Una familia mendocina denunció un trato discriminatorio en un hotel de la ciudad de San Miguel de Tucumán, luego de que no les permitieran ingresar al establecimiento con el perro de compañía de su hijo, quien padece una discapacidad y habiendo hecho la reserva con la aclaración de la situación.
El hecho ocurrió este fin de semana, y se dio a conocer por la prensa local cuando visibilizaron lo que le ocurrió a Julián, un pequeño de nuestra provincia que tiene síndrome de Angelman –un trastorno genético que provoca retraso en el desarrollo, problemas de habla y equilibrio, discapacidad intelectual y que puede generar convulsiones-.
Según lo publicó Telefe Tucumán, la familia del chico viajaba a la provincia norteña para disfrutar de las vacaciones. Junto a Julián iba su perro de asistencia que lo ayuda a desenvolverse en su vida cotidiana y que debe estar todo el tiempo al lado del niño.
Sin embargo, al intentar hacer el ingreso al edificio en el que habían hecho la reserva no los dejaron pasar. Valeria, la mamá de la criatura, explicó al medio tucumano que al momento de realizar la reserva, detallaron que viajaban con un perro y dieron los motivos por el cual el animal debía estar a su lado.
El Hotel Embajador, ubicado en calle Las Heras al 200, no escuchó razones y la familia debió abandonar el lugar. Así tuvieron que trasladarse a otro establecimiento donde fueron recibidos sin inconvenientes
“Llamo a los dueños del hotel en varias oportunidades y no nos permiten el acceso. El recepcionista hizo lo imposible para que pudiéramos estar, pero los dueños le dieron la directiva de forma telefónica que no podíamos estar”, señaló Valeria al canal local.
“Queríamos hablarle a los dueños y no. Queríamos advertirles que hay una ley nacional, la Ley 26.858 donde te acredita el ingreso, deambulación y permanencia en cualquier lugar público o privado de acceso público”, explicó la mujer quien aclaró además que el perro es un animal adiestrado que cuenta con todos los certificados y vacunas que corresponden.
Pero todos estos argumentos no alcanzaron y la familia no fue recibida, por lo que debieron buscar nuevo alojamiento: “Fuimos al hotel Metropolitan, tuvimos que explicar todo. Tuvieron una actitud un poco más humana y nos permitieron el acceso. No hicimos la denuncia, solo lo dejamos asentado en el libro de quejas. Fue una situación muy incómoda, veníamos de un viaje largo con chiquitos y con un chico con discapacidad”
“Es la primera experiencia negativa que tenemos. En todos los lugares tenemos frenos, pero cuando le explicamos la ley que existe la gente entiende. Nosotros viajamos por varias provincias, viajamos a Chile, estamos en supermercados y restaurantes el perro acompaña sin problemas porque está sumamente adiestrado”, aseguró la mamá de Julián.