Benjamín tiene 2 años, vive en Corralitos (Guaymallén) y el próximo jueves, 17 de febrero, cumplirá un año desde que inició su tratamiento contra una leucemia linfoblástica aguda en el Hospital Notti. Precisamente en este centro asistencial –donde desde hace casi un año suelen pasar muchas horas diarias-, Benja y su mamá, Evelin Serrano, conocieron a Joaquín Lizarde y a su mamá, Romina. Joaqui tiene 9 años, vive en Campo los Andes (Tunuyán) y también está atravesando una leucemia linfoblástica aguda, aunque en un estadío de alto riesgo.
Mientras que Benja ya completó los bloques de quimioterapia por vena en octubre y la situación se encuentra controlada -por el momento-, Joaqui tuvo una fuerte recaída el año pasado y que derivó en la necesidad de una urgente operación para que reciba un trasplante de médula ósea. Esta operación se hará en La Plata, probablemente en marzo, y la familia de Joaqui no cuenta con los medios económicos suficientes para poder costear el traslado de la familia completa a la capital bonaerense para estar todos juntos en este momento crucial en la vida de Joaquín. Por esto mismo es que desde hace ya varias semanas la comunidad de Campo los Andes, de Tunuyán y de toda la provincia de Mendoza está llevando adelante una campaña solidaria para ayudar a Joaquín y su familia a recaudar fondos para que puedan instalarse en La Plata mientras dure el procedimiento.
Y es precisamente aquí, en esta parte de la historia, donde Benja y su mamá, Evelin, jugaron hace un par de días un rol protagónico y fundamental. Y es que la mujer organizó una clase de zumba grupal el sábado pasado, en Rodeo de la Cruz, y lo recaudado ya fue entregado a Romina para que los Lizarde puedan juntar algo más de dinero que les permita viajar a La Plata. “Joaqui es un niño muy amoroso y nos hemos hecho tan cercanos que él ya me dice ‘tía’. Todo su caso me llega y me conmueve mucho, hay que estar en ese lugar y saber lo que se sufre. Y por eso fue que se me ocurrió hacer esta clase solidaria. Con mi compañera, Flavia Manatini, organizamos todo y lo hicimos este sábado. Participaron 45 personas y recaudamos 7.000 pesos que ya están mandé por Mercado Pago a Romina”, explicó Evelin sobre la iniciativa.
De hecho, fue una sorpresa hasta para Romina y Joaqui, quienes recién supieron todo cuando la mamá de Benjamín les envió el dinero y les contó que habían organizado esa clase solidaria para ayudarlos a ellos. “Es un gesto muy tierno el que tuvieron”, sintetizó, emocionada, Romina.
Todos por Joaquín
Joaquín y su familia viven al pie de la cordillera tunuyanina. En diciembre de 2014, cuando Joaqui tenía apenas 2 años y 9 meses, le detectaron un tumor y debió ser operado de urgencia. Luego de la intervención, durante los primeros 5 meses de 2015, el niño –que cumplió 3 años en marzo de ese año- debió completar maratónicas sesiones de quimioterapia. La primera respuesta ante este tratamiento fue más que positiva y Joaquín tuvo una marcada recuperación.
El 19 de mayo de 2016, el “pequeño gladiador” volvió a tener una recaída y esta vez le diagnosticaron leucemia. “Arrancó como una leucemia linfoblástica aguda tipo B –que es la más común en los niños-, pero en su caso fue de alto riesgo. En ese momento hizo varios bloques de quimio, estuvo 11 meses con el tratamiento en el Hospital Notti, y fueron 11 meses en los que nos fuimos a vivir los dos a la Casa de Ronald McDonald. Era su segundo tratamiento, y para mí fue muy difícil como familia, porque él estuvo lejos de su hermanito y yo, de mi hijo más chico”, recordó Romina hace unas semanas a Los Andes.
También en aquella oportunidad la recuperación de Joaqui se encausó de una manera por demás alentadora. Pero en abril del año pasado, cuando restaba apenas un mes para que se cumplieran los 5 años que se deben aguardar antes de recibir el alta, el panorama volvió a complicarse. “Mi hijo tuvo una recaída en su enfermedad. Empezó con una otitis, pero los análisis le dieron mal. Y si bien nosotros ya estábamos de vuelta en Campo Los Andes, tuve que llevarlo otra vez al Notti. Y como necesitaba no estar muy lejos de mi hijo más chico otra vez y al Joaqui le iba a hacer bien estar cerca de su hermanito –son muy apegados-, con ayuda de los vecinos y distintas rifas pudimos alquilar un salón a 3 cuadras del hospital. Ahí nos instalamos, durante 8 meses estuvimos los 4 juntos”, rememoró Romina.
Desde noviembre de 2021, toda la familia está instalada en “su lugar en el mundo”, la casa de Campo Los Andes. Pero Joaqui no está recuperado al 100% y necesita un trasplante de médula ósea. Su padre será el donante, pero –dada su complejidad- la operación debe realizarse en el Hospital de Niños Sor María Ludovica, en La Plata, intervención que –casi con seguridad- será el mes próximo.
Para recaudar fondos que le permitan a toda la familia instalarse en La Plata hasta que Joaquín reciba el alta, los vecinos y toda la comunidad han organizado rifas solidarias y una campaña de colecta de fondos por medio de Mercado Pago. Para colaborar, se puede hacer directamente al teléfono de Romina (2622549918), al CVU 0000003100038265245506 y al alias pure.cava.coplas.mp
Destinos cruzados
Según describe Evelin Serrano, mamá de Benjamín, su hijo está bien, completando el tratamiento y siempre con el temor latente de un imprevisto. Benjamín y Joaquín, así como Evelin y Romina, se conocieron en la isla dos, una de las áreas de Hemoterapia del Notti. “Cuando lo conocimos, Joaquín estaba bastante enojado y él decía que era porque lo pinchaban mucho. Empezamos a conversar mucho los cuatro y nos empezamos a juntar a desayunar, ya que en el hospital ahí pasábamos muchas horas”, describe Evelin, mamá de Benjamín.
En el mismo momento en que el hijo de Evelin completaba los bloques de quimio por vena (en octubre del año pasado), Joaquín se disponía a culminar su tratamiento. Pero allí fue cuando tuvo la recaída.
“Un día nos pusimos a hablar y me contó que estaban esperando el trasplante de médula y que necesitaban juntar dinero para poder viajar todos a La Plata. Yo soy instructora de zumba, entonces hablé con mi compañera y le dije que necesitaba organizar algo para ayudar a Joaqui, pero fue algo sorpresa para él y su mamá, nunca les dije nada”, reconstruye la mamá de Benjamín.
Zumba por Joaqui
La clase de zumba para ayudar a Joaquín fue una sorpresa hasta para las propias participantes. “Pedí prestado un box en Rodeo de la Cruz y el sábado 12 dictamos la clase. Pusimos un valor de 100 pesos para participar, y tanto yo como mi compañera convocamos a algunas de nuestras alumnas de siempre. Pero nadie sabía que era una clase especial para ayudar a Joaquín. Cuando las chicas llegaron, se encontraron con globos amarillos y les pintamos la cara de ese color, que es el que representa la lucha contra el cáncer infantil (el 15 de febrero se conmemora esta jornada). Recién allí les dijimos que era para ayudar, y todos colaboraron con lo que pudieron”, agrega Evelin.
“Además de poder ayudar a Joaqui, para mí fue una felicidad enorme el poder volver a bailar después de 2 años, entre la pandemia y el tratamiento de Benja. Y para Romi y Joaqui fue una alegría enorme la sorpresa”, concluye.