El próximo sábado, como cada 4 de marzo, se celebra el Día Mundial de la Obesidad, establecido por iniciativa de la Federación Mundial de Obesidad. En ese contexto, se dio a conocer que 7 de cada 10 personas tienen exceso de peso en la Argentina, según datos de la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.
Además, el estudio concluyó que los grupos sociales de menores ingresos son los más afectados, ya que gran parte de su alimentación se basa en productos ultraprocesados de baja o nula calidad nutricional y con excesivo contenido de azúcares y sal. La investigación también reveló que las generaciones más jóvenes consumen el doble y hasta el triple de productos de panadería y bebidas azucaradas.
De esta manera, más de 50% de la población en Argentina tiene exceso de peso, condición que aumenta el riesgo de tener más de 200 problemas de salud, como por ejemplo diabetes, hipertensión arterial (presión alta), enfermedades respiratorias crónicas, enfermedad de los riñones, del hígado y algunos tipos de cáncer, entre otras.
Los especialistas aseguran que el sobrepeso y la obesidad, desde una perspectiva biológica, es un problema de salud multifactorial y es uno de los factores de riesgo para las enfermedades no transmisibles (ENT), que son las principales causas de mortalidad y morbilidad en el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud, mueren alrededor de 4 millones de personas adultas al año en el mundo como consecuencia del sobrepeso y la obesidad. Una gran parte de la carga de ENT es atribuible al exceso de peso, como es el caso de la diabetes (44%), las cardiopatías isquémicas (23%) y diversos tipos de cánceres (entre 7% y 41%).
Al ser un problema de salud crónico, la obesidad no aparece en un día de un momento al otro ni se soluciona de la misma manera. Por eso, la alimentación saludable y la actividad física son medidas efectivas para prevenirla y controlarla. En este sentido, el Ministerio de Salud de la Provincia elaboró una serie de recomendaciones para lograrlo:
- Realizar cuatro comidas al día: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
- Aumentar el consumo de frutas, verduras y de pescado. Elegir leche, yogur y queso preferentemente descremados.
- Disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados con mucha azúcar, grasa y/o sal como las golosinas, productos de copetín, fiambres, embutidos y bebidas azucaradas. Dejarlos para ocasiones especiales.
- Preferir alimentos preparados en casa sin agregado de sal al cocinar.
- Reemplazar la sal por condimentos como orégano, pimienta, ajo, perejil, romero, tomillo.
- El alcohol aporta calorías y no aporta nutrientes, por lo cual, limitar su consumo.
- Realizar al menos 150 minutos de actividad física a la semana a intensidad moderada, sumando como mínimo bloques de 10 minutos.
- Agregar dos sesiones semanales de ejercicios de fortalecimiento muscular.