“Spiderman” irrumpió ayer en pleno recreo de la escuela N-1701 “Ladislao Navarro” del departamento La Paz y el griterío de emoción fue instantáneo. Con la complicidad de autoridades y docentes del establecimiento, Alejandro Martínez, animador y payaso mendocino, le dio a Agustín Torrales la sorpresa más hermosa que jamás imaginó.
Los ojos de Agus, que nació sin piernas, se abrieron como nunca antes en sus 7 años de vida y una sonrisa de oreja a oreja se le dibujó en el rostro: es fanático del Hombre Araña desde que era casi bebé.
Alejandro, quien en ocasiones visita voluntariamente a niños internados en hospitales, vestido con distintos trajes, conoció a Agustín a través del teléfono hace una semana: el nene se negaba a hacer la tarea y una amiga de su mamá, que estaba en su casa, lo llamó para que lo convenciera. La mujer sabía que el personaje solía tener estos gestos.
Y en esa breve charla entre superhéroes, Alejandro le prometió visitarlo “algún día”. Claro que Agus nunca pensó que llegaría tan pronto.
Es que cuando Alejandro leyó la nota que en abril publicó Los Andes, su corazón se terminó de ablandar. Supo que el niño nació el 18 de enero de 2014 y Aldana, su mamá, que por entonces tenía 17 años, jamás sospechó algo extraño. De hecho, ella se enteró el día del parto que su hijo no tenía formadas sus piernas.
Fue un gran impacto pero el pequeño creció feliz en su entorno, con amor y mucha seguridad. Aldana le explicó que “Diosito le dio sus piernas a otro nene y, en cambio, a él le dejó inteligencia y simpatía”.
Por algún motivo es “loco” por Spiderman: tiene disfraz, vaso, plato, mochila, cartuchera y todo lo referente a esta figura mundial de los comics.
Una sorpresa inesperada
Más allá del adelanto de la visita en la charla telefónica con su misterioso amigo, la sorpresa de ayer realmente Agustín no la esperaba. “Estoy tan feliz por mi hijo que no tengo palabras. Para él fue un sueño y creo que todavía no cae”, le contó la mamá a este diario.
“Amo hacer estas cosas y la carita de Agustín fue impagable en esta tarde maravillosa”, reflexionó Alejandro, que viajó en su camioneta F-100 a gas y fue recibido con un almuerzo por las autoridades del pueblo.
Amante de los cómics, se formó como payaso desde 2016. “De niño nunca estuve enfermo ni internado, por eso trato de ponerme en el lugar de estos chicos”, agregó el artista que incluso se ha rapado en varias ocasiones para “acompañar” a chicos con cáncer del hospital Notti.
Ayer, su visita emocionó a la comunidad y a la propia maestra de Agustín, la seño Sonia, de segundo grado. “Fue tan conmovedor verlo reír y mostrarse feliz junto a su ídolo. Es un nene adorado por todos, por eso no dudamos cuando nos contaron la propuesta”, comentó la docente.
La comunidad educativa y los vecinos que se reunieron en las puertas del colegio agradecieron a la municipalidad de La Paz, que posibilitó el recibimiento que Alejandro realmente merecía.
Un acto de amor y entrega
Además de su labor solidaria, Alejandro Martínez suele animar fiestas infantiles y las anécdotas brotan unas tras otras.
“Se logra un hermoso vínculo con los chicos, que son mágicos y tienen una gran imaginación”, relata. Y agrega: “Al igual que yo, que siento que tengo un niño adentro”.
Por eso poco después de transformarse en payaso surgió la idea de visitar hospitales. “Me llena el alma y vuelvo a casa feliz. Me encanta imaginar lo que piensa y siente un niño frente a su personaje favorito, por eso tengo tantos, más de 30”, reflexiona.
El de Spiderman es uno de sus trajes favoritos. El primero que estrenó lo “gastó” tanto que tuvo que incorporar otro. Incluso Marcelo Tinelli lo mencionó en su programa junto a un video.
Alejandro suele visitar merenderos en lugares carenciados, como La Favorita, Ugarteche, Las Heras, Maipú y otros.
Y su pasión tuvo una recompensa: hace unos años recibió un premio por su labor solidaria.