El gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, visitó ayer las instalaciones de la Bioplanta del Iscamen, en Santa Rosa, donde se emplaza la Unidad de Control de Cannabis y del Programa Provincial del Ministerio de Economía y Energía.
Suárez se interiorizó de la “tecnología de punta a la que accedió la provincia” para monitorear lo que será la producción de cannabis por parte de los privados.
“Esto es un paso muy importante que estamos dando en la provincia de Mendoza. Realmente venir aquí al Iscamen y ver la tecnología, el profesionalismo es sorprendente. A partir de ahora, quienes quieran llevar adelante estos proyectos tienen la infraestructura para saber cuál es el mejor producto que se pueda elaborar”, dijo Suárez en contacto con los periodistas.
Y agregó: “El personal se está capacitando para poder atender la innumerable cantidad de consultas que ya estamos recibiendo, pero hay que tener en claro que primero hay que reglamentar la Ley a nivel nacional. Los plazos legales ya se cumplieron, pero una vez que esté ese requisito nosotros vamos a avanzar con esto que dijimos en la campaña, que es diversificar la matriz productiva con esto que puede significar muchos ingresos para la provincia”.
La función del Laboratorio de Cannabis
Específicamente, el laboratorio se enfocará en evaluar el comportamiento agronómico y productivo del cannabis, en condiciones de cultivo indoor (en el interior), invernáculo y outdoor (en el exterior) de diferentes quimiotipos. También ofrecerá a los privados herramientas que permitan conocer el desarrollo agrícola, variedades, aspectos técnicos y formas de cultivo.
Entre otra de las funciones, se trabajará para determinar cuáles son las especies que mejor se adapten al clima seco de la región de Cuyo.
La secretaria técnica del Iscamen, Mariel Vanin, explicó a Los Andes que la tecnología del laboratorio permite conocer los niveles de concentración del THC es la abreviatura de “tetrahidrocannabinol” o Δ9-THC. Mientras que CBD es la versión corta de “cannabidiol”. Ambos son componentes de la planta Cannabis sativa y se localizan en sus semillas, en el tallo y en la flor.
“Lo que vamos a evaluar cuando esté habilitada la producción es la calidad de las plantaciones y los niveles de concentración de esas sustancias para que sean medicinales y puedan aplicarse en remedios”, afirmó la especialista.
El trabajo del equipo de la unidad de cannabis también está centrado en capacitarse sobre los distintos procedimientos que tiene la planta de cannabis, ajustar las técnicas, como las distintas unidades de negocio en el cannabis medicinal, tal cual puede encontrarse en otros países del mundo como California.
A esto se agregarán programas de capacitación para técnicos de laboratorio en manejo de pesticidas, uso de cromatógrafo y trazabilidad. Al ser un centro modelo, también ofrecerá colaboración a organismos de todo el país que requieran información técnica sobre el cannabis medicinal.
Actualmente, no está en funcionamiento, más allá de los detalles técnicos, porque se aguarda la reglamentación de la Ley Nacional 27669, que crea el marco regulatorio para la producción de cannabis medicinal y cáñamo industrial a nivel nacional y ya hay tres proyectos que esperan que se cumpla con este trámite administrativo, que ya expiró los 180 días de plazo que marca lo legal.
En Mendoza, se aplica una norma, proyecto del diputado José María Videla Saenz (Frente Renovador), el cual permite –a diferencia de lo que pasa en otras provincias– a cualquier mendocino producir cannabis medicinal, siempre que cumpla con los requisitos y la norma. Distinto es el caso, por ejemplo, de Jujuy, que únicamente es el Estado el que tiene la potestad para producir el cannabis medicinal.
“En la provincia tenemos un marco legal de mi autoría y un gobierno que acompaña para fomentar las inversiones. Pero la lentitud del Gobierno Nacional entorpece las posibilidades de crecimiento de Mendoza”, se expresó en Twitter, tras la recorrida.
El Gobierno de Mendoza realizó varias gestiones para apurar la reglamentación de la Ley y comenzar a través en la producción de cannabis medicinal, como una oportunidad para el crecimiento económico de la provincia.
Líneas de investigación para la Salud
Con la norma reglamentada, el laboratorio de cannabis fiscalizará la producción de los proyectos seleccionados a nivel nacional, los cuales tienen su sustento médico en distintas líneas de investigación para el tratamiento de diferentes dolencias.
“Hay estudios que hablan de la influencia positiva del cannabis con fines medicinales para el Mal de Parkinson, la Epilepsia y el Autismo, todas líneas independientes que se están trabajando en el Ministerio de Salud”, comentó Flavia Gil, coordinadora de la Unidad de Cannabis del Iscamen.
En tanto, la responsable de la Unidad de Control de Cannabis, Virgina Caroglia, reconoció que hay una gran expectativa del privado ante la inminente reglamentación de la Ley Nacional, “y como la provincia tiene que dar el visto bueno, ya fueron presentados tres proyectos para la producción de cannabis con fines terapéuticos”.
“Cuando nosotros sancionamos la Ley provincial hubo muchos proyectos que se presentaron. Son estos los que estamos analizado. Una vez que se sancionó la Ley Nacional, los inversores estaban en conocimiento, aguardando la reglamentación. Los protocolos de actuación están, falta el aval de Nación”, recalcó.
