En Mendoza, así como en el país, el uso de automóvil ocupa un lugar preponderante tanto en varones como en mujeres. Sin embargo, hay una brecha en el acceso, en detrimento de ellas, tal cual señalan diversos estudios. Por el contrario, se aprecia que ellas tienen menos chances de tener automóvil e incluso son una proporción menor en la emisión de licencias de conducir.
Uno de los abordajes es la última Encuesta de Movilidad Origen-Destino realizada por el Ente de la Movilidad Provincial (EMOP) y la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE). Mostró que en Mendoza, mientras que los primeros utilizan el auto en 51,8% como medio prioritario, en el caso de las mujeres esta cifra cae a 39,1%. A la inversa, las mujeres mendocinas utilizan en mayor medida el transporte público y el desplazamiento a pie: 28,7% y 22,2% de los viajes en esos modos respectivamente.
De los análisis se desprende que ellas son usuarias más frecuentes del transporte público y no puede soslayarse otro aspecto en este sentido: las mujeres son quienes en mayor medida se ocupan de cuestiones domésticas y de cuidado y por ello, una buena proporción, se traslada con hijos, carritos y paquetes, más allá de los traslados por trabajo y estudio.
Lo mismo se puso en evidencia en el Estudio sobre movilidad y transporte en Argentina, informe 20222-2023 realizado por Fundación Colsecor, una organización no gubernamental del sector cooperativo.
“Los varones usan el auto significativamente más que las mujeres” expresa. Ellos lo eligen más como forma preferente de movilidad. Para el 61% de los varones es de uso preferencial, versus el 40% de ellas.
En contrapartida, las mujeres reportan ser usuarias más frecuentes del transporte público masivo. Entre las encuestadas, 33% de las mujeres dijeron usarlo como medio de transporte prioritario y 16% como alternativa, es decir 49%, prácticamente la mitad.
En el caso de los varones, estas proporciones fueron de 24% y 14%, es decir 38% en total o menos de 4 de cada 10.
Incluso, en la realización de compras, estas usan menos el vehículo. Probablemente porque se trasladan a zonas cercanas. De los participantes 25% de las mujeres dijeron que usan el auto para concretarlas, mientras que esto ascendió a 36% en el caso de los varones.
“Un llamado de atención”, advierte el informe: “Si sos mujer, tenés menos chances de tener auto”. También disminuyen en el caso de personas jóvenes o con menor nivel de formación.
En el estudio, 41% dijo no tener auto particular sin embargo la proporción es mucho mayor para el género femenino: no tenían 29% de los varones pero esto ascendía a 48% en el caso de las mujeres.
Incluso se expresa en otro punto: la proporción de mujeres que toman un taxi o remis para ir al trabajo es el doble que los varones.
Uso del auto familiar
“Tenemos un solo auto y mi esposo se lo lleva al trabajo”, contó Mariela. “Yo me quedo con mis dos hijos durante el día, así que los llevó al colegio en colectivo y cuando tenemos tiempo volvemos a pie y de paso ahorramos algo de dinero”, relató. Agregó que lo mismo ocurre para hacer las compras mientras que su trabajo está bastante cerca de casa.
Mariana está separada y tiene vehículo, pero por los costos que implica mantenerlo trata de usarlo cada vez menos. “Lo he dejado más que nada para llevar a mis hijos a la escuela, luego me voy a trabajar en colectivo para ahorrar y planifico cuando tengo que salir a hacer compras o trato de comprar cerca de casa y voy a pie”, comentó.
“Las mujeres hacemos más del doble de viajes por día y son viajes más cortos, explicó a Los Andes la licenciada en Ciencia Política Carolina Villanueva, de la agencia Grow, en una nota realizada hace un tiempo.
“En términos de uso del tiempo somos más damnificadas por el déficit del transporte público además de los mayores costos”, afirmó. Por otra parte, dijo que la red argentina de transporte no está preparada para viajar con cochecitos, cosas y personas mayores cuando debería ser accesible para todos mientras que a medida que se aleja de la zona urbana es más difícil el traslado.
En este plano, hay que considerar lo que se denomina “movilidad de cuidado”. Este concepto fue introducido por Inés Sánchez de Madariaga, profesora de Urbanismo y delegada para Asuntos de Género de la Universidad Politécnica de Madrid. Éste engloba aquellos viajes que se realizan en el marco del trabajo no remunerado realizado por adultos, ligado al cuidado de niños y otros dependientes. Esto incluye el trabajo relacionado con el mantenimiento del hogar. Tales actividades, a las que hay que sumar el traslado al trabajo o lugares de estudio, si se tienen, implica que con mayor frecuencia las mujeres realicen lo que se conoce como “viajes zig zag”, mientras que los varones suelen tener trayectos más simples.
Otro aspecto que expresa la brecha en el acceso es la emisión de licencias de conducir: las que se emiten para mujeres son en torno a 3 de cada 10.
Juan Rosales, director del Centro emisor de licencias de conducir del departamento de Maipú, explicó que el sistema nacional no hace una clasificación por sexo sino por DNI. Sin embargo, ante la consulta para tratar de ilustrar la situación, se tomaron algunos días y se compararon con el mismo de hace un año. Por ejemplo, el 27 de marzo se otorgaron 27 a mujeres entre 116, el 28 fueron 28 de 106, el 29, 30 de 107 y el 30, 26 de 120.
Es la proporción aproximada que se maneja desde hace unos años a nivel provincial. En este punto hay que tener en cuenta que es mayor la proporción de varones que tienen trabajos relacionados con la conducción.
En la Municipalidad de la Ciudad notan que la proporción de mujeres es algo mayor y que cada vez acceden más.
Prejuicios
Aunque ha perdido vigencia el “andá a lavar los platos”, lamentablemente aún hoy hay que escuchar comentarios como “mujer tenía que ser” cuando hay alguna situación al volante.
Los comentarios y juicios de índole sexista en la conducción y negativos hacia las mujeres siguen instalados y persisten pese a cambios y mejoras en las concepciones.
Un estudio realzado en España y publicado en marzo de 2022 le puso números al fenómeno: el 50% de las mujeres afirmó haber recibido comentarios incomodos por razón de sexo cuando estaban al volante, frente al 15% de hombres que declara haber recibido algún comentario sexista. El trabajo, del que se hizo El Economista de España, expresa que persiste la idea de que las mujeres conducen peor. De acuerdo a la publicación, 18,5 % de los varones encuestados aseguraron tal cosa. Pero no sólo eso, opinó lo mismo 7,5% de las mujeres.
Además, de los participantes, cuatro de cada diez aceptaron que siguen fijándose en el sexo del conductor al presenciar alguna situación vial.
Como consecuencia, más mujeres sienten que tienen barreras para conducir e incluso son de diferente índole que las de los varones.
Otro dato que contrastó el estudio es que pese a la creencia de mal manejo, ellas reciben menos multas que los varones: 60% de las mujeres no reciben ningún tipo de sanción contra 30% de ellos.