Sexo: cada vez más hombres usan el Viagra con fines recreativos, ¿cuáles son los riesgos?

A muchos hombres les mejoró considerablemente la vida sexual al regular un problema de disfunción eréctil. Pero la mayoría la toma para sentirse más seguro, aunque no la necesite

Sexo: cada vez más hombres usan el Viagra con fines recreativos, ¿cuáles son los riesgos?
Algunos hombres usan esta droga (popularmente conocida como Viagra), aunque no les haga falta.

Como muchos saben, el descubrimiento de la droga sildenafil con fines eréctiles fue un accidente, cuando el laboratorio Pfizer investigaba los efectos del citrato de sildenafilo en personas con afecciones cardíacas. El objetivo era encontrar una solución al funcionamiento del corazón; sin embargo, la investigación no avanzaba de la forma en que el laboratorio esperaba, y los resultados no aparecían.

Cuando la compañía intentó abandonar sus ensayos clínicos, los pacientes masculinos se negaron a dejar de tomarlo. Fue entonces que descubrió el efecto secundario que revolucionó la industria farmacéutica para siempre.

Así, la farmacéutica Pfizer patentó el sildenafil en 1996, que comenzó a comercializarse en Estados Unidos bajo el nombre de Viagra.

Desde su nacimiento hasta nuestros días, ha cosechado un sinfín de adeptos, la mayoría entre hombres con Disfunción Eréctil (DE) pero también muchos que no tienen ningún problema al momento de exponer su performance.

Sin embargo no son pocos los estudios que demuestran que cada vez más hombres -y cada vez más jóvenes- toman sildenafil con fines recreativos.

Si bien el uso de esta medicación tiene efectos secundarios en niveles muy bajos, la mayor preocupación de los especialistas son los problemas psicológicos derivados de haberse acostumbrado a la medicación, no por sus consecuencias físicas.

Digamos que el problema más grave se suscita cuando un hombre que no tiene problemas de erección, acostumbra a su cuerpo a “no hacer el trabajo” porque la pastilla lo suplanta. Mientras más tiempo tome Viagra, más la necesitará -por diversos motivos que desarrollaremos en la nota- a la vez que se produce una disminución en la autoconfianza a largo plazo.

En un interesante estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine, realizado para investigar sobre el uso recreativo de Viagra, se vio que las personas que lo consumían tenían menos confianza en sus erecciones y menos satisfacción global en comparación con otro grupo que no lo tomaban. Ambos grupos tenían niveles de función eréctil iguales según un cuestionario internacional de disfunción eréctil.

Porcentajes en aumento

Según varios estudios realizados por periódicos de distintas partes del mundo, el acceso al Viagra es bastante fácil. La mayoría de las veces, los hombres que no lo necesitan lo consiguen sin una prescripción médica.

En 2010, el diario La Nación recorrió farmacias y dialogó con jóvenes para conocer qué los motiva a consumir este medicamento y por qué vías lo consiguen. El recorrido reafirmó los datos del estudio, que halló que el 75,4% de los jóvenes consiguen la medicación por intermedio de un amigo, el 44,9% dijo querer lograr más erecciones por encuentro sexual, el 27,5% buscaba obtener erecciones más duraderas y un porcentaje similar lo hizo sólo por curiosidad; en porcentajes menores dijeron querer sentirse más seguros, obtener una mayor rigidez peneana o evitar los fracasos sexuales y demorar la eyaculación.

La abrumadora mayoría del 21,5% de los encuestados que reconocieron haber tomado estas drogas dijo haber obtenido el medicamento de manos de un amigo.

La segunda fuente fue la farmacia: el 17,4% compró las pastillas sin haber presentado la receta médica requerida. El mínimo porcentaje (el 2,9%) adquirió el medicamento por Internet, y el resto (4,3%) lo compró en la farmacia, pero con receta.

En el relato de quienes trabajan en farmacias tuvieron un lugar especial los “hombres de trampa”, como se conoce a quienes deciden pasar una noche, o varias, con una mujer que no es su pareja. “Los tipos de trampa vienen siempre. Te miran fijo y te dicen: «Vendeme una pastilla. Por favor, tengo que quedar bien con esta mina.» Me causa gracia, pareciera que con sus novias la performance no importara.”

