Rubén Zalazar fue encontrado sin vida a unos 150 metros de la madre de las niñas. El número de muertos ascendió a 16 y hay más de 100 denuncias por personas desaparecidas.
Encontraron muerto al chofer que intentó ayudar a las hermanitas en Bahía Blanca.
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Rubén Zalazar era oriundo de Río Negro.
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La desesperante búsqueda de Pilar y Delfina, las hermanitas que siguen desaparecidas tras el temporal en Bahía Blanca, sumó un nuevo capítulo trágico: en las últimas horas, fue hallado sin vida Rubén Zalazar, el chofer que manejaba la camioneta de Andreani en la que las niñas se refugiaron antes de ser arrastradas por el agua.
Zalazar, oriundo de Viedma, Río Negro, tenía dos hijos y había viajado a Bahía Blanca por trabajo. Su pareja contó en Facebook que quedó varado con la Ford Transit roja cuando intentaba regresar a su ciudad. “En la última comunicación, a las 9 de la mañana, estaba por la zona de El Cholo/Cerri”, escribió el sábado junto a una foto del hombre.
El cuerpo del chofer fue encontrado a unos 150 metros del lugar donde la madre de las nenas logró aferrarse al terraplén y salvar su vida. “Hoy encontramos al muchacho que estaba en la camioneta de correo de mensajería que había auxiliado a las dos nenas”, confirmó el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, en diálogo con TN.
A su vez, agregó: “Estamos profundizando la búsqueda, con kayak y equipos de navegación, de manera superficial. Hay buzos buscando abajo, tocando fondo, pero es una zona más baja, es decir, es la salida al mar. Ya le notificamos a la familia. Es una desgracia”.
El funcionario relató como fue el dramático hecho: “La camioneta estaba sobre la ruta 3. Ellas se suben a la camioneta y viene una corriente de agua y arrastra el vehículo unos 350 metros. Cuando se detiene, se empieza a llenar de agua. Ahí se suben al techo del utilitario y otra corriente del agua la sumergió a la señora. Ella fue arrastrada unos 1200 metros por la corriente y se separó de su bebé, que la tenía en brazos. La nena más grande estaba con el chofer”.
El temporal dejó un saldo devastador: 1400 personas evacuadas, daños en infraestructura estimados en 400 millones de dólares y más de 100 denuncias por personas incomunicadas. Además, el número de muertos ascendió a 16.
“El agua está bajando, que es importante, y la ciudad ya no es un caos. Tenemos que mover los autos con la logística pesada que trajimos. En un día avanzamos mucho y cada hora que pasa se avanza más”, dijo Alonso y agregó: “Mañana llegan 200 bomberos voluntarios que van a limpiar las calles, que está todo lleno de barro. El mayor desafío es volver a la normalidad. Estamos haciendo un esfuerzo importante relevando las escuelas para que los chicos puedan volver a clases lo antes posible. No queremos dar un plazo, pero la prioridad es sacar el agua de Ingeniero White y otros puntos críticos”.