El sismo de magnitud 5.8 que se registró en la madrugada del miércoles con epicentro en la zona cordillerana dejó a varios argentinos y chilenos desvelados. Como suele ocurrir, tres réplicas más tuvieron epicentro en Mendoza.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), el primer temblor de 5.8 -ese que la mayoría percibió- ocurrió a las 0.17, con epicentro 116 km al oeste de la Ciudad de Mendoza, 201 km al suroeste de San Juan y 7 km al norte de Las Cuevas. Tuvo una profundidad de 122 km.
Debido a la localización, del otro lado de la Cordillera de los Andes también el movimiento inquietó a los chilenos, quienes se volcaron a las redes sociales para ratificar lo sucedido.
Las tres réplicas del miércoles con epicentro en Mendoza:
- 1.00: llegó la réplica de magnitud 2.7, a una profundidad de 109 km. Epicentro: 114 km al O de Mendoza; 199 km al SO de San Juan; 8 km al N de Las Cuevas.
- 3.32: temblor de magnitud 2.5, a una profundidad de 10 km. Epicentro: 89 km al SO de Mendoza; 231 km al SO de San Juan; 40 km al O de Tupungato.
- 4.08: temblor de magnitud 3.2, a una profundidad de 113 km. Epicentro: 121 km al O de Mendoza; 201 km al SO de San Juan; 14 km al NO de Las Cuevas.
¿Es sismo, temblor o terremoto?
Las palabras “temblor” y “terremoto” provienen del latín y significan “movimiento o sacudida de tierra”, al igual que “sismo/seísmo”, que proviene del griego. Es por este motivo que los tres términos pueden ser utilizados como sinónimos.
Sin embargo, cualquiera de los tres términos implican descripciones y categorías diferentes a los fines prácticos: los especialistas remarcan que cualquier evento sobre 7.5 de magnitud es llamado terremoto, mientras que sobre 4.0 lo llamamos sismo o temblor.
Se puede especificar que un temblor es el sacudimiento del suelo que produce susto, pero no genera daño estructural. En tanto, un terremoto es el movimiento que produce el colapso de viviendas y pérdidas humanas (mayor daño, desde el punto de vista social y de experiencia).
Un error bastante común es referirse a los sismos en función de “grados en la escala de Richter”. En realidad, la escala se dejó de utilizar en 1986. Lo que se usa ahora es, simplemente, “magnitud” para referirse a eventos telúricos actuales. Por ejemplo: el sismo registrado en Mendoza el miércoles fue de 5.8 de magnitud.