“Nos vamos llenos de historia, enseñanzas y aprendizajes de nuestro departamento tan querido”, se puede leer en el libro de visitas y sus autores son alumnos y maestros del Instituto Padre Vásquez, luego de recorrer el Solar Histórico Casa de Ozamis, ubicado en pleno centro de Maipú. A dos cuadras al oeste de la plaza 12 de Febrero, sobre calle Vergara 88, entre el carril Ozamis y 20 de Junio, en la vereda sur, un cartel informa sobre el sitio histórico, la propiedad que fue de José Alberto de Ozamis, un importante terrateniente del siglo IXX que donó los terrenos que dieron origen a la fundación poblacional de Maipú.
Al lugar se ingresa por un largo pasillo de piso de ladrillo con parral que conduce a un patio central donde está la antigua construcción que data de 1810, una de las más antiguas de la provincia. En el hall principal de la casona de adobones y paredes de hasta 90 centímetros de espesor, funciona la sede de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza filial Maipú y la biblioteca pública, un museo de elementos de época y de bienes de la familia Ozamis.
Allí también se encuentra una vitrina con las actas municipales más antiguas y una reproducción exacta de la Bandera del Ejército de los Andes. “El lugar está abierto al público martes y miércoles por la mañana, el resto de los días es a demanda, la mayoría de nuestros visitantes son estudiantes que vienen a conocer la historia del departamento”, explica el profesor Fabián Agostini, a cargo de la Casa y presidente de la Junta departamental.
Investigación permanente
En la galería se observan unas conanas (morteros que utilizaban los antiguos habitantes de estas tierras) y en lo que fue la sala de reuniones de la propiedad se puede ver la máquina de escribir de Julio Fernández Peláez, además de otros elementos antiguos, cuadros familiares y valiosos objetos. Hace unos días, la tataranieta de José Alberto de Ozamis vino de Buenos Aires y visitó la casa y donó un cuadro de su bisabuelo, Don Francisco Borja Ozamis Jurado, participante de la Campaña del Desierto.
“Se están haciendo los estudios correspondientes y la idea es exponer el cuadro en la casa”, comenta Agostini y agrega que han comenzado una nueva etapa y la idea es generar actividades vinculadas a la historia, al General San Martín. Y están preparando tertulias y distintas presentaciones y ambientaciones para los próximos meses. Además, quieren habilitar un sitio para exponer la colección arqueológica de Rusconi, que se encuentra guardada en la casa. Se trata del resultado de un trabajo que realizó en la zona de Barrancas.
Fundación poblacional
A la hora de hablar de la historia, Agostini cuenta que la propiedad era de Nicolás de Ozamis, uno de los terratenientes más importantes de la época, junto a Pablo Palma y luego pasa a manos de su hijo José Alberto. “Es importante saber que la Junta hizo el rescate de la historia de Maipú, que otros departamentos no la tienen. Aquí, las calles llevan los nombres de los fundadores y personas destacadas del departamento”. El primer presidente de la filial fue el padre mercedario José Brunet, que además de sacerdote era un intelectual destacado. “Hace un muy buen trabajo heurístico y escribe sobre José de Alberto de Ozamis y sobre Padre Manuel Apolinario Vásquez”, afirma el docente y profesor de Historia.
Y agrega que si bien el 14 de mayo de 1858 por decreto de Moyano se crea el departamento, con el nombre que recuerda la Batalla de Maipú, en Chile; “Julio Fernández Peláez, miembro de la Junta, en uno de sus trabajos informa que en esa época hay 38 vecinos en la Cruz de Piedra (que luego se llamará Maipú), la villa empieza a tomar preponderancia tras el terremoto del 20 de marzo de 1861, que dejó a la ciudad de Mendoza en ruinas”. Y continúa: “Ese es el hito que genera la villa de Maipú, el padre Vásquez con 9 miembros de la orden se vienen para acá. Y el 31 de marzo, once días después del terremoto se produce la reunión de vecinos que deciden la fundación poblacional de Maipú. Ozamis dona primero 4 cuadras para la orden mercedaria y 8 cuadras para la villa, después un poco más. El padre Vásquez le da un impulso social y religioso al lugar. Ellos son los dos motores de Maipú”.
Agostini reitera el aporte fundamental de la Junta y así, se logran obtener importante información institucional. En la casa, por ejemplo, está a la vista del público una lista de los primeros subdelegados de Maipú (el antecedente del intendente municipal), desde 1858 hasta 1900. Juan de la Cruz Videla es el primer subdelegado. “Ahora estamos trabajando en un registro cívico de 1887. Allí, figuran los nombres de los 205 varones que se anotaron en el padrón para poder votar. Eso está en las primeras actas, allí están registradas las costumbres de esa época también.
Este material está en la Casa, pero sólo disponible para los investigadores”, afirma el historiador. Y hace un alto también para mostrar una vitrina con urnas que contienen tierra de los distintos lugares donde estuvo el General San Martín. “Son urnas con tierras cerfiticadas de San Lorenzo, de la Posta de Yatasto (Salta), del abrazo entre San Martín y Belgrano; tierra de Chacabuco, Maipú (Chile), del Manzano Histórico. En este febrero fuimos a San Carlos para pariticipar de los actos que recuerda la partida de la columna del Capitán Lemos, por el Paso El Portillo y en el municipio nos entregaron tierra del fuerte de San Carlos, donde San Martín hace el parlamento con los Pehuenches”.
Casa recuperada
En los trabajos destaca las investigaciones de Brunet, de Fernández Peláez, de Carlos Dolcemáscolo, que estuvo 40 años al frente de la Junta y realizó trabajos muy importantes. “También se destacaron otros personajes de la Cultura de Maipú, como Gonzalo Catalayud, José Pepe Díaz, que le ponían alma corazón y vida a sus investigaciones”. O a Juan Isidro Maza, el ilustre vecino que hizo el trabajo más completo sobre la toponimia de Maipú. La Junta mantiene el asesoramiento al municipio sobre la imposición de los nombres de las calles del departamento.
Sobre la recuperación de la casa, Agostini comenta que después de la muerte de José Alberto de Ozamis, que tuvo diez hijos, la familia se fue disgregando y tras la muerte de uno de los descendientes, José Herrero Ozamis, prácticamente queda en ruinas. “El crecimiento de la ciudad se fue comiendo lo que eran los terrenos de esta propiedad de Ozamis y cuando se estaba por vender lo que quedaba, entre ellas la vieja casona, se decide preservar la casa del fundador de Maipú. Con el liderazgo de la Junta de Estudios Históricos, se empiezan a hacer colectas entre los vecinos, se adquirió la propiedad y se transfirió a la municipalidad y en 1995 se hace la inauguración del Solar”.
