Testeos (CePAT) estuvieron cerrados durante varios meses. No es que no haya habido casos, es que no se estaba testeando”, aclaró Bittar.
El médico dijo que si bien hubo menor atención médica desde el Programa se implementaron una serie de medidas para dar respuesta a los pacientes. “Se dejó de requerir receta para la medicación. En Mendoza, los pacientes tienen una libreta entonces se les facilitó la entrega de medicación en las farmacias sólo con la presentación de esa libreta. De esta manera se eliminaron dos pasos”.
Se empezó a dar turnos de laboratorio por teléfono cuando antes solo se podía hacer de manera presencial. Si bien estas medidas se implementaron al principio de la pandemia, las autoridades decidieron conservar algunas hasta el día de hoy.
Bittar remarcó la importancia de que las personas vayan a testearse. “La atención se ha normalizado casi en su totalidad desde octubre del año pasado. Los CePAT están todos abiertos, funcionan con normalidad”.
En conclusión, por la falta de testeos durante el 2020 hubo un marcado descenso en el número de casos registrados y las personas que no fueron diagnosticadas hasta el momento podrían entrar en las estadísticas de este año. Por esta razón, los números del 2021 podrían ser altos comparados con las cifras de los últimos cinco años y mucho más si se comparan con los del 2020.
Gustavo Granella de Asociación Redes Nuevas Fronteras advirtió que durante la cuarentena muchas personas dejaron el tratamiento en Mendoza.
“La pandemia complicó todo. Los infectólogos de la provincia fueron destinados al Covid-19. Las personas no sabían dónde ir a hacerse el test. Nosotros - en la asociación - veníamos con un caso por mes y en julio tuvimos seis”, recordó.
“El Estado no nos mira empáticamente”, consideró Granella. “Esto pasó en todo el mundo, no solo en Argentina. Cuando pase esto vamos a tener el problema de los nuevos diagnosticados y el problema de los que dejaron el tratamiento”, explicó.
También alertó sobre los pacientes que llevaban años negativizados y que ahora por la falta de medicación han vuelto a tener carga viral, una situación que también había sido advertida por el Pedro Cahn el año pasado.
“Necesitamos un apoyo integral. Las personas con VIH en Mendoza nos estamos poniendo viejos y tenemos más enfermedades, a la patología de base se suman otras enfermedades propias de la edad”, agregó.
El 9 de junio, la Asamblea General de Naciones Unidas exigió medidas urgentes para erradicar el VIH/Sida en 2030. El organismo consideró que la pandemia provocó un retroceso en la lucha contra la enfermedad “ampliando las líneas divisorias dentro de un mundo profundamente desigual y exponiendo los peligros de una inversión insuficiente en salud pública, en los sistemas de salud y en otros servicios públicos esenciales para todos y de preparación ante la pandemia’'.
Según el último boletín epidemiológico del Ministerio de Salud, un total de 4.800 casos de VIH se notifican por año en la Argentina. Por cada mujer se diagnostican 2,3 varones con el virus.
La edad promedio de las personas infectadas en el país es de 32 años en los varones y 34 años en las mujeres, de acuerdo al informe que data de 2019, y fue publicado en diciembre de 2020.
El texto también reveló que más del 98% de las infecciones por HIV se producen por relaciones sexuales sin protección, y eso sucede en un 59,9 % en el caso de los varones y en un 38,9%, en el caso de las mujeres.
Otro dato importante es que el 32% de los casos diagnosticados en Argentina son en una etapa avanzada de la infección.
El 34% son mujeres trans; entre el 12 y el 15% son hombres que tienen sexo con otros hombres; el 2,7% son personas en contexto de encierro y el 0,4 % son jóvenes y adultos.
A fines de 2019, un total de 136 mil personas en el país tenía Sida, y de esas personas, el 17% no sabía que tenía la infección, mientras que de los que sí conocían su diagnóstico, el 67% se atienden en el subsistema público.
Mitos y verdades de la vacunas contra el VIH/SIDA
A 40 años del surgimiento del VIH/SIDA existe una vacuna que se encuentra en Fase III. Cómo hemos aprendido en los últimos meses, esta es la etapa definitiva para determinar si una vacuna se aprueba o no.
Esta vacuna estimula al sistema inmunológico para proveer protección ante una infección por este virus. Tiene un fin preventivo, es decir, busca evitar que personas VIH negativas adquieran el virus.
No está elaborado a partir del VIH vivo, ni VIH muerto, ni de partes obtenidas del VIH ni de células humanas infectadas por el VIH por lo tanto no pueden causar la infección.
Argentina, a través de la Fundación Huésped, participará en el estudio MOSAICO que evalúa un régimen experimental de las vacunas.