La planta santafesina de la cooperativa láctea SanCor permanece paralizada desde hace tres días y denunció “sorpresivas medidas de fuerza” de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea (Atilra), cuyo secretario general dijo que la firma debe $3.000 millones de aportes laborales y apuntó al “interminable incumplimiento patronal”.
Tras la medida de fuerza lanzada por la entidad gremial el miércoles, el Ministerio de Trabajo nacional convocó a una reunión de conciliación el jueves, en la que no hubo acuerdo, dijeron fuentes oficiales a Télam.
Aunque en el video que se hizo viral en redes sociales se puede ver a la periodista especializada Elida Thiery explicar que el jueves la empresa había solicitado al gobierno que dicte una conciliación obligatoria, para evitar que la situación llegue a ese punto, pero Nación no lo hizo.
La caída de un fideicomiso y un paro con bloqueo
El trasfondo del conflicto entre la cooperativa con sede en Sunchales y el sindicato del sector es la caída de un fideicomiso para el ingreso de capitales privados, cuya carta de intención se firmó en enero de 2022 y que nunca llegó a constituirse.
A través de un comunicado, SanCor informó que “las distintas dependencias se encuentran casi sin operaciones industriales, comerciales y administrativas como consecuencia de sorpresivas medidas de fuerza” de Atilra.
La cooperativa tuvo que desprenderse el viernes de 100.000 litros de leche del centro distribuidor ubicado en la localidad bonaerense de Don Torcuato, según se difundió en un video que circuló por redes sociales a través de cuentas no oficiales de la firma.
En el comunicado, Sancor recordó que “la Cooperativa lleva adelante un muy profundo proceso de reestructuración en toda su operatoria y organización, lo cual posibilitó una incipiente recuperación, llegando a un equilibrio en su actividad”.
La firma láctea señaló además que buscó alternativas para mejorar la reestructura y “se abrió a escuchar propuestas de negocios con actores económicos y/o empresas interesadas en participar de la actividad”, entre las cuales mantuvo “conversaciones con un grupo de personas de negocios que proponían la constitución de un fideicomiso de administración”.
“Pese a que transcurrieron más de dos años desde la firma de una “carta de intención”, no se cumplió ninguna de esas obligaciones por parte de los terceros”, sostuvo la cooperativa láctea. En enero de 2022, una asamblea extraordinaria aprobó por unanimidad “la constitución del Fideicomiso de Administración SanCor Capital”, informó entonces la cooperativa.
El acuerdo contemplaba un plazo de 15 años de duración y la composición del fideicomiso “SanCor Capital” determinaba que cooperativa mantendría el 20% de las acciones, mientras el 80% restante quedará en manos de los inversores privados.
Fuentes del sector indicaron que el acuerdo estaba sujeto a un presunto crédito por U$S 60 millones por parte del Banco Nación, que finalmente no se concretó.
Sobre la medida de fuerza de Atilra, SanCor sostuvo que “la vehemencia y la fortaleza nunca pueden ser excusa para las amenazas personales, y en ese sentido, las autoridades de la Cooperativa invitan a que las principales autoridades del sindicato dialoguen en forma directa, sin intermediarios, y con las operaciones cotidianas normalizadas”.
Por su parte, el secretario general de Atilra, Héctor Ponce, cuestionó en una entrevista a un diario de Sunchales “el interminable incumplimiento patronal” de SanCor, y sostuvo que la cooperativa posee una deuda que alcanza los $3.000 millones de aportes no efectuados.
El gremio Atilra ya provocó la crisis de dos pymes lácteas
La práctica de bloqueos sindicales por parte de Atilra no es novedad, ya que con esa misma práctica de para y bloquear, llevó a una situación límite a las pymes lecheras “Lácteos Vidal” y “Lácteos Mayol”, según detalla Infobae.
En el segundo debate de candidatos presidenciales, que se llevó a cabo el domingo 8 de octubre, Patricia Bullrich mencionó que había concurrido al evento, en la Facultad de Derecho, junto a Paulina Mayol, la dueña de Lácteos Mayol, una firma ubicada en el partido de Cañuelas y que hoy se encuentra en proceso de cierre debido a una serie de bloqueos iniciados en 2021 por Atilra.
Según dijo la candidata a presidente por Juntos por el Cambio, esa planta “nacida para producir y generar empleo” es “un emblema de una resistencia estoica ... contra los bloqueos, las trabas, la presión desmedida del Estado y una cultura retrógrada” de lo que definió como una “mafia sindical”.