En 2016, The Chicago Tribune documentó otro problema: los adolescentes y jóvenes mayores de 20 están mezclando Viagra con otras drogas típicas de antro, como el éxtasis o las tachas. Estos estupefacientes aumentan sus niveles de energía, los ponen eufóricos, les dan mayor placer y deseo al contacto físico e incrementa los niveles de excitación sexual.

El periódico Daily Mail publicó hace unos años que la mayoría de los hombres jóvenes prueban Sildenafil por primera vez por entretenimiento o curiosidad, y no porque tengan algún problema para lograr y mantener una erección.

En internet se encuentran innumerables páginas que ofrecen el sildenafil a la venta, claramente por fuera de los circuitos farmacéuticos.

Esto agrava los peligros de consumirla en forma recreativa y mezclarla con alcohol o drogas.

En general, lo más frecuente es recibir el medicamento falsificado. Diversos estudios arrojan que cualquier fármaco que se venda por fuera de los lugares habilitados, suelen ser un fraude o -con suerte- tener una proporción menor al 15% de la medicación que debería tener.

Otro riesgo es tener un efecto adverso o una interacción medicamentosa, al no saber qué compramos, tampoco sabemos con qué otra droga puede convertirse en una bomba de tiempo.

Finalmente, el problema más recurrente es el de volverse psicológicamente dependiente del medicamento. Porque al no haber una disfunción eréctil, el Viagra no sirve para nada y lo que crea es una falsa seguridad que se pierde al no consumir la pastilla

Cuánto dura el efecto

La recomendación general es tomarla una hora antes de tener relaciones sexuales. Sin embargo, los estudios han sugerido que sus efectos podrían empezar incluso antes. Algunos hombres lograron tener una erección tan solo a los doce minutos de haberla ingerido. Y mientras la máxima concentración en sangre no se alcanza hasta aproximadamente los sesenta minutos después (y se retrasa potencialmente una hora más al ingerir comida), la investigación obtuvo una media de 27 minutos en los chicos que se medicaron para tener relaciones, 23 minutos antes que la media que aquellos que habían tomado placebo. La vida media es de aproximadamente cuatro horas, pero incluso de 10 a 12 horas después los varones pueden tener erecciones lo suficientemente fuertes para la penetración, aunque de menor duración. A las 24 horas, los rastros del medicamento desaparecen de la sangre

A la hora

En este punto el medicamento marca un punto álgido, ya que después de que hayan pasado casi unos cincuenta minutos, alcanzará el “máximo potencial de erección”. Esto es cuando la Viagra alcanza su mayor concentración en sangre, lo que explica por qué los médicos recomiendan tomarlo una hora antes de tener relaciones sexuales.

En cuatro horas

Los efectos ya se han reducido pero seguramente puedas tener relaciones porque tras este periodo sus síntomas se reducen en un 50%

De diez a doce horas

Incluso en este tramo los científicos descubrieron que los chicos pueden tener erecciones. La única “preocupación” es que la duración de esta es menor. Para tomarla correctamente debes tener en cuenta que no la puedes mezclar con alcohol y es aconsejable no ingerir con altas dosis de comidas grasas.

A las veinticuatro horas

Después de un día, los efectos habrán desaparecido. La medicación ya no estará en el torrente sanguíneo y tampoco el aumento del rendimiento sexual

Una vez empieza a funcionar, el estudio determinó que el tiempo que duraron los hombres con su miembro erecto fue de 33 minutos. Después de ocho horas, el tiempo disminuyó a 23 minutos y en 12, la duración media fue de 16′.Haz que esta imagen no te suceda. (iStock)En comparación, los que tomaron placebo experimentaron erecciones de siete minutos de media, menos de la mitad que los que habían tomado Viagra doce horas atrás,

Efectos adversos

Efectos adversos leves: son muy comunes, e incluyen dolor de cabeza, enrojecimiento, malestar de estómago, visión borrosa, congestión nasal, dolor muscular, náuseas, mareos, erupciones, etc.

Efectos adversos graves: son raros, pero se han descrito en algunos pacientes. La pérdida repentina de audición o de la visión, una erección prolongada y dolorosa, o incluso la muerte por infarto en pacientes con problemas cardíacos son posibles cuando se toman medicamentos para la disfunción eréctil.

